La Iglesia reclamó un rápido retorno a la paz social

JOSÉ ARANCEDO, TITULAR DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

La Conferencia Episcopal Argentina reclamó ayer “deponer” de manera urgente “actitudes que comprometen la seguridad y la paz social”, ante las protestas de policías que derivaron en una ola de saqueos y al menos ocho muertos en las provincias.

“El largo conflicto policial ha creado situaciones de orfandad ciudadana que no se compadecen con el espíritu y profesionalismo tradicional de la fuerza de seguridad”, advirtió, y afirmó que “necesitamos de su presencia y la valoramos”.

DEPONER ACTITUDES

“Argentina necesita con urgencia en estos momentos deponer actitudes que comprometen la seguridad y la paz social”, aseveró el Episcopado en una declaración con la firma de su presidente, José María Arancedo.

La Iglesia consideró que “no hay que negar los problemas sino asumirlos y encaminarlos a través de un diálogo sincero y constructivo, que es expresión de pertenencia y amistad social”.

Asimismo, lamentó que la crisis policial haya derivado en “hechos de desborde social, incluidos delitos contra la vida y los bienes de muchos ciudadanos” y pidió a Dios que “en el marco de la república y de sus instituciones sepamos dar una respuesta que hoy la Patria espera de sus hijos”.

Varios obispos participaron por estas horas de instancias de diálogo entre autoridades provinciales y los agentes policiales a fin de destrabar los conflictos. Los arzobispos José María Arancedo y José Luis Mollaghan participaron de reuniones en Santa Fe y Rosario, mientras que monseñor Alfredo Zecca se presentó ayer en la subjefatura de la fuerza de seguridad de Tucumán para dialogar con los policías que mantenían la protesta.

MEDIADOR

En tanto, monseñor Luis Collazuol medió en las conversaciones entre el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y los agentes, a raíz del levantamiento de las fuerzas de seguridad en Concordia.

Hace una semana, cuando comenzó la crisis policial en Córdoba, el obispo auxiliar Pedro Javier Torres intervino para mediar entre las partes, junto con el rabino Polakoff.