La actividad ya está en el nivel pico de 2015

La economía no sólo recuperó el terreno perdido desde el cambio de gestión sino que prácticamente está al mismo nivel que en el pico previo (que tuvo lugar en junio de 2015), y las proyecciones a corto plazo indican que el buen momento continuará, destaca un informe reciente de la consultora Management & Fit.

Son sin dudas buenas noticias para el Gobierno, de cara a las elecciones legislativas.

Una vez pasado ese “hito”, el desafío será sostener el crecimiento y así romper con el ciclo de alzas y bajas alternadas. El trabajo destaca que la mayoría de los sectores está mejorando.

De las 15 actividades que componen la economía argentina, 13 están actualmente en expansión. Unas 10 ya se recuperaron de la caída posterior a la asunción de Macri y otras 4 lo lograrían en los próximos meses, si se mantiene la tendencia actual.

El único sector que todavía no dio señales positivas es Minería. Si bien la mayoría de los sectores aún no logró superar el pico previo, la tendencia subyacente es positiva, ya que 13 de las 15 actividades muestran crecimiento interanual positivo desde hace 3 o más meses. La situación laboral mejora pero no tanto como la actividad económica.

Y es que si bien el empleo total registrado está por encima de los niveles de 2015, gran parte del incremento se debe a la mayor cantidad de empleo público, monotributistas y empleados domésticos, destaca el informe de la consultora.

En efecto, el empleo privado formal todavía está por debajo del nivel previo al cambio de gobierno. Las disparidades para este segmento se notan en términos sectoriales y geográficos.

De los 15 sectores relevados, 7 de ellos no han logrado volver a su situación anterior, destacándose (por lo negativo) la performance en minería, actividad inmobiliaria e industria. Con un peso de casi 34% en el empleo privado total, los datos no carecen de relevancia.

DIFERENCIAS

Por otra parte, el Gran Buenos Aires y el interior del país conservan sus diferencias: mientras que en el Conurbano el empleo aún no logra volver al punto inicial, en el resto del país no solo se ha recuperado, sino que se ha expandido un 3%.

La baja respuesta del empleo al crecimiento económico puede deberse a los típicos rezagos del mercado laboral (las firmas demoran en contratar más personal hasta estar seguros respecto al cambio en la demanda) o, lo que sería más preocupante, una caída en la elasticidad empleo-producto (acaso por la apertura comercial o por el reemplazo de trabajo humano por maquinaria). Leídos los datos en clave electoral, el contexto es favorable al Gobierno. Como mencionáramos, la poca información del tercer trimestre muestra una continuidad del buen momento.

El resultado preliminar de nuestra proyección en tiempo real del PBI (Nowcast) arroja un crecimiento trimestral de 1,5% (sin estacionalidad) y de 4% anual para el tercer trimestre, por encima de las proyecciones de los analistas (1,2% trimestral según el REM).

A ello se debería agregar los datos positivos (no tanto como se esperaba, pero positivos al fin) de empleo, ingresos reales en pleno crecimiento y renovada confianza en el Gobierno y la marcha de la economía.

Poco a poco, la atención se posará sobre los desafíos por delante. Con el año prácticamente jugado, el 2018 comienza a concentrar los análisis. El Gobierno, lógicamente, mantiene una visión optimista, con un crecimiento esperado de 3,5% anual. Los analistas coinciden en que la actividad continuará expandiéndose, pero a un ritmo algo más bajo 3%.