TURISMO

Parque Nacional Chaco, la naturaleza a pleno
Bosques, lagunas y una riquísima fauna en ambientes ideales para safaris fotográficos. Un excelente complemento de una visita al Litoral

El Parque Nacional Chaco, ubicado a 120 kilómetros al noroeste de Resistencia, entre los departamentos Sargento Cabral y Presidencia de la Plaza, representa una muy buena opción turística como complemento de una visita al Litoral, ya sea durante el trayecto de ida o al regreso, partiendo siempre desde la ciudad de Corrientes, distante sólo 20 kilómetros de la capital chaqueña.

La temporada de visita recomendada es entre los meses de abril y octubre, época en la que no se sufren los extremos calores del verano y en la que la fauna, especialmente la gran cantidad de aves del Parque, pueden observarse y fotografiarse mejor.

Uno de los atractivos de este parque nacional es la diversidad de ambientes que se encuentran dentro de sus límites: montes o bosques, sabana con palma blanca, esteros y lagunas.

Pero el atractivo mayor de este parque nacional de 15.000 hectáreas de superficie, más allá de las caminatas que se realizan por senderos autoguiados y otros que se recorren solamente en compañía de un guía, es el de la fauna.

FLORA Y FAUNA

El monte está formado por árboles de hasta 15 metros de altura, como el quebracho colorado chaqueño, el espina corona, el guayacán, el lapacho, el algarrobo, el guayaibí y el quebracho blanco. El estrato inferior del bosque está cubierto por chaguares que tienen fuertes espinas en el borde de sus hojas, haciendo casi impenetrable los montes del área. Sobre el río Negro se aprecian sectores muy densos de estas formaciones.

Este ambiente brinda refugio a algunos depredadores grandes como el puma, el gato moro o yaguarundí y el eirá o hurón mayor; y a otros animales como el chancho moro o pecarí de collar, al guazuncho -un pequeño venado que se alimenta de hojas, frutos y hongos-, al carayá o mono silbador, al aguará guazú, al curiyú y al cocoé o tataupá.

Los mamíferos de mayor tamaño se desplazan asiduamente por el área protegida y son relativamente fáciles de ver, pero además, particularmente luego de las lluvias se pueden observar las huellas de estos animales por las diferentes sendas disponibles.

En el parque vive la coralina punteada, una culebra chaqueña de llamativos colores, de la que casi nada se conoce debido a sus hábitos semi - subterráneos.

Las urracas paraguayas y moradas, el ipacaá, y el carpintero lomo blanco pueden observarse desde la zona del campamento, y - por la noche- se hacen presentes lechuzas, atajacaminos e inclusive el urutaú.

En las lagunas Panza de Cabra, Yacaré y Carpincho vive una rica avifauna, conformada por biguáes, el burrito enano, la pollona negra, el gallito de agua, el chajá, y varias garzas como el hocó colorado.

En las zonas anegadizas del borde del monte habita la tortuga acuática chaqueña. Pasa inadvertida mostrando sólo su cabeza sobre las enlodadas aguas. Los caraguatás o ananás silvestres suelen ser un buen refugio para este animal.

MONOS

El carayá o mono aullador negro es una especie que vive en grupos, que a veces superan la decena de individuos. Estos animales son conducidos por una pareja dominante. Los géneros se distinguen por el color de su pelaje y por la división de tareas. Los machos tienen un pelaje negro y se encargan de pelear y procurar el alimento, mientras que las hembras son de color cobrizo y se dedican al cuidado de las crías.

El Parque Nacional Chaco es un refugio para el carayá y el loro hablador, que son perseguidos para su comercialización ilícita. Pero la gran diversidad de aves registradas en el área protegida suman más de 340 especies.

Por otra parte, el área estuvo habitada durante miles de años por grupos indígenas que explotaban diversos recursos del ambiente ribereño, a través de una estrategia que combinó sustentablemente la caza -particularmente de carpinchos, tapires, monos, armadillos y vizcachas-, la pesca y la recolección de productos vegetales y animales. Actualmente las comunidades Tobas y Mocovíes, descendientes de esos primeros habitantes, viven en las localidades vecinas al parque nacional al igual que ciertas poblaciones criollas, cuyos orígenes provienen de los asentamientos de fines de siglo XIX y principios del XX.

LAS VISITAS

Dentro del parque se encuentra un amplio sector sombreado para acampar en cualquier época del año, que cuenta con sanitarios, mesas, fogones, agua potable y luz eléctrica. Desde este lugar parten todas las sendas para recorrer el área. En la laguna Panza de Cabra hay un camping agreste, sin sanitarios, que tiene dos parrillas y dos mesas con bancos.

Para descubrir la fauna y flora de la selva de ribera se puede transitar un sendero de interpretación que acompaña el curso del río Negro . A lo largo de una senda principal, que puede recorrerse con vehículo, conduciendo a mínima velocidad, se puede acceder a dos circuitos peatonales; uno de ellos es el sendero a las lagunas Carpincho y Yacaré: a través de 3 kilómetros de selva ribereña del río Negro se llega a los miradores de estas lagunas desde donde se puede observar una gran diversidad de aves.

El otro es el sendero de flora de un kilómetros y medio de extensión y que se inicia en las cercanías del campamento y lleva a zonas boscosas en las que se encuentran los árboles nativos de la zona.

El camino vehicular que lleva a la laguna Panza de Cabra permite recorrer 12 kilómetros de tupidos montes chaqueños, con la posibilidad de observar quebrachales, accediendo finalmente al cuerpo de agua.

DATOS UTILES

Cómo llegar

Como se dijo, una excursión al Parque Nacional Chaco puede ser un complemento de una visita al Litoral. Se pueden recorrer los 20 kilómetros que hay de Corrientes hasta Resistencia cruzando por el puente que separa a ambas ciudades. Luego, desde la capital chaqueña al Parque hay 120 kilómetros y se toma la Ruta Nacional 16 y la Provincial N° 9 hasta Capitán Solari y posteriormente por 5 kilómetros de camino vecinal. Esta localidad cuenta con servicios de ómnibus diarios.

Para viajar en auto desde La Plata a Resistencia hay que ir a Buenos Aires y después del Acceso Norte tomar la Ruta 9 hasta Zárate; desde allí se cruza el puente a Entre Ríos y se continúa por la Ruta 12 hasta Goya, punto en el que se empalma con la Ruta 27 hasta la localidad de saladas, en donde se retoma la 12 hasta la capital correntina. Para llegar a Resistencia finalmente se cruza el Puente General Belgrano.

Por vía aérea, Aerolíneas Argentinas tiene vuelos diarios desde Aeroparque a Resistencia; el costo total del pasaje de ida y vuelta es de 579,72 pesos.

Alojamiento

En la ciudad de Corrientes el costo diario de una habitación doble de hotel con desayuno incluido oscila, según la categoría del establecimiento, entre los 90 y los 250 pesos. Esas mismas tarifas en Resistencia son entre un cinco y un diez por ciento más bajas.