Solidaridad en moto para alegrar a los más chicos

Una caravana de un centenar de motociclistas repartió ayer regalos en el Hospital de Niños, recorriendo más de veinte salas y el área de urgencias. La visita marcó diez años consecutivos del “Kawa Club” movilizado por los chicos.

Poco antes de las 16, frente a la entrada del Hospital de Niños sobre la calle 66, un grupo de médicos e integrantes de las voluntarias del Sor María Ludovica esperaba la llegada de los miembros del “Kawa Club”, un grupo de entusiastas de las motos que hace una década que a esta altura del año realizan su “Karavana” solidaria.

Fundado por Fernando Rivera, el grupo celebra anualmente una “Spagueti party”, de la que participan hasta 300 personas y se colectan donaciones para comprar regalos y ofrecérselos a los chicos internados en el Día del Niño.

Hace diez años, en su primer iniciativa, fueron apenas diez personas las que se acercaron se acercaron al Hospital Garrahan con unas bolsas de regalos para los niños. Ayer, un centenar de personas enfundadas en chaquetas de cuero negro llegaron rodando sobre sus motos y estacionaron en la rambla de la avenida 66.

El recorrido durante la última semana no solo incluyó el Hospital Garrahan, sino también el Pedro de Elizalde y el Gutiérrez en capital federal, finalizando el trayecto con su visita al Sor Ludovica.

Gracias a las donaciones de los miembros del Club y demás personas involucradas, dos camionetas llenas de juguetes se repartieron entre 22 salas del Hospital y entre los chicos de la guardia.

Con pelucas y narices de payaso debajo de los cascos de moto, los miembros del “Kawa Club” y otras organizaciones de motociclistas, como “Legionarios de la Ruta”, recorrieron los pasillos, cambiando la rutina del sábado en el centro hospitalario. Le dieron una bolsa con regalos a cada chico, reviviendo el Día del Niño a menos de una semana de la fecha tradicional.

En la puerta del hospital, las voluntarias, con sus delantales rosas, esperaron a los motociclistas con una torta en conmemoración de los diez años que el grupo lleva visitando la Ciudad con su movida solidaria.

“Ellas nos dan las gracias a nosotros cuando en realidad nosotros somos los que deberíamos agradecerles a ellas por el trabajo que hacen constantemente”, expresó Rivera.