Buscan recuperar un símbolo de la industria del ladrillo en Ringuelet

La Fundación Espacio Ctibor e ICOMOS en el marco de la celebración del Día Internacional de los Monumentos y Sitios, y del Día Internacional de los Museos, se movilizan para preservar la emblemática torre de ladrillos en Ringuelet.

De la iniciativa también participan con su apoyo la Asociación Hoja de Tilo, Fundación ciudad de La Plata, La Asociación de Artistas Plásticos, ADIMRA, MUSAS y los representantes de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, al público presente, amigos.

La Fundación Espacio Ctibor fue creada por los descendientes del Ingeniero checo Francisco Ctibor, en tercera y cuarta generación, para llevar adelante acciones orientadas a la preservación de la historia local, la historia de la ciudad de La Plata y la historia empresarial de la familia.

Lo hace a través de este espacio, el Museo del Ladrillo, custodiando y exponiendo los bienes de la más antigua fábrica de Ladrillos en la zona.

Brinda asesoramiento tecnológico y cuenta con un espacio para actividades culturales abierto a la comunidad. Un lugar donde expresarse, desde lo tecnológico, lo artístico, lo educativo, lo empresarial.

RESTAURACION

Luego de la restauración y puesta en valor de la vieja administración, la Fundación se propuso un segundo desafío: Dar respuesta al espacio cedido oportunamente al Municipio como plaza. Desde 1998 este predio aledaño al Museo hoy lleva el nombre de “Plaza Francisco Ctibor”, por resolución del Consejo Municipal en 2013, gracias a la gestión de la arq. Alicia Pérez Nuñez, miembro de Icomos.

El siguiente paso fue pensar en su refuncionalización como espacio público real y para ello se encaró un trabajo conjunto en el marco de un convenio con la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UCALP y a través de la Cátedra de Diseño III que conducía nuestra querida colaboradora Arq. Perla Strelzik, recientemente fallecida, y también miembro de Icomo, para que, del trabajo con sus alumnos durante 2013, surgieran anteproyectos viables para su puesta en valor, que esperamos se conviertan en realidad…..

“Como hemos visto, la tarea emprendida, no se acaba aquí en la vieja Administración restaurada, reciclada, puesta en valor. Este espacio forma parte de un conjunto de bienes muebles e inmuebles, que trasmiten valores culturales, históricos, estéticos y/o ambientales que merecen ser preservado y que cuenta con declaratoria de interés municipal por ordenanza Nº 1270 De 2010”, aseguran en la Fundación.

Ese conjunto está conformado por las chimeneas, la primera vivienda familiar ubicada en 514 y el Camino Centenario; otra - que fuera vivienda de obreros- , sobre la calle 514 ; la administración, la chimenea del Horno menor, la chimenea del sector de producción, y el Horno Hoffman. Este último, esencial en el sistema de producción industrial de la época. Todos ellos definen un sector del paisaje urbano de Ringuelet. Un sector que está impregnado de estos elementos expresivos y que han devenido a lo largo del tiempo en aprehensión sensible por parte de la comunidad en recorridos, visiones progresivas y secuenciadas o perspectivas aún mas lejanas…

“Quién no se ubica tomando como referencia las chimeneas ? Quién no ha admirado la enredadera de la casa de la esquina? ¿Quién no ha expresado su inquietud por el Horno sobre el Centenario?”, indicaron en el Museo del Ladrillo, donde agregaron: “Por todo ello es que en esta ocasión, amalgamando los fechas el 18 de abril Día Internacional de los Monumentos y Sitios y el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos iniciamos este tercer desafío y consideramos pertinente esta convocatoria a la comunidad con la intención de generar conciencia sobre una situación que nos preocupa: desde hace 14 años en que la empresa trasladó su sede al Parque Industrial de Abasto, fuimos observando con preocupación cómo nuestro querido Horno Hoffmann afectado dentro del predio de la empresa multinacional de unos de los hipermercados de Ringuelet. se fue deteriorando paulatinamente Aunque negándose a desaparecer. El Horno Hoffmann, la razón de ser de aquella fábrica fundada por y para la construcción de los edificios emblemáticos de la ciudad, que siguen siendo orgullo de todos nosotros. Horno que expresa los avances tecnológicos del siglo XIX en nuestro país en concordancia con Europa. Una fábrica que como otras unió a extranjeros y argentinos en el trabajo, en la vida cotidiana, en el barrio… fue referente del encuentro de razas que amalgamó historias, procedencias, culturas en la Región”, aseguraron la Arquitecta Cristina Avinceta y la doctora María Victoria Ctibor, integrantes de la fundación.