Los Premios Emmy, desde adentro

Cuando mañana las principales estrellas televisivas comiencen a acercarse al Teatro Microsoft de Los Angeles, ataviados para una nueva entrega de los Emmy, los premios de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión de Estados Unidos, allí estará Axel Kuschevatzky para recibirlos: el periodista especializado en cine, guionista y productor cuyo nombre es asociado al éxito de “El secreto de sus ojos” y “Relatos Salvajes”, es a esta altura un experto en alfombras rojas tras más de 10 ceremonias de Oscar, pero este año marcará su debut en la entrega de estatuillas más importante de la televisión.

Una gala que ha cobrado gran importancia global con el desembarco de la televisión estadounidense en los hogares de todo el mundo de manera masiva, volviéndose obligado tema de conversación en toda reunión los últimos descubrimientos en materia de series: esta Segunda Era Dorada de la TV norteamericana es relacionada por algunos analistas como consecuencia del desembarco de los servicios bajo demanda, pero Kuschevatzky, sin embargo, prefiere no realizar esa conexión de manera tan directa.

“Las series no son mejores o peores porque se vean bajo demanda, en la TV paga o en la TV tradicional, y tampoco un proyecto con más presupuesto es necesariamente una mejor serie”, analiza sobre el que define como “un cambio de forma de llegar a los contenidos. Pero no creo que eso mejore o empeore los contenidos”.

El productor de “El secreto de sus ojos” acepta de todos modos que “el gran ganador de la noche va a ser una combinación entre la TV paga y los servicios bajo demanda” porque “casi no hay series nominadas de la TV abierta” (la excepción es “This is us” en drama), aunque explica que por más vaticinios de muerte que se tejan, lo más probable es que aire, cable y streaming “convivan”, y que los canales tradicionales se adapten a las nuevas formas de consumo con sus propios servicios on demand.

La ceremonia de los Emmy tendrá entre sus nominados a numerosos actores de larga trayectoria en el cine y oscarizados, destacándose la presencia de Anthony Hopkins y Kevin Spacey, cabeza a cabeza en el rubro de mejor actor dramático, pero Kuschevatzky tampoco quiere apresurarse a conjeturar que esta tendencia es reflejo de un éxodo del cine a la televisión donde, se repite, los creadores y actores hayan mayor libertad para tomar riesgo.

Esta supuesta fuga de talentos que sugiere que el cine está muriendo, dice, “es un mito”: “Desde que tengo memoria siempre hay alguien que dice que alguna forma tradicional está agonizando. Sin ir más lejos, a principios de siglos decían que ahora la gente iba a ver solo reality shows, y quince años después dominan las series”, dice, y opina que “no creo que se trate de ‘libertad o no libertad’, esa es una fantasía que se tiene desde afuera: en el sistema de producción norteamericana deciden el showrunner y la cadena, no los directores o guionistas, y ese es el mismo sistema que en los servicios de streaming”.

“Más importante que la idea de si hay o no libertad”, analiza, “es que existe es más dinero en el sistema, y eso se nota. Lo que empieza a pasar es que en la medida en que los servicios bajo demanda alcanzan un público global pueden justificar presupuestos más altos, y así estamos empezando a tener una televisión que asume un lugar de espectacularidad que hace diez años no existía”.

LOS CANDIDATOS

A la hora de vaticinar ganadores, Kuschevatzky dice que, además, estos galardonados actores del cine tendrán que ganarse sus premios televisivos: “Cuando hablás de los Emmys estás corriendo una carrera diferente, es un universo en sí mismo: por supuesto que hay actores que se mueven de la tierra del cine a la tierra de la televisión, sobre todo esta TV premium, pero no se traduce literalmente. De hecho, en la mayor parte de las preferencias de los medios, Anthony Hopkins no es el favorito”, explica.

A quien sí señala como favorita en todas las quinielas es a Elisabeth Moss, ex Peggy de “Mad Men”. “Y creo que ‘The Handmaids Tale’ (la serie que protagoniza Moss, que aún no se vio en Argentina) va a ser una sorpresa: se ve en Hulu, tiene muy poca distribución, pero es una de las dos o tres series más prestigiosas de estos últimos años”.

En el rubro comedia, vaticina a “Veep” (HBO) y Julia Louis-Dreyfus como repetidores, y a Donald Glover llevándose el premio consuelo a mejor actor cómico por “Atlanta” (en Argentina por Fox Premium), serie que escribió y dirigió y fue una de las más ácidas y celebradas propuestas del año. Kate McKinnon y Alec Baldwin, dice, deberían ganar como actores cómicos secundarios por su rol en “SNL”, debido al tinte político que seguramente tendrá la entrega (ver aparte).

Y aunque anota a “Stranger Things” entre las candidatas a mejor drama, dice que no va a ser la gran ganadora que arrase con todo: Kuschevatzky define a la serie de Netflix como “un cover no autorizado de Stephen King” y afirma que “lo que nos pasa con ST es que en los círculos que nos movemos es extremadamente popular, pero no está nominada en todas las categorías”.

¿Es la presencia de “Stranger Things”, “Westworld” (HBO) y “The Handmaid’s Tale”, tres series de ciencia ficción y fantasía, una apertura de los votantes de la Academia que pasaron años sin reconocer a “Game of Thrones”? Kuschevatzky vuelve a poner el freno a los análisis: “Estamos tratando de ver tendencias donde probablemente hay solo coincidencias”, dice, y explica que en realidad “las razones por las cuales existen esos proyectos no están relacionados con la naturaleza del género, sino con que tienen cierto peso propio”, el de los autores de las obras originales, Margaret Atwood, Michael Crichton y King (como gran inspirador de la serie de Netflix). Estas series, afirma, son obras prestigiosas acorde a los nuevos modelos de la TV premium. “A mi la que más me sorprende es This is us: está buenísima, pero es la más tradicional de las nominadas, y de hecho es la única de TV abierta”.

Kuschevatzky insiste en que no hay que leer demasiado las tendencias de cada año entre los nominados: esta temporada “This is us” es una de las tantas series debutantes nominadas, pero el productor no ve allí “una agenda secreta”. Todo, dice, “es mucho más accidental y programable que lo que la gente crea, en todas las entregas de premios”.

La supuesta fuga de talentos que sugiere que el cine está muriendo, afirma Kuschevatzky, “es un mito”: “Siempre hay alguien que dice que alguna forma tradicional está agonizando”