Tango platense “for export”, una gira por la paz que contagia en China la pasión del 2x4

Despertaron en cientos de alumnos chinos su pasión por la música ciudadana y fueron tan ovacionados en festivales internacionales que los platenses que participaron de Tango por la Paz en China tuvieron que extender su visita en ese país y ya proyectan un nuevo viaje para julio próximo. “El tango los seduce y hace que se interesen por aprender nuestras palabras y saber qué comemos, cuáles son nuestros deportes o qué música escuchamos”, resumió Mariela Maldonado, la bailarina que junto a Pablo Sosa, su compañero de baile y esposo, se convirtió en una embajadora cultural en el coloso asiático.

La Fundación Pro Humanae Vitae con Rafael Velázquez a la cabeza y Alberto Alba, responsable de la Casa del Tango, fueron los motores del proyecto para llegar a Changdu, una capital que está muy vinculada a La Plata y es la tercera de ese país en cuanto a presencia del tango; recientemente se hizo allí un encuentro de ciudades hermanas y el primer festival internacional de ese género musical.

Los bailarines fueron por quinta vez a ese país oriental para difundir la danza del dos por cuatro y regresaron con la idea de internacionalizar las carreras de tango. “En estos cinco meses que pasó el grupo de tango en China se marcó la presencia argentina, en particular de La Plata y se firmó un convenio con el Tango Panda Club”, resumió Velázquez quien agregó que este año se enviarán tres misiones de fútbol.

Para los artistas platenses que regresaron al país hace apenas un mes, fue una experiencia singular porque expresar la técnica y pasión de la música ciudadana a personas de entre 20 y 70 años, con otros códigos y un idioma tan complejo para los latinos, fue un desafío que les dejó aprendizaje y todo tipo de anécdotas.

En total participaron de la última experiencia tres parejas de la Casa del tango y la orquesta Mulenga permitió que los orientales escucharan la música en vivo. Ahora el grupo proyecta regresar a China en julio próximo.

“Los chinos no tienen ninguna danza propia en la que bailen un hombre y una mujer, por eso en principio el tener que bailar abrazados y estar tan en contacto con el otro les daba vergüenza, pero luego se fueron soltando. Una de las cosas más complicadas fue que entendieran que se baila sin hablar porque son muy conversadores”, explicó Mariela y señaló que en ese país en el vínculo entre ambos sexos hay más mensajes simbólicos que de contacto.

LE PUEDE INTERESAR

Lo mejor de la cultura japonesa salió a escena con el Bon Odori y otra vez convocó a una multitud

LE PUEDE INTERESAR

Continúa en 8 entre 46 y 47 el acampe de la UEP

Si bien los profesores de tango aprendieron algunas palabras básicas, la comunicación fue en inglés y notaron que con el correr de los días los orientales comenzaron a expresar su curiosidad por el castellano y por los usos y costumbres de la Argentina. Por eso los profesores también se encargaron de hablar de comidas típicas, de la música nacional, del fútbol y de otros deportes.

Por clase nunca hubo menos de 20 alumnos que se distribuyeron en niveles de principiante, intermedio y avanzado. Quienes superaron esa instancia tomaron algunas clases de tango “for export”, una versión más moderna del tango.

La pareja también participó de festivales ante miles de personas. “Hace 22 años que bailamos, empezamos a los 16 y con el tiempo nos fuimos profesionalizando”, aseguró Pablo. Uno de los ámbitos mas curiosos en el que les tocó dar clases fue la escuela para mujeres que las entrena para ser buenas esposas.

“Nos tratan como si fuéramos estrellas de rock, se sienten muy atraídos por el tango”

“Ahí dimos clases a unas 30 mujeres y la verdad que cuando algo les gusta son gente muy expresiva, sacan fotos, se acercan y lo hacen saber, también quieren que uno pruebe sus comidas y conozca sus costumbres”, dijo el bailarín que llegó a dar hasta tres clases por día.

La presencia argentina fue tan bien recibida que, según contó Rafael Velázquez, los chinos se interesaron por mantener los programas a largo plazo, “nos buscan para hacer contrataciones o para que participemos de otro programa simultáneo; quienes mas aprenden son los chicos que copian muy bien las coreografías fundamentalmente las que tienen saltos y acrobacias”, agregó Pablo quien consideró que en el exterior se valora mas que en la Argentina ese género musical.

“Nos tratan como si fuéramos estrellas de rock, se sienten muy atraídos por el tango y el que comienza con las clases de baile ya no lo deja; además hay un tema de status muy alto, necesitan mostrar que les va bien y sienten que el tango les aporta cultura, pasa a ser parte de su vida”, aseguró Mariela quien notó el cambio que experimentaron sus alumnos hasta en la forma de vestir porque, quienes en principio llegaban en ojotas y bermudas, luego adquirieron el look tanguero de vestidos entallados y tacos para las mujeres y de camisa, chaleco y saco para los hombres. Todo para cumplir con el ritual de la milonga de manera bien “argenta”.

Cuando se les preguntó que fue lo mas les costó en el casi medio año que pasaron en Changdu, los artistas respondieron sin dudar que fue la comida porque esa ciudad es considerada la México de China. Allí las cenas se sirven a las 6 de la tarde y luego hay una suculenta picada a eso de la medianoche.

“Todo es picante, la verdura, el pollo, los pescados y es habitual que todo se ponga en una olla comunitaria, incluso algunos de los ingredientes son animales vivos; es mejor comer sin preguntar qué es lo que se está probando porque si no en muchos casos no te animarías a hacerlo; lo que es muy complicado es que en algún lugar sirvan bebidas frías porque ellos tienen el hábito de tomar las cosas a temperatura ambiente o caliente”, aseguró Mariela.

Entre las comidas mas curiosas que probaron estuvo los ravioles de perro, los pinchos de ratas y algún insecto.

En la gala de clausura del festival de hermanamiento participaron 24 países y unas 2 mil personas se sumaron a un gran pogo ante la presencia de los bailarines platenses al tiempo que les gritaban “Argentina, Argentina”, por eso este año se continuará con el intercambio que propone tender puentes entre sociedades al compás de dos por cuatro.