Desesperados, miles de inmigrantes partieron a pie desde Hungría hacia Austria

Miles de refugiados, exasperados por su larga permanencia en dos estaciones ferroviarias en Hungría, decidieron comenzar ayer a marchar a pie hacia Austria. Un grupo formó una columna de casi 800 metros de largo, mientras que el otro salió corriendo de un centro para refugiados sin que la policía pudiera detenerlos. Se estima que son unos dos mil inmigrantes. Desde hace días las autoridades húngaras impiden que miles de refugiados, muchos de los cuales huyen de la guerra en Siria, aborden los trenes hacia Alemania, mientras crece la marea de gente desesperada de Asia, Africa y Medio Oriente que busca refugio en Europa.

En Bicske, una pequeña población en el norte del país, cientos de inmigrantes atravesaron un cordón policial y se lanzaron a la carrera hacia el oeste sobre una vía, lo que obligó a interrumpir el tráfico ferroviario. Los policías sorprendidos corrieron en busca de sus cascos cuando la enorme multitud se plantó frente al tren. La policía pudo retener sólo a unas pocas de las 500 personas en el interior. Se produjeron forcejeos, gritos y llanto de niños.

Horas antes, cientos de indocumentados partieron de la estación de Keleti en Budapest. Con sus pertenencias en bolsos y mochilas, atravesaron la ciudad al iniciar el trayecto de 171 km a la frontera austríaca. Hasta Viena, son 250 km.

La mayoría espera llegar finalmente a Alemania u otro país occidental y evitar que los registren en Hungría, una nación deprimida económicamente, donde las probabilidades de deportación a sus países de origen son mayores que en muchos países de Europa occidental. Bajo la ley europea, los solicitantes de asilo son aprobados o rechazados en los países donde se los registra.

Antes de la partida de Bicske, cientos de personas estaban sentadas en un tren, algunas con los pasajes que habían adquirido para ir a Berlín o Viena. Aunque algunos finalmente se registraron en el centro para asilados, la mayoría estaba resuelta a no hacerlo. Un centenar de personas salieron a protestar frente a una gran cantidad de cámaras de televisión y periodistas. Escribieron con pintura blanca “campamento no/Hungría no/Tren de la Libertad” en el costado del tren.

Anoche, la marcha de refugiados hasta la frontera austríaca se detuvo en la autopista M1, a unos 27 km de Budapest, para dormir y esperar a los micros prometidos por el gobierno magiar, unos cien vehículos que deben llevar a los inmigrantes hasta Austria, desde donde pretenden seguir viaje a Alemania. Gran parte de los refugiados durmieron a la intemperie, bajo la lluvia del verano boreal. Habían partido hacia el mediodía de la estación de trenes Keleti de Budapest.

El plan del gobierno húngaro prevé subir a los refugiados, tanto en la estación de Keleti como los de la marcha, a un centenar de micros para llevarlos hasta la frontera y “no poner en peligro el transporte público” del país, según fuentes estatales.

Al llegar a la frontera austríaca, los refugiados serán entregados a las autoridades de la república alpina. Alemania y Austria permitirán la entrada y/o el paso de los cientos de refugiados, en su mayoría provenientes de países en conflicto, que se dirigen en Hungría hacia la frontera austríaca, como una medida excepcional.