Un triunfo para dar vuelta la página y cambiar la cabeza

En el fútbol el estado de ánimo juega un rol fundamental. En algunos casos mucho más que la propia acción del juego. Digamos: en el fútbol argentino, con la cabeza positiva hay más chances de ganar que de perder un partido.

Eso le pasó ayer a Gimnasia, que jugó un gran encuentro, incluso antes de quedar en desventaja y cuando Colón se puso arriba por un horror de Maximiliano Coronel. Este no es un detalle menor, porque un par de fechas atrás un error así era suficiente como para que se acabase el partido.

Esta renovada versión de Gimnasia, con una dupla técnica nueva, sin experiencia y frágil en los papeles, armó un equipo lógico, con centrales, laterales, volantes y delanteros en sus puestos naturales. Sin misterios. Pero, fundamentalmente, con un nuevo semblante, positivo y ganador. Ayer el equipo jugó de otra manera, del minuto cero al noventa y pico. Y tuvo premio.

El Lobo lo ganó de cabeza, aunque no haya convertido ningún gol de testa. Lo ganó porque fue más que su rival, tuvo más ambición, ligó cuando tenía que hacerlo y se equivocó menos. Entró a jugar convencido de que podía ganar. Y lo hizo, no es poco.

El triunfo provocó un desahogo interno en el plantel, golpeado por las últimas derrotas. Por eso no extrañaron los abrazos en el centro de la cancha, el festejo y algunas declaraciones post partido, entre ellas la del lateral Facundo Oreja quien le apuntó (sin nombrarlo) a Gustavo Alfaro con una frase que hizo ruido: “Gimnasia no es inferior a nadie, eso es una mentira. Necesitamos tener protagonismo. Ultimamente ganábamos y la gente no se sentía identificada con lo que era el equipo”.

El defensor expresó públicamente por primera vez un sentir de buena parte de los hinchas y seguramente hasta de los jugadores, que no compartían la manera de vivir, plantear y jugar los partidos del ex entrenador.

El debate está abierto y habrá muchos a favor y otros tantos en contra del pensamiento de Oreja. Pero es una realidad más vieja que el fútbol mismo.

¿SE ANIMA A LA SUDAMERICANA?

El triunfo de Gimnasia, además de servirle para dejar atrás una racha negativa lo puso otra vez en carrera por meterse en la próxima edición de la Copa Sudamericana, lugar reservado para los equipos que finalicen el torneo entre el puesto 6 y el 11.

Hoy por hoy se ubica 14to con 37 puntos, a sólo dos unidades del último clasificado, Lanús (39) y en la misma línea que Defensa y Talleres, que jugarán hoy, ambos en condición de local.

No asoma sencillo el objetivo, pero cuando la cabeza está en positivo lo malo se disimula, los rivales se equivocan más que los propios y la pelota entra al arco. Eso sí, para alimentar la chance deberá ganarle a Banfield. Y seguir con la cabeza así. Fundamental.