Sofocan una docena de incendios de pastizales por día en la Región

Castigados por una sequía feroz con pocos antecedentes recientes, los campos de la Región son presa fácil para los incendios que provocan cotidianamente el descuido y la desidia. En las últimas semanas, el inconfundible olor a pastizales y basura quemada se convirtió en parte de la vida urbana platense y sólo la acción infatigable de los Bomberos evitó que la seguidilla de siniestros, a razón de una docena por jornada, tuviera consecuencias más graves para personas y bienes.

El fenómeno tiene en vilo a quienes habitan los barrios aledaños con predios rurales o sin edificar, particularmente en las zonas que los bomberos señalan como las más afectadas por la “epidemia”: Los Hornos, Lisandro Olmos, Abasto y San Carlos.

CAUSAS

Los expertos en combatir las llamas atribuyen la virtual totalidad de los episodios a quienes, en el actual contexto de tierra seca y caliente y brisas áridas buscan eliminar residuos, “limpiar” campos o renovar pasturas. “En el 99 por ciento de las salidas, una vez extinguido el fuego, se encuentran en las inmediaciones los restos de un basural” se señaló en Defensa Civil local, cuerpo que suele participar en los operativos.

Durante la jornada de ayer, hubo focos de incendio en 13 y 643 (donde resultó dañada una arboleda y el tendido eléctrico estuvo a punto de ser alcanzado) y en 5 y 608. En ambos casos trabajaron los bomberos de Villa Elvira. Además, ardieron campos de 194 y 56, en Olmos.

En lo que va del mes, hubo incendios en 83 entre 6 y 7, 8 y 488, 133 y 482, 139 y 480, 152 y 43, 154 y 41, 40 y 152 bis, 142 y 79, 141 y 515, 155 y 520, 159 entre 510 y 511, 526 y 159, 526 y 115, 206 y 496, 607 entre 4 y 5... la lista es interminable, y en algunos lugares, la presencia de los autobombas se registró por duplicado o triplicado, como 146 y 37, en San Carlos, o 115 y 88, en Villa Elvira.

Entre los consejos que los Bomberos invitan a tener en cuenta, están los de no arrojar fósforos, colillas o botellas rotas en bosques, montes o pastizales; evitar arrojar colillas por las ventanillas del coche; no encender hogueras en los picnics, sino llevar comida preparada; y al prender una fogata, poner piedras alrededor, dejando una franja de 5 a 7 metros en derredor sin vegetación.