Un hola para decir adiós

Fundadores, “pasantes” que dejaron su huella sonora en alguna época e invitados especiales serán los anfitriones del “hola para decir adiós” de Mutandina, la recordada banda platense que nació con el milenio y que, tras varios años de ostracismo, volverá a tomar forma para una emotiva última función.

El combo volverá a hacerse escuchar mañana en Lucamba; Cristhian Faiad, Cordero Polenta, Mauro Cambarieri, Fede Montero, Dani Bugallo y el cantante y líder Matías “Mato” Ruiz, quien impulsó el reencuentro, llegarán al teatro del barrio El Mondongo “súper motivados” para la presentación; seguramente también lo haga, desde Cipolletti, otro de los socios fundadores: Rigo Quesada.

Todos son, según Ruiz, “personas queridas y respetadas” que repasarán una discografía breve e intensa: “Mutandina” (2004) y “Pidiendo pista” (2011). Canciones que juntaron polvo en los anaqueles del tiempo, y plantean los desafíos de una alquimia que las recupere con brillo y frescura.

“Hacerlas hoy para mí es casi como hacer un cover de la banda. Pasaron muchas cosas desde que fueron compuestas algunas de esas canciones, pero la gente las recuerda muy bien, de una época linda... de mucha fiesta en los clubes”, detalla Ruiz.

Para el compositor y multiinstrumentista, el hecho de haberse vuelto a enfrentar con todo ese material lo anima a hacer un balance. “El hecho de retomar esas canciones me muestra mejor parado en mi forma de tocar e interpretar”, asevera, y agrega: “hay canciones que en un momento no las soporté más... y que hoy me hacen reír”.

En ese sentido, Mato se refiere al sello que adoptó como líder del grupo, un personaje del que ya se divorció aunque en buenos términos. “Me amigué con esa parte más comediante que, en un momento, fue la marca de mi postura de frontman. Es algo que sucedió. Fue una forma de encarar la música, las letras, la propuesta en sí que elegimos en ese momento”.

Ahora, a cinco años de aquel proyecto, asegura que su presente profesional es completamente diferente; incluso, se atreve a generalizar el concepto con el resto de la banda. “Nada que ver con lo que propongo ahora como compositor, la verdad... Y creo que a nivel grupal, al estar todos más grandes, con más años y experiencia en distintos proyectos cada uno, podemos redimensionar lo que significó a nivel musical y afectivo Mutandina en nuestras vidas.Y esto es lo que festejamos en definitiva”.

Sin dudas, la emoción estará a flor de piel en la noche de mañana. El reencuentro, los “mutandinos”, lo viven con agradecimiento. “A la música que nos juntó”, aclara Mato, y continúa: “Y será también un saludo más prolijo a la gente que nos siguió por años ya que la banda nunca se disolvió, nunca se deshizo, nunca se derritió”.

El compositor y arreglador cree que el tiempo fue “muy bueno” para el proyecto. De hecho, cree con convicción que “ahora suena mejor que nunca”. ¿La prueba? Los ensayos fuertes que vienen realizando para lograr dar un “show alucinante”, uno que no tiene réplica a la vista. ¿Volverán? No se sabe. Lo que sí se sabe es que este regreso será efímero: “con certeza te digo que no es una vuelta. Más adelante no sé lo que pasará”.

Dice Ruiz que Mutandina fue el proyecto con el que encontró la realización musical. “Me convirtió en compositor, guitarrista y cantante”, revela, y sigue: “Hasta que armé la banda, yo laburaba como saxofonista y arreglador en distintas formaciones (sigo haciéndolo). Pero con este proyecto se cristalizó un deseo que tenía desde muchos años de hacer mis canciones, cantar , tocar la viola, en definitiva, ser el creador de mi música: sin ataduras de estilo”.

En relación a los motivos que llevaron a su desencuentro, cuenta que en realidad “nunca terminó de conformarse como un equipo colectivo de trabajo, especialmente porque la banda, si bien se armó en La Plata, en un momento tenía a casi todos sus integrantes viviendo en Buenos Aires… menos yo. Y la verdad es que me cansé de esa dinámica, no la pude sostener”.

Con el tiempo llegaron otros proyectos y Mato firmó un disco solista. Cuenta por qué: “Firmé solo porque lo compuse, lo pensé y lo co-produje con Rigo Quesada. Fueron canciones en plan más suave y acústico. Un disco con una búsqueda sonora distinta, no eléctrica, en definitiva. Por eso hay cuerdas y vientos, y muchas guitarras acústicas y un clima íntimo en todo el disco. Todo lo contrario a la banda, con la que siempre buscamos un sonido más grande, eléctrico y bailador”.

Padre de dos varones con los que puede compartir la pasión por la música, Mato Ruiz relata que la insistencia del mayor, Martín (17), fue una de las razones que lo llevaron a embarcarse en esta aventura retro. Su hijo, que toca la guitarra, compone y canta grabó una de las canciones de Mutandina cuando tenía 5 años, y mañana cantará la misma canción, aunque ahora con su voz adolescente. Pero eso no es todo. También estará Simón (7), un fanático del segundo disco de la banda, y quien acompañó a su padre durante todo el proceso de mezcla siendo apenas un bebé, haciendo que esos sonidos le quedaran impregnados en la piel.

“Tengo ganas de que vean a su papá tocar enchufado y fuerte. Me parece que ver a tu viejo hacer lo que le gusta y lo que mejor le sale, disfrutarlo y compartirlo con la gente de forma sana y con agradecimiento será en sí un aprendizaje para ellos”, reflexiona Mato, emocionado, y no puede dejar de referirse a la delicada situación que atraviesa su padre, el Maestro Roberto Ruiz, quien después de 52 años ininterrumpidos al frente de la Orquesta de Cámara Municipal, es testigo presencial -“con mucho dolor”- del año inactivo de la agrupación, que no toca desde el inicio de la actual gestión comunal.

Mutandina, cuyas reminiscencias Mato dice advertir en bandas platenses actuales, compartirá fecha con el dj Ruso Platz, y el vj “Dark Flack” Vimercati.