Primeros contactos por el plan de desarme en Tolosa

La campaña lanzada ayer en Tolosa, para que los tenedores de armas las entreguen a cambio de comida y alimentos, ayer empezó con la primera entrega voluntaria.

Se trata de un hombre, que se comunicó con los organizadores del proyecto, que pretende entregar dos pistolas oxidadas, al parecer sin capacidad de disparo.

Ante la presunción de que su hijo las usaría para cometer delitos, esa persona consultó también qué suma de dinero le darían a cambio. La respuesta fue que esa cantidad la establece la ANMAC, ex RENAR.

La entidad tolosana Iniciativa Ciudadana se va a encargar de trasladarlas. Previo a eso, harán la averiguación judicial de que ninguna de esas pistolas está implicada en la comisión de un delito.

A cambio, los organizadores de la campaña prometen confidencialidad, alimentos por un tiempo determinado más ropa y calzado. El planteo apunta a un giro en el estilo de vida de quienes están en el delito.

“El mayor problema que vemos es la proliferación de armas en los jóvenes. Más allá de las drogas, el otro gran tema, que se suma a la absoluta ausencia del estado”, evaluó Pablo Pérez, uno de los impulsores de la medida.

¿Tiene valor la entrega de armas oxidadas? Para Pérez, sí: “Muchas veces son armas que no disparan, pero que igual les sirve para salir a robar porque con eso asustan. Pero también es factible que lo maten al ladrón, si es que se enfrenta con alguien que tiene una en funcionamiento. Hoy el acceso es para cualquiera y nadie hace nada para revertirlo”, apunta.