Familias Qom recibieron terrenos “comunitarios”

Hace un cuarto de siglo, un grupo de familias Qom arribó a la periferia por entonces semi-rural de nuestra ciudad buscando un horizonte de prosperidad que se le estaba negando en su Chaco de origen. Con el paso de los años, su permanencia y consolidación como comunidad le dio nombre propio a ese sector de Las Malvinas, comprendido entre 149, 155, 34 y 36: “Barrio Toba”. Ayer, el tesón de esos pioneros recibió otro espaldarazo, cuando les fueron entregadas las escrituras de las viviendas que habitan.

“Somos cinco comunidades formadas en la Ciudad, y la nuestra es la primera en haber llegado a la Provincia; llegamos buscando una mejor calidad de vida y gracias al apoyo que nos han dado siempre en La Plata, pudimos desarrollarnos acá”, contó el líder toba, Rogelio Canciano, durante el encuentro en el que el intendente local Pablo Bruera y el ministro de Justicia bonaerense Ricardo Casal le hicieron entrega del “título colectivo” que les garantiza a los suyos el derecho de propiedad sobre sus hogares.

Las 36 familias beneficiadas por el acto administrativo están radicadas en la manzana que rodean las calles 35, 36, 151 y 152 desde 1991, cuando se completó parcialmente un complejo habitacional iniciado durante el gobierno de Antonio Cafiero. El centro de esa hectárea, hoy descampado, será acondicionado en el corto plazo para albergar actividades “productivas y de capacitación laboral”.

Canciano adelanta que “sabemos que no vivimos más del fuego ni estamos en el monte; queremos que nuestros hijos puedan trabajar y formar parte del mercado en la Ciudad. Se va a instalar un taller para realizar diferentes tareas, siempre manteniendo nuestras raíces. El objetivo es que nuestra comunidad pueda aprender oficios y compartir con los jóvenes, para integrarnos juntos”.

ACTIVIDADES PRODUCTIVAS

Los referentes Qom aclararon que “se conservarán sectores del predio para los ritos sagrados, la arboleda y los espacios verdes, ya que defender el medio ambiente esta en nuestra esencia”.

Actualmente, en el lugar se llevan a cabo trabajos de costura y panadería. Está prevista la instalación de una fábrica de bloques para construcción.

Según precisó María Eva Guida, titular de la Escribanía General de Gobierno, el trámite de regularización dominial declara “intransferible” la tierra, e impone determinadas restricciones: “no lo pueden vender, es inembargable y tienen que desarrollar ahí sus actividades. La comunidad aborigen está inscripta y reconocida en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, de lo contrario no podría haber adquirido el inmueble”.

El intendente Bruera destacó que “poder entregar estas escrituras, que desde hace tiempo trabajamos junto al ministro Casal, es un reconocimiento a la historia y tradición de la comunidad, a la vez que les permitirá desarrollar una relación de trabajo y participación dentro de la ciudad, manteniendo siempre sus costumbres”.