Pigna y Sztajnszrajber, cara a cara otra vez

“Pensar el bicentenario: historia y filosofía de la independencia” es el nombre de la nueva conferencia de Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber, una propuesta diferente, con la que recorren escenarios de todo el país, y con la que han logrado forjar un nuevo suceso de la agenda cultural, con una propuesta que invita al público a armar sus propias reflexiones basadas en el rico diálogo/cruce entre la historia y la filosofía.

En el marco de una nueva gira de presentaciones, historiador y filósofo volverán hoy a las 21 al Coliseo Podestá, con una invitación a ahondar en cuestiones relacionadas a cómo pensaron la revolución y la independencia Belgrano, Moreno, Castelli, Monteagudo y San Martín, cuál era la situación social, económica y cultural entre 1806 y 1816 o cuál era el contexto mundial en el que se produjeron estos procesos fundacionales de nuestro país, entre otras situaciones.

De todo este marco histórico, claro, surgirán conceptos que, filosóficamente, se irán problematizando. Así se abordarán discusiones sobre qué significa ser independiente, cómo se entrama el deseo de autonomía con los condicionamientos propios de una época, ser sujeto de la independencia es ser libre en las decisiones o estar sujeto a las decisiones de otros o qué es la libertad, entre otras.

En diálogo con EL DIA, Felipe -que se considera orgullosamente un divulgador- aseguró que estos encuentros “nos invita a ambos a pensar la charla en función de la otra disciplina, haciendo lugar al aporte del otro. La mirada filosófica enriquece la mirada histórica sin ninguna duda y viceversa”. Para Darío, en tanto, “el diálogo entre las disciplinas es una ampliación que profundiza, y que hace crecer el abordaje, aunque no sean tan diferentes. Sirven para problematizar mejor ese momento histórico”.

Para el historiador, es menester que un pueblo conozca su propia historia porque “es su identidad” y destacó que “es una propiedad colectiva que, como todas la otras está mal repartida en nuestro país, no tiene dueño y es bueno que la gente se la apropie porque le pertenece. Si no sabemos de dónde venimos, difícilmente sepamos hacia dónde vamos”.

En este sentido, y consultado por la asociación común entre “la historia y el aburrimiento”, para Pigna tiene que ver con la forma en la que nos fue enseñada. “Hay muchas generaciones de argentinos, y no están del todo exentas las más jóvenes, que padecieron y padecen cierta forma de transmisión de la Historia apegada a datos duros, fechas de batallas, ajena a los contextos, tan imprescindibles e interesantes”, reflexionó y refutó: “¿A quien no le gustaría saber que mientras Belgrano y San Martín estaban en Europa sonaba Mozart y luego Beethoven a quien Don José admiraba particularmente; que mientras nos preparábamos para declarar nuestra independencia Mary Shelley publicaba su Frankenstein? Entender que aquel país es el origen de éste que somos lo que fuimos”.

Darío, que disfruta estos encuentros con Felipe porque a su entender ofrece “una visión histórica que disrumpe con las lecturas más oficiales, una perspectiva a contramarcha que es muy interesante”, se refirió también a los prejuicios a los que aún hoy se enfrenta la filosofía aunque se mostró optimista por los lugares populares que comenzó a ganar desde hace algunos años con propuestas en el cable. Su programa “Mentira la verdad”, de hecho, es un éxito de varias temporadas, y, además, Darío hace dialogar a la filosofía con el fútbol en un programa de TyC Sports, además de cine y filo en la radio… entre otros proyectos.

“La filosofía propone la posibilidad de un tipo de existencia que está menos relacionada con la seguridad y la estabilidad de lo existencial y mucho más abierta a ese cambio que, de alguna manera, es el motor de nuestras vivencias. Una vida que estuviese definida desde el principio, sin ninguna apertura a lo impredecible, sería una vida muy condicionada”, manifestó.

Por último, y en relación a porqué es importante filosofar la historia, consideró que “en la historia es donde se juega más la relación entre saber y poder que, obviamente, es imposible tener un abordaje objetivo, último y definitivo al pasado, porque siempre se nos escapa en algún punto, siempre va a estar distorsionado por la subjetividad, por el lugar en el que cada uno está situado. Es importante lo que hace la filosofía a la historia al deconstruir, reflexionar, evidenciar que siempre que alguien habla en la historia en nombre de una verdad única, es fundamental mostrar esa imposibilidad”.