El bitcoin gana cada vez más terreno como moneda alternativa

En Argentina ya hay hoteles, cafeterías, locales de comidas rápidas e incluso plataformas de comercio electrónico que aceptan pagos en bitcoin. En algunos casos incluso ofrecen descuentos especiales ya que por esas transferencias no se pagan las comisiones de servicios financieros o tarjetas de crédito, segén destacan especialistas.

Bitcoin es una criptomoneda que surgió de un paper académico publicado en 2008 en un foro de criptografía por el usuario identificado cómo “Satoshi Nakamoto”, que proponía la idea de un código que pudiera fraccionarse y compartirse sin necesidad de la intervención de un tercero en esa transacción.

Esa idea fue llevada adelante por un grupo de programadores y desarrolladores que pusieron en marcha un software encriptado de código abierto que, de forma cíclica, produce bitcoins y se los asigna cómo compensación a los integrantes de la red que prestan sus servidores para que el programa procese las auditorías permanentes de las operaciones que se realizan con esta moneda.

BILLETERAS VIRTUALES

Los bitcoins carecen de respaldo financiero por parte de algún Estado o empresa, y su cotización está sujeta a la libre oferta y demanda en internet; a pesar de ello, ya son varias las firmas que ofrecen el servicio de “billeteras virtuales” para almacenarlos o “casas de cambio” para su compra-venta en la web, donde cada bitcoin cotiza cerca de los 240 dólares.

Ariel Aguilar, licenciado en Administración y Sistemas, y promotor de los bitcoins en Argentina, explicó que “esta moneda surge después de la crisis económica de Estados Unidos en el 2008, dónde en vez de hacer un corralito como el que hicieron acá en el 2001 salieron con la mayor emisión monetaria de toda su historia, imprimiendo en un año más dinero del que habían impreso en toda su historia; ahí Estados Unidos hizo capitalismo en las ganancias y socialismo en las pérdidas, porque para salvar a los bancos sociabilizó en todos sus ciudadanos las pérdidas”.

“De esa experiencia nació la idea de un sistema que prescinda de terceros, donde cada uno pueda ser su propio banco y poner las reglas, que le permita a cada usuario decidir como pagar o prestar plata; fijar las cuotas, plazos e intereses que crea necesarios y acuerde con el otro usuario”, añadió.

El especialista evaluó que “este sistema terminaría con el negocio de financieras o tarjetas de crédito que cobran intereses por todo, lo que siempre impacta en las poblaciones de bajos recursos, y además es mucho más seguro que estas empresas en el comercio electrónico”.

“Bitcoin mantiene un libro contable abierto desde la primera transferencia en 2010, por lo que cualquiera podría consultar la ruta del dinero de cualquier usuario a través de su clave pública; esa transferencia en algún momento va a entrar en contradicción con las necesidades de grandes empresas que quieran preservar datos financieros y en algún momento se va a poner en marcha un sistema que haga que los recursos de los usuarios salten ciclicamente de un número de cuenta a otro para evitar esos rastreos”, estimó.

Aguilar explicó que “bitcoin es muchas cosas; es un dinero digital, es un protocolo informático, es una herramienta para que una persona le pueda enviar un valor a otra de manera digital sin que haya un intermediario o un banco de por medio”.