Opinan los lectores

Las mujeres en la Iglesia

Enric Barrull Casals dice: “El papa Francisco ha asegurado que sufre cuando ve que en la Iglesia y en las organizaciones eclesiales el papel de las mujeres se reduce a la servidumbre. ‘Sufro, y os digo la verdad, cuando veo que hacen cosas de servidumbre y no de servicio’, ha dicho el Pontífice en la convención por los 25 años de la carta apostólica ‘Mulieris Dignitatem’ de Juan Pablo II sobre la mujer. El Papa, que siempre ha abogado por la importancia del papel de la mujer, explicó que es necesaria una reflexión de toda la Iglesia ‘para dar mayor valor a la presencia de las mujeres’. Respecto al tema de la carta apostólica, Francisco explicó que en ella se hablaba de la maternidad y afirmó que ‘aunque muchas cosas han cambiado en la evolución cultural y social, es un dato de hecho que la mujer da a luz a personas. Dando a la mujer la maternidad, Dios le ha confiado de una manera muy especial el ser humano’. El papel no sólo de la mujer, sino de todo ser humano ha de ser estar al servicio del mundo, pero no ser esclavo del mundo. Practicar el servicio, no la servidumbre.”

Oscar Alfredo Sereno señala: “Por estos días nos hemos encontrado ante un fenómeno inusual en la sociedad: los actos de linchamiento. Corresponde definir el término linchamiento, que viene del verbo linchar, que significa ‘ejecución sin proceso legal por parte de una multitud o grupo de personas a un sospechoso o un reo’. Se suele producir en forma espontánea por motivos sociológicos concretos. Se puede establecer que es un mecanismo de autodefensa que se impone un grupo en pos de la defensa de sus derechos, cuando existe una ausencia, tanto por acción un omisión del Estado, quien es el que detenta el monopolio de la fuerza, de acción en sí misma en el marco del predominio del imperio de la ley. Estos injustificables hechos, indudablemente reflejan una percepción de la sociedad de inacción de quienes deber ser custodios de la seguridad de los ciudadanos. Tenemos que asimilar estos acontecimientos para que resulte un punto de inflexión, para que los que tengan que actuar en definitiva permitan que los comunes de la sociedad puedan desarrollar sus vidas en forma normal.”

Luis Oscar Venanzi puntualiza: “En mi parroquia, Nuestra Señora de Guadalupe, apareció una leyenda pintada en el frente en la que se hace alusión a que la Iglesia esté ardiendo para iluminar. Para los neófitos en la materia, la Iglesia somos los fieles que concurrimos habitualmente, y a lo que se quiso referir el autor material de la agresión, habrá sido al templo. A la Iglesia es imposible hacerla arder, como él pretende. Hechos de este tipo ya son un mal generalizado y no se respeta ninguna superficie y aparecen pintarrajeados una gran proporción de los frentes edificados de nuestra ciudad. Este tipo de accionar se ha generalizado en La Plata y aledaños, por no decir en todo el país. Sabias palabras las de nuestro párroco, que en la Santa Misa comentó que debemos rezar por nuestros amigos y también por nuestros enemigos. Este es el verdadero testimonio que debe dar un católico.”

Silvia Cilia escribe: “Es evidente que al gobierno no le interesa la escuela pública. El discurso de la educación como medio para lograr mayor equidad queda totalmente desdibujado, desde el momento en que se subsidian los colegios privados en desmedro de los públicos. ‘Quien puede pagar un colegio privado tendrá mejor educación, ya que los docentes no pueden protestar y los alumnos tienen clases todos los días’. Los colegios privados son negocios privados. Sus dueños seleccionan a su alumnado: quien no reúne el perfil de alumno sugerido por el establecimiento, no puede ingresar al mismo. La escuela pública tiene la obligación de incorporar a todos por igual. Pues entonces que los privados se hagan cargo también de sus gastos. Si no entendemos esto, será muy difícil avanzar y jamás habrá dinero para las escuelas públicas, ni equidad”.

Guillermo Bolech indica: “En esta etapa del año, quedándonos más de un año para las elecciones primarias, y ante la situación por lo menos preocupante para toda la sociedad, sería muy conveniente e importante que todos los partidos y agrupaciones políticas, se congregaran en algún sitio para realizar acuerdos de temas significativos, trascendentales y substanciales, como por ejemplo: inseguridad, salud, educación, inflación y salarios. Esos acuerdos, al no estar ensuciados por períodos electorales, o sea, al ser neutros su tratamiento, implicaría la necesaria obligatoriedad de cumplimiento, para el futuro vencedor de las elecciones. Con ello, lograría la sociedad, y para los tiempos, tener pautas de entendimientos y por ende de cumplimiento necesario, forzoso, imperativo e ineludible. Se puede mejorar, si realmente se quiere.

Juan V. Bolech dice: “Deseo expresar mi preocupación por la improvisación con la que actúan quienes tienen la `batuta` a sabiendas que existen facultades de todas las profesiones en nuestra querida Universidad para consultar antes de cometer los menores errores. Sobre educación, es bueno dotar a la juventud y a las cárceles de escuelas de artes y oficios; en salud, capacitar para que un `chico` sepa derivar y no ocurra como a mi hermano que fue despachado de una guardia sanatorial a su domicilio para a las 2 horas internarlo de urgencia por meningitis. Sobre servicios, sería importante volver al ferrocarril pues resulta más económico y menos peligroso que nuestras rutas. Sobre seguridad, rotar a todo el personal como lo hacen las fuerzas nacionales; no sólo a los jefes, saneando así la cadena de mandos y de esa forma evitar como en estos días se ve por la prensa la convivencia con la delincuencia, además de poder erradicar la violencia y prepotencia de barras y punteros que matan sin piedad y violan los derechos de los demás”.