Asesinó a puñaladas a su ex esposa, sus tres hijos, un vecino y se suicidó

En unos cuantos minutos (calculan que no más de 10), un empleado municipal de la ciudad bonaerense de Necochea asesinó a puñaladas a tres de sus hijos y a su ex esposa, degolló a un vecino que quiso parar la masacre e hirió a dos policías que pretendieron detenerlo antes de que ese atrincherara en un galpón. Ahí, finalmente, se ahorcó, informaron fuentes policiales y judiciales.

“Mi papá ha hecho un montón de cosas que hacían suponer que sí (podía matar), pero tal vez todos lo minimizaron, y pocas personas le dieron importancia”, contó ayer la hija mayor del criminal, quien se fue del hogar familiar cuando tenía 16 años. Ella y su hermanito de 10 son los únicos que sobrevivieron a la locura criminal de su padre, Roberto Daniel Vecino (56).

Cuentan los testigos que este hombre mantenía peleas frecuentes con su ex mujer, Marta Esther Curuchet (52), con quien tenía cinco hijos. Estaban separados, pero vivían en el mismo terreno del barrio Fonavi, donde él había edificado otra vivienda.

Marta Esther era prima lejana del senador provincial y ex campeón olímpico de ciclismo, Juan Curuchet.

Según las fuentes, todo ocurrió ayer a la mañana en esa localidad situada a unos 130 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata, cuando Curuchet y Vecino volvieron de llevar a su hijo de 10 años a la escuela. El nene tiene capacidades diferentes.

UNA SECUENCIA FRENETICA

La pareja ingresó en la casa del hombre, sobre la calle 63, y empezaron a discutir en la cocina, hasta que Vecino tomó una cuchilla tipo machete, con una hoja de unos 50 centímetros de largo y asesinó a la mujer. Después se dirigió a la casa de ella, lindera a la suya, sobre la avenida 98, y en la planta alta atacó a sus hijas Rosa (21) y Etelvina (19).

Un hermano de Curuchet observó cómo Vecino atacaba a la cuarta víctima, su hijo Roberto (19), quien alcanzó a escapar corriendo de la casa, pero el agresor lo persiguió hasta alcanzarlo, a unos 50 metros de allí. Lo redujo a golpes y lo degolló.

En ese momento, Horacio Córdoba, de 70 años, pasó por el lugar con su camioneta roja y vio a Vecino corriendo a su hijo. Frenó, bajó y quiso interceder para evitar el ataque, sin imaginar que iba a ser la próxima víctima del asesino.

“Para vos también hay”, le dijo el hombre antes de degollarlo, según contó Hugo Moller, periodista de Necochea.

Córdoba era encargado del predio de la Sociedad Rural de Necochea. Su camioneta quedó estacionada en la vereda. Su cuerpo, al lado del de Roberto.

Una versión indicaba que Vecino volvió a la casa a buscar a las hijas, que estaban encerradas en el dormitorio de la planta alta, una de ellas, herida. Pateó la puerta y las mató. Sus cuerpos quedaron destrozados, según quienes vieron la escena.

Mientras Vecino perpetraba su masacre, el hermano de Curuchet alcanzó a pedir auxilio en la casa de unos vecinos, desde donde llamaron al 911, por lo que un patrullero de la comisaría local arribó a la escena cuando el asesino estaba en la calle.

Lo primero que intentaron los policías fue desarmar a Vecino, pero éste tomó una segunda arma blanca que llevaba en la cintura -más angosta y filosa que la primera-, y los hirió a ambos en las manos, tras lo cual huyó corriendo y se atrincheró en un galpón de su casa.

EPILOGO

De a poco, la escena se fue llenando de policías, peritos, ambulancias y curiosos. Mientras tanto, los efectivos intentaban disuadir a Vecino para que se entregara. Cuando el personal del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Necochea ingresó al galpón con una orden judicial, encontró al homicida ahorcado, agregaron las fuentes.

En tanto, los dos policías heridos fueron trasladados a un hospital, donde permanecen internados aunque fuera de peligro.

Por otra parte, los peritos secuestraron las dos armas blancas utilizadas y trasladaron los seis cadáveres a la Morgue Judicial del Hospital Municipal de Necochea donde ayer se llevaban a cabo las autopsias.

La masacre es investigada por la fiscal Mirta Ciancio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 de Necochea, quien confirmó en declaraciones a la prensa que Curuchet y Vecino “estaban separados, y según el hermano de la víctima, tenían discusiones frecuentes, (aunque) no existen denuncias realizadas”.

Sin embargo Daniela Vecino, la hija mayor del asesino y Curuchet, recordó una serie de antecedentes violentos cometidos por su padre, uno de ellos ocurrido cuando ella tenía 9 años y vio como él “le apuntaba con un arma” a su mamá. “Cuando era chica lo denuncié a mi papá, pero fui sola a la comisaría porque mi mamá le tenía miedo, le tenía terror”, añadió Daniela.

Con la muerte de Vecino no habrá proceso judicial penal, porque al fallecer el autor de los hechos se extingue la acción penal.