Momentos de tensión entre la viuda del fotógrafo y el biólogo en los alegatos

Eleonora Ferrario, quien fuera la esposa de Alfredo Galeano, el fotógrafo asesinado en junio de 2014 en la puerta de su vivienda ubicada en 37 entre 3 y 4, decidió romper el silencio y hablar sobre la muerte de su esposo y sobre las distintas afirmaciones que ha ido vertiendo el principal imputado en la causa, el biólogo Hugo Castillo, como su defensa a lo largo del juicio que comenzó hace algunas semanas. 

Castillo es apuntado como el responsable de matar a Galeano por una cuestión de celos. Los investigadores estiman que el acusado pensaba que su esposa Marcela Kaufmann mantenía una relación paralela con el fotógrafo. Tras dar por sentado el hecho habría tomado la decisión de quitarle la vida al profesional en fotografía dirigiéndose a su domicilio y sorprendiéndolo de un disparo en la espalda en medio de la noche. 

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Ferrario, acompañada de su abogada Silvia Petroff, señaló en JUSTICIA EN PRIMERA PERSONA que en la tarde del miércoles, en el momento en el que Castillo se proclamó inocente y hasta intentó mostrar una actitud solidaria con la familia de la víctima, ella sintió que fue agraviada por que el imputado no conoce el dolor que ella, junto a sus hijas, debió pasar. 

"Sentí que fue una falta de respeto. No puede hablar de dolor esa persona ni decir que se pone en el lugar de la viuda sabiendo que tiene dos nenas y demás. Me parece una falta total de respeto por parte de él por que no entiende nada de mi dolor y ni si quiera me conoce ni a mi ni a mis hijas" remarcó la esposa de la víctima. 

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Ayer, se conoció por la tarde que la mujer del fotógrafo, que había escuchado durante toda la audiencia los argumentos de la defensa, le gritó a Castillo una serie de insultos luego que el acusado, entre lágrimas, se presentara como una víctima más del caso y asegurara que se solidarizaba con ella, "porque podía ponerse en sus zapatos". “Hijo de puta, cínico” se escuchó en la sala mientras la dra. Petroff la contenía. 

Ferrario remarcó que espera "una condena, una buena condena" para empezar otra etapa con "un poco de paz", y haciendo referencia a los momentos de tensión que se vivieron hoy en la sala de audiencias precisó "hoy estaba esperando tres años para decirle algo a (Hugo) Castillo. Me saque las ganas"

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