Asaltó a una joven, se llevó $ 10 mil y los dientes marcados de dos perros

El asalto sufrido por una chica de 24 años a temprana hora de ayer, tras ser sorprendida por un delincuente en su departamento próximo al Registro Provincial de las Personas, tuvo singulares matices.

Según lo relatado a este diario por un empleado de la concesionaria “Fassero Automotores”, ubicada en 1 entre 62 y 63, la odisea para la joven comenzó cuando “entre las 6.30 y las 7 de la mañana” su novio se fue del lugar para ir a trabajar.

La situación, en ese mismo instante, fue usufructuada por un ladrón de unos 40 años, que se encontraba escondido “en el gabinete de los medidores del gas”, dentro del edificio, según indicó a EL DIA el mismo vocero.

En tal sentido, Raúl Perea (58) reveló que “a los 10 minutos que se fue el novio de la hija del dueño de la concesionaria, el ladrón golpeó la puerta del departamento. Ella creyó que el novio se habría olvidado algo y abrió. Y ahí el delincuente se mandó para adentro”.

También hizo saber que el asaltante “le dijo (a la joven) que era ladrón, no un violador. Pero a su vez, tomando un cuchillo de la casa, la amenazó con matarla si no le entregaba dinero”.

La chica, aterrada, atinó a darle “su celular, una cámara fotográfica y una mochila”.

Pero el ladrón insistía en reclamarle a viva voz y en forma intimidatoria, que quería efectivo.

Entonces, para calmarlo, siempre en base a lo informado por Perea, “le dijo al ladrón que fueran a la planta baja, que ahí su padre tenía dinero en la concesionaria”. Y hasta desactivó la alarma para no enfurecerlo más.

INESPERADA RESISTENCIA

Una vez que entraron a la agencia el asaltante se encontró ante un obstáculo que jamás imaginó: fue mordido por las mascotas de los dueños del local, un ovejero alemán llamado “Rocco”, y una perra boxer que se llama “Daga”, quien saltaron en defensa de la chica.

El ladrón, enfurecido, se defendió “a las patadas, de bronca”, acotó Perea.

Luego el asaltante consiguió lo que había ido a buscar. Y al respecto, el empleado estimó que “se habrá escapado de acá con unos 10.000 pesos”.

Antes de alejarse de la zona, dejó encerrada con llave a la joven, que igualmente pudo avisar al 911 con el teléfono de línea de la concesionaria.

“Cuando llegó la Policía, ella salió del local a través del portón de entrada”, completó Perea.

Asimismo, tras sobreponerse al estado de shock nervioso que le provocó el terrible episodio, la joven se comunicó con su padre, que había viajado a Pinamar y que regresó a La Plata tras enterarse de lo sucedido.

Se cree que el amargo momento para esta joven habría durado cerca de media hora. Y del asaltante nada se sabe por el momento sobre su paradero, pese a que efectivos policiales salieron de inmediato a buscarlo.

Por otra parte, Perea recordó que el propietario del local, que vive junto a su hija en el departamento donde la sorprendió el ladrón, “fue asaltado acá y secuestrado, creo que en el año 2006, por delincuentes que se hicieron pasar por clientes”.

En el hecho, tomó intervención personal de la comisaría novena, con conocimiento de la UFI de Autores Ignorados de La Plata.