Dos errores increíbles llevaron el partido a los penales en Salta, y ahí el Lobo se quedó con las manos vacías

Rinaudo y Torrico sirvieron los goles de un empate que al final se inclinó para San Lorenzo, que terminó con Ezequiel Cerutti de arquero

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Último ensayo para Gimnasia y San Lorenzo antes de reanudar el campeonato oficial de Primera, que en el caso del Lobo se orientará a recomponer la imagen exhibida en el tramo inicial y en lo que tiene que ver con los azulgranas nada menos que ir en busca del puntero Boca. Se encontraron en Salta, con mayoría de titulares, una noche que no acompañó y en consecuencia muy poca gente en las tribunas.

Fernando Belluschi sorprendió a todos en el primer ataque de la noche, levantando la pelota por sobre un arquero que tuvo reflejos para salvar con un manotazo. No se había cumplido todavía el primer minuto de juego, y por ese carril, el izquierdo de la defensa albiazul, se repitieron las jugadas del equipo que dirige Claudio Biaggio, que volvió a pisar el área de Alexis Martín Arias a través de Nicolás Blandi y Ezequiel Cerutti.

Más allá de esa debilidad en el fondo, el Lobo exhibió las mejores intenciones en lo que respecta al control de la pelota, aunque sin la misma intensidad del rival, y eso no hizo más que lentificar sus movimientos en los metros finales de la cancha. Un par de tiros libres, más un centro de Nicolás Nobble, terminaron sintetizando lo mejor del conjunto Tripero. Jugadas de mediano riesgo, aunque complicadas para la defensa que esperaba.

San Lorenzo fue más rápido y directo para mover el juego a partir de la precisión de Belluschi, y eso en definitiva alimentó las corridas de Cerutti y Nicolás Blandi, que dispusieron de espacios. Y si algo le faltaba a Nicolás Colazo para encender todas las dudas de peligro en lo que tiene que ver con su presencia como lateral en reemplazo de Lucas Licht, lesionado contra Independiente, en Mar del Plata, fue el cabezazo al medio que dejó a Blandi con todo a favor.

El control de la pelota se convirtió en un verdadero punto débil para Gimnasia, que llegó con la posibilidad cierta de ponerse en ventaja cuando se jugaban 37 minutos y Dibble recibió por izquierda una asistencia de Franco Niell, que de esa forma resolvió en el medio del área un centro cruzado por Facundo Oreja. Le taparon justo el remate al uruguayo, y el empate sin goles siguió vigente.

Con los matices lógicos, Gimnasia certificó en este viaje a Salta lo que anticipó su entrenador en la última conferencia de prensa: que está probando, que su juego no resigna ninguna variante, y que antes que cualquier otra circunstancia, el objetivo es acomodarse a lo que pida el partido y el rival. Marco en el cual de entrada, en el segundo tiempo, sorprendió de contra y no sacó ventaja solamente porque Sebastián Torrico tapó arriba el zurdazo cruzado por Brahian Alemán tras asistencia de Dibble.

Se acomodó mejor el Lobo en la segunda parte, básicamente a partir de una superación en la estructura defensiva, que evitó los desbordes de Cerutti, y con la pelota en su poder en una mayor proporción fue capaz de equilibrar, desarrollando movimientos desde la zurda del uruguayo Alemán.

Claro que nadie hubiera imaginado una equivocación en la salida como la que compartieron Martín Arias y Fabián Rinaudo, a quien Cerutti presionó en la puerta del área para despojarlo de la pelota que Belluschi mandó al fondo del arco tras recibir de Blandi. Y menos el error de Torrico en el descuento, que bajó a Alemán en el área, en falta que el propio uruguayo aseguró desde el penal.

Desempate con remates desde el punto del penal, tanda durante la cual Torrico se lesionó en un hombro al contener el remate de Colazo, y Cerutti fue al arco para el derechazo de Bolívar que pegó en un palo. Ganador San Lorenzo 3 a 1.

 

 

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