Otra obra platense llega a la calle Corrientes

La cartelera porteña ofrece, cada vez con más frecuencia, espectáculos que contienen sello platense, en una tendencia que se consolida con el correr de las temporadas. Y este todavía fresquito 2017 ya nos muestra un ejemplo de esta explosión de localía “más allá de la Autopista” con el próximo estreno de “El elogio de la risa”, el unipersonal que protagonizará Juan Leyrado en el Multiteatro con libro y dirección de “nuestro” director, autor, docente teatral y actor Gastón Marioni.

No es su debut en la Calle Corrientes. Para nada. “Tanguito Mío”, el musical con el que ganó el premio máximo de la cultura a nivel nacional, le abrió las puertas porteñas dentro del rubro infantil, primero, y del teatro para adultos, después.

Tras exitosas temporadas de obras como “Melodías de diván” y, más recientemente, “La vagina enlutada”, el también director del Coliseo Podestá fue convocado por Carlos Rottemberg para escribir un espectáculo unipersonal para ofrecer en esa sala, y el productor Gustavo Ferrari le propuso a Juan Leyrado, un nombre propio que no necesita presentación.

La química fue inmediata. Y el proceso creativo se fue dando solo, entre encuentros distendidos de conocimiento, búsqueda y reflexión. Así nació esta pieza que explora cuestiones universales como la edad, el tiempo y algo tan necesario y gratuito como la risa, algo que todos deberíamos practicar un poco más.

En escena, Leyrado es Antonio, un hombre muy singular que aguarda por su mujer para festejarle su cumpleaños. Mientras espera, entre la impaciencia y el anhelo de celebrar, surgirá un entretejido de recuerdos, vivencias y sensaciones acerca de una historia de amor que tuvo su origen en la risa, una risa que tiene la particularidad de ser única. Unica como la experiencia que emprenderá este hombre entrañable, que sin buscarlo ni imaginarlo, descubrirá una nueva mirada sobre su propia historia.

SENSACIONES PREVIAS

Intrigado, ansioso y con curiosidad, así aguarda el estreno de su criatura Marioni, esperando la lectura de un trabajo construido durante varios meses de ensayo. “Pero realizar ese salto de la mano de un intérprete como Juan le agrega un placer y una seguridad singular; y a la intriga entonces se le adosa la certeza de que trabajar con un actor como él, hace que el riesgo vale la pena”, asegura el artista local, en diálogo con EL DIA, y destaca que el contexto en el que se enmarca la pieza, con el Multiteatro oficiando como anfitrión, le agrega un plus de “adrenalina” al cúmulo de sensaciones que lo abordan en las horas previas al alumbramiento.

En la historia, la espera se aborda como un lugar de reflexión. “¿Qué se detiene, el tiempo o nosotros?”, cuestiona Marioni, y remarca que el paso del tiempo, tal cual lo dice su personaje, es “un problema sin solución”. Una tesis que Antonio tomará para hacer “una parábola que lo llevará a otro lugar, novedoso, inesperado y resiliente pero, por sobre todo, muy humano”.

¿Es importante, en una relación sentimental, reírse juntos? Su respuesta llega con una carcajada. “¿Acaso es serio el amor?”, repregunta y se contesta: “Creo que no habrá mayor inteligencia que entender con humor al mismísimo amor”.

A punto de cumplir los cuarenta años, el director -que fue distinguido en febrero con el Estrella de Mar al mejor espectáculo infantil por “Cantando sobre la mesa”- confiesa que se ha olvidado en muchos tramos de su vida a “esa buena compañera” que es la risa, y sostiene que “tal vez esta obra llegó para advertirme de su presencia más seguido”.

En relación al proceso de creación, y la delgada línea que divide la ficción y la realidad, Marioni sostiene que es cuestión de “oficio” el hecho de poder separar aunque “no siempre sale”. “Esta vez, hay un despliegue sutil y amable conmigo mismo en el que me permito ‘decir’ y tal vez con una voz renovada presentar una mirada sobre el tiempo, la risa y el amor”, aclara.

Multifacético, el platense mantiene una estructura de labor que se reparte entre la gestión pública -al frente del Coliseo Podestá-, el trabajo autogestivo -como director de su sala independiente- y el teatro comercial -con este estreno en calle Corrientes-, una actividad paralelamente intensa que logra enfrentar siendo “muy prolijo con la agenda y confiando en los equipos de trabajo”. Para Marioni la clave es “una buena planificación”.

A la hora de hacer un balance sobre su vida y obra, con menos de cuarenta años y un puñado de grandes éxitos -tanto acá como allá- bajo el brazo-, el director se reconoce “más grande pero con la misma curiosidad de siempre”, y revela su fórmula: “Me entrego como la primera vez, deseoso de aprender, un poco más advertido de disfrutar, con humor, los buenos momentos, que son claramente los que al fin de cuentas... cuentan”.

“El elogio de la risa”, que tendrá el viernes su estreno oficial, se ofrecerá de miércoles a domingos en la sala de Avenida Corrientes 1283, con entradas desde $300.