Una tragedia pone en la mira el drama de los acosos laborales

La operadora del teléfono de emergencias no podía dar crédito a lo que escuchaba. Del otro lado de la línea, un hombre alertaba a la policia de su propio crimen. Acababa de matar a balazos a dos compañeros de trabajo, decía. Otro de ellos, con una tijera clavada en el cuello, agonizaba en el suelo. “Tuve un ataque de furia”, decía. Más tarde, ante la justicia, atribuiría esa reacción a las constantes cargadas que, dijo, le hacían sus compañeros por las secuelas que le había dejado una enfermedad.

Cuando los policías llegaron al lugar encontraron un escenario de pesadilla. Dos hombres muertos a balazos (Ramón Rojas, de 59 años, y su hijo Damián Rojas, de 28), otro (Hugo Herrera, 60) gravemente herido. El autor del violento hecho (José Suárez, 42) entregaba a los efectivos, sin resistencias, el revolver calibre 32 que ese mismo día había llevado al trabajo.

El hecho se produjo en el barrio San Vicente, en Córdoba, en una fábrica de hielo donde trabajaban tres de los cuatro protagonistas de esta historia. El cuarto, Damián Rojas, manejaba una camioneta y era hijo de Ramón, la otra víctima fatal.

Mientras el herido era operado en un hospital de Córdoba por las graves lesiones sufridas en el cuello, se investigaba la salud mental del autor del hecho.

Según algunas hipótesis, José Gustavo Suárez era una persona callada de la que jamás se hubiera podido imaginar una reacción de ese tipo.

Las versiones que manejan los investigadores es que el hombre había sido operado recientemente de un cáncer de próstata y a raíz de esa situación tenía disfunciones sexuales y problemas para la micción, lo que habría motivado permanentes cargadas de sus compañeros de trabajo referidas a su capacidad y su identidad sexual.

Con todo, la del ataque de furia no es la única hipótesis que se maneja. Otra, apunta a un ataque planificado y premeditado y se basa en que ese día Suárez había llevado el revólver y había dejado una nota en su casa cediendo a un vecino sus bienes. El acusado permanece detenido e imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego reiterado y por lesiones graves calificadas.

El hecho puso en el centro del debate al mobbing, una modalidad de acoso que encuentra como escenario al ámbito laboral y que es más frecuente de lo que parece.

Si bien en el caso cordobés resta mucho por investigar, aparecen elementos vinculados con el maltrato que actualmente se investigan.

Y aunque normalmente los casos de mobbing no tienen un desenlace trágico, sus correlatos son importantes tanto en la faz productiva (ausentismo, disminución de la productividad), como en la calidad de vida de los que sufren el acoso (posibles trastornos físicos y psicológicos derivados que pueden llegar a las afecciones cardíacas, digestivas o la depresión).

Entre los casos de mobbing que tuvieron una especial resonancia en la Región se cuenta uno ocurrido en el años 2016 en Chascomús, cuando un empleado municipal de esa ciudad fue violado y filmado por compañeros de trabajo en un corralón comunal.

Fuente gremiales indicaron oportunamente al difundir aquel hecho que “hace dos meses que denunciamos ante las autoridades que en dependencias municipales ocurrían hechos de destrato, violencia laboral y otras violencias. Ninguna, claro está, de esta magnitud. Pero es evidente que no se tomaron medidas para proteger a los trabajadores”.

Según datos manejados por la Organización Internacional del Trabajo, las más acosadas en el trabajo son las mujeres de entre 30 y 45 años. De ese estudio y otros realizados en Europa se desprende que el mobbing en sus distintas formas afecta a un 11,8% de mujeres y a un 6,1% de varones.

Una de las características de estos casos es su invisibilidad. Muchas veces la víctima no hace público su reclamo ni recurre a sus jefes debido a su temor de que hacer pública la situación puede afectarlo de alguna manera en su trabajo (ver aparte).

El término mobbing viene del inglés “to mob” (atropellar), una práctica que se da continua y sistemáticamente.

La identificación de este fenómeno no es nueva, pero últimamente distintas entidades internacionales advirtieron sobre la necesidad de trabajar en la prevención.

En su informe anual de los años 2005-2006, por caso, la OIT recomnendó que las empresas recurran a la capacitación para prevenir el problema, describiéndolo y manteniendo charlas sobre el mismo con los trabajadores.

También se recomienda que haya diálogos entre líderes de distintos niveles de la compañía en el que este tema sea considerado.

la conmocion por el caso cordobes

El caso registrado en Córdoba conmocionó al país entero por su desenlace extremo.

Ayer, el dueño de la fábrica de hielo donde se produjeron los hechos dijo sentirse “destrozado”.

Cristóbal Lázaro dijo que “nunca pensamos que esto podía pasar, aunque reconoció que en una charla que había mantenido con el empleado que mató a sus compañeros éste le había confesado que se sentía “incómodo” . Y que agregó, “los muchachos me embroman, me cargan”.

En tanto, otra arista del caso también llamó la atención. Fue el hallazgo de una carta donde el empleado que cometió los crímenes dejaba sus bienes a un vecino.

El hombre acusado de disparar contra los dos trabajadores y herir a otro con una tijera, escribió antes de los ataques una nota a un vecino en la que le otorgaba sus bienes; le decía que dentro de 20 años iba a intentar recuperarlos y le pedía perdón, informaron fuentes de la investigación.

La nota, escrita en un cuaderno, fue encontrada en un allanamiento realizado por la Policía en la casa del detenido, situada en el barrio San Fernando, de la capital cordobesa, donde vivía solo.