Caso Gorosito: apelaron la absolución de 11 policías

LOS PADRES DE FABIÁN GOROSITO, EL JOVEN DE 22 AÑOS QUE EL 15 DE AGOSTO DE 2010 APARECIÓ ASESINADO EN MARIANO ACOSTA

Los abogados de la familia de Fabián Gorosito, cuyo cadáver fue hallado hace tres años en una zanja de la localidad bonaerense de Mariano Acosta, recurrieron ayer al Tribunal de Casación bonaerense para apelar el fallo que el 29 de agosto absolvió a los 11 policías y, a la mujer de uno de ellos, juzgados por el caso.

El letrado Silvio Alfonzo hijo dijo que en el planteo interpuesto ayer insisten en que los policías mataron al joven y adelantó que la semana próxima pedirá el jury para los tres jueces que firmaron la sentencia.

“El tribunal descree de todos los testigos y le echa la culpa al fiscal por investigar sólo a la Policía. Dice que Gorosito murió por asfixia, pero que no fueron los policías”, explicó el abogado, en referencia a los fundamentos del fallo.

Al respecto, recordó que alrededor de 10 testigos presenciaron los momentos clave: cuando Gorosito fue interceptado en la calle, las torturas que sufrió en la comisaría y cuando lo arrojaron a una zanja.

“Ya tenían la sentencia armada. El voto de la jueza (Angélica) Parera es una vergüenza, para ella todos los testigos mintieron”, dijo el abogado y recordó que los otros jueces, Susana De Carlo y Carlos Thompson, adhirieron en todo.

En el recurso, el abogado cuestionó que no se haya valorado la declaración de los testigos presenciales ni tampoco la de tres jóvenes que fueron torturados en la misma comisaría que Gorosito.

El joven de 22 años apareció muerto el 15 de agosto de 2010 junto a las vías de la ex línea Belgrano, en Mariano Acosta. En un primer momento se habló de un accidente, producto de una intoxicación y posterior caída a una zanja, pero los peritajes determinaron que el muchacho había sufrido un severo castigo y una muerte por asfixia.

Tras el hallazgo, varios testigos denunciaron que la noche anterior Gorosito había ido a comprar a un kiosco cuando fue interceptado para su identificación por un auto particular y dos motos policiales.

Según testimonios, el joven salió corriendo y desapareció hasta que el día siguiente fue hallado muerto.

Se sospecha que en la dependencia policial lo torturaron y llevaron al descampado, donde lo asfixiaron aplastándole el rostro contra la tierra.