“Escuché una explosión y los gritos de los chicos”

EDUARDO ROSALES

El accidente quebró de forma abrupta el ritmo tranquilo de ese sector de Tolosa. “Escuché una explosión y enseguida los gritos de los chicos”, afirmó Eduardo Rosales (61), vecino de la calle 116.

Ni bien notó que algo grave había pasado, el hombre no lo dudó: “Bajé corriendo al lugar y empezamos junto con otros vecinos a sacar a los nenes del colectivo”, le contó el hombre a este diario.

No era un ómnibus escolar, pero se le parecía bastante. A esa hora del mediodía, la mayoría de los pasajeros eran chicos que volvían de clases.

Varios de ellos fueron los heridos, aunque al parecer la paciente más grave fue una mujer de unos 60 años, a la que mucha gente literalmente le caminó por encima mientras intentaba escapar del colectivo, en el medio del pánico y los gritos.

Joaquín, que vive a metros del lugar del accidente, también se acercó a colaborar y llamó varias veces a la ambulancia, que “tardó alrededor de 20 minutos”, según sostuvo.

Y una vez más, la solidaridad. Los vecinos se toparon con un escenario que presentían como posible (ver pág. 19) y entre los gritos de desesperación de los heridos, ellos también colaboraron y tendieron su mano de manera altruista y desinteresada.