Emprendedores tecnológicos, una industria que no tiene techo

Por LUCÍA MEDINA
historiasplatenses@gmail.com

El emprededurismo tecnológico en La Plata crece a pasos agigantados desde hace 10 años y se constituye como una de las industrias con más potencial de la región. Inspirados por historias locales como la de Globant, la empresa de software que comenzó en la ciudad y hoy cotiza en la Bolsa de Nueva York, muchos emprendedores se lanzan con proyectos relacionados a la informática o el desarrollo de software.

En 2002, Nicolás Castez repitió el anteúltimo año en el Liceo Víctor Mercante de La Plata. Lo que para muchos estudiantes suele ser desalentador, para él fue la oportunidad de tener más tiempo para hacer otras cosas. Ese mismo año, dando vueltas por los pasillos de la escuela, la curiosidad lo llevó a descubrir el aula de Multimedia. En ese espacio lleno de equipos y computadoras conoció a Carlos, un diseñador gráfico que le presentó su primera cámara digital: una Kodak gris del tamaño de un ladrillo.

“Cuando uno empieza una empresa de software, el primer empleado es uno mismo”

Pablo Baldomá,
Cofundador de Celerative

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En una época en que muy pocos tenían cámaras digitales y mucho menos celulares, Nicolás empezó a usarla en horas escolares y se convirtió en el fotógrafo de su clase. Al poco tiempo empezó a usar Flash, un programa para hacer páginas web y animación, y terminó el año con un CD interactivo que reunía todas las fotos de la cursada, la fiesta de fin de curso, panorámicas de la escuela y hasta el discurso de cierre de la directora. Al colegio le gustó tanto su idea que le dio plata para que hiciera copias para todos sus compañeros. “Ahí tuve que ver dónde lo imprimía, lo grabé en un lugar que se llama Industria Virgen, que después terminaron siendo clientes míos. Tuve que sacar fotos, diseñar, programar, producir y hacer que se imprima. Ese fue mi primer emprendimiento”, recuerda Nicolás, diseñador gráfico de 33 años en el living de su departamento que también es la oficina de Avix, sus estudios de video juegos.

LA PLATA, POLO TECNOLÓGICO DE LA REGIÓN

Lejos de su estereotipo de ciudad administrativa y de la idea de que las empresas grandes atienden en CABA, La Plata cuenta con 3 factores imbatibles para el desarrollo de cualquier proyecto de índole tecnológico (conocimiento o herramienta, productos o servicios): el primero es ser sede de la Universidad Nacional de La Plata, con más de 17 facultades, decenas de carreras y un promedio de 7 mil egresados por año. En segundo lugar, su ubicación a 56 kilómetros de Capital Federal, donde se encuentran las grandes empresas que hoy se están trasladando al Norte o Sur de la ciudad para descomprimirla. En tercer lugar, el Centro científico y tecnológico más grande del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) está en La Plata, con lo cual el 25 % de los científicos de Argentina viven en la ciudad o sus alrededores. Múltiples factores que hacen que la ciudad pueda convertirse en un importante nodo de innovación.

Según datos del mapa interactivo de La Plata Up, hoy la ciudad cuenta con 159 empresas de base tecnológica. En porcentaje, el 12% de los platenses que emprenden lo hacen en Informática, el 17% en Servicios profesionales y el 26% en Marketing, medios y comunicación. Según cifras del CESSI (Cámara de la industria Argentina del Software) en 2015 la industria del software empleó a más de 81.800 profesionales, tuvo ventas por U$S 3.479 millones y por primera vez superó los U$S 1.000 millones en exportaciones.

Hoy con un largo trayecto en el camino emprendedor, Nicolás y su socio Leandro Camugli, programador y diseñador, son las cabezas de Avix, estudio de diseño de video juegos de La Plata. Avix nació hace tres años y su fuerte es la ideación, producción y desarrollo de videojuegos para clientes. Y aunque han trabajado para Cartoon Network, Smilehood, Tecnópolis o el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, nunca dejaron de crear sus propios videojuegos. Como estudio desarrollaron Thumb Fighter, un juego para dispositivos móviles de pulseada china que parodia los juegos de peleas y que ya cuenta con 10 millones de descargas, sin publicidad y con una inversión mínima. Este producto, junto con otros videos juegos de creación propia, representa hoy la mitad del ingreso económico del estudio. Además, hace dos años que Avix organiza la Expo Lúdica, un evento gratuito para interesados en las industrias tecnológicas y llevan adelante la plataforma Juegosargentinos.com.

“Habiendo tenido un montón de emprendimientos durante 10 años, yo creo que dar el salto y arriesgarte de lleno a que lo que querés hacer funcione es importante, porque si tenés un laburo de ocho horas y tu proyecto es “cuando llego a casa” es muy difícil que eso se convierta en algo que te permita algún día dejar tu trabajo”, se sincera Nicolás.

DE LA PLATA A SAN FRANCISCO

Pablo Baldomá contesta un llamado desde Las Vegas, Estados Unidos. Ni el invierno seco y árido de Nevada, ni las atracciones del strip, la calle principal donde convergen los grandes comercios, hoteles y casinos, son los que lo llevaron a elegir ese destino este verano. Pablo está en la ciudad americana para participar del CES, la feria de tecnología de consumo personal más importante de Estados Unidos desde hace 50 años, donde se presenta al mercado la nueva generación de innovación tecnológica que este año encabezan los vehículos autónomos, los robots con inteligencia artificial (AI) y los teléfonos inteligentes, entre otras novedades.

Baldomá es el co-fundador de Celerative, una empresa de desarrollo de software y experiencias digitales que nació y se expandió en La Plata hace 3 años, pero empezó como Suyit, Agencia Digital y Laboratorio Creativo con tecnologías sociales en 2006. Hoy cuentan con 30 empleados, una oficina en La Plata, otra en San Francisco desde 2016 y planes de terminar el 2018 con un mínimo de 50 empleados y una nueva oficina en algún punto del país. Para Baldomá el potencial está dado por la calidad de los recursos humanos que salen de la UNLP. Los alumnos que se inscriben anualmente en carreras de Informática, Ingeniería o Ciencias Exactas le dan oferta a las empresas que comienzan en la ciudad. “Cuando uno empieza una empresa de software el primer empleado es uno. Arrancás con alguna idea o concepto desarrollando algún servicio. Es un factor común en las empresas de La Plata: todas comenzaron con los mismos socios, proveyéndose servicios. Y después empiezan a contratar personal”, recuerda mientras desayuna en su hotel de Las Vegas y se prepara para asistir al segundo día de la CES. “Juan Salas y yo empezamos más o menos de la misma forma, en un escritorio en la casa de nuestros viejos. Después fuimos a un lugar alquilado chiquitito y luego nos fuimos mudando. Una de las características que tienen las empresas de software es que no se necesitan mucho lugar”.

Hoy Celerative exporta el 70% de sus servicios, como diseño de experiencia de usuario, aplicaciones web, experiencias móviles o análisis de datos a Estados Unidos. Una de las ventajas que tienen este tipo de empresas es que sus servicios son códigos y soluciones para clientes fácilmente exportables porque no necesitan pasar por aduana.

EL GEN COMÚN DE LAS EMPRESAS LOCALES

Un punto en común que reconocen y destacan los emprendedores de la región es que las empresas de La Plata no se han creado mayormente con inversión externa, sino con inversión de la ganancia que producen: lo que se gana en el proyecto se invierte en contratar personas, comprar equipos o bienes de uso.

“Nunca busqué un trabajo que me resulte cómodo, un trabajo de 8 horas que me diera para comer. Cuando trabajaba seis horas en el Laboratorio de informática, pedí hacer cuatro, y lo hice durante un tiempo para poder ocuparme en mis proyectos. Siempre hablando en términos de alguien que, como yo, nunca tuvo plata para invertir en un negocio, alguien que trabaja solamente con lo que sabe. La persona que arranca un emprendimiento con inversión probablemente pueda hacerlo por otro camino. Hay muchos negocios que son “invertir plata” y otros que se tratan de ofrecer tus servicios o hacer tu producto y encontrarle la vuelta para que eso genere la cadena de consumo que te permita producir más”, explica Castez.

Hoy, el equipo de Avix cuenta con 5 personas fijas entre ilustradores, diseñadores, programadores y un músico. Además, hay otras 6 personas que trabajan por proyecto. “Es muy lindo poder dar trabajo, sobre todo a gente que tiene talento, que tiene ganas de hacer algo y que quizás no encuentra tantas ofertas o posibilidades porque los videos juegos no son algo tan común. Podés contratar gente que tenga su propio emprendimiento y ayudarlos a que puedan mantener eso”.

Alrededor del 85% de las inversiones de estructura de costo de las empresas de software son salarios. En segundo lugar, computadoras e instalaciones. Es una industria limpia que usa el conocimiento como insumo, por lo que además invierte en capacitaciones. Según datos del Polo IT La Plata, la asociación civil que reúne compañías del sector para desarrollar a las empresas locales en su faceta exportadora de servicios, en la ciudad hay cerca de 1800 personas empleadas en forma directa en el desarrollo de software. Y se calcula que en 2017 el sector aportó a la economía regional 72 millones de dólares de facturación.

En 2013, Mariana Arocena (comunicadora social) y María de los Ángeles Gñazo (diseñadora gráfica) crearon Agenda ZaZ, una plataforma colaborativa pensada para productores y consumidores de cultura local que centralizaba eventos como muestras, recitales y obras de teatro. Lo hicieron con la tecnología y los recursos que en ese momento tenían a mano: una plataforma de Wordpress, uno de los servicios más populares para crea páginas web, una fan page en Facebook y una cuenta en Twitter. La semilla de la agenda creció y se esparció por la ciudad convirtiéndose en un espacio de consulta para los jóvenes que frecuentan centros culturales y bares, y una plataforma de difusión gratuita para la decena de productores que proliferan en la ciudad. Pero las chicas se sentían limitadas, estaban en la era de las redes sociales y esperaban tener otro tipo de interacción con el público. Era un hecho, si no tomaban una decisión el proyecto iba a morir.

“La palabra emprendedor esta vapuleada, hay mucho mito alrededor de ella”

Mariana Arocena,
creadora de Agenda ZaZ

Hoy las creadoras de ZaZ están reunidas en el centro cultural El Espacio donde llevarán adelante el primer testeo de la web app (aplicación web) con usuarios. Una app que desarrollaron gracias a una línea de financiamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, que costea desarrollo de softwear. Los usuarios que se reunieron hoy son productores, periodistas y seguidores que conocen y utilizan el sitio. La consigna es descargarse la app en tu celular o en tu tablet. La instancia de experiencia de usuario es esencial en el desarrollo de una aplicación. Una chica concentrada en su celular levanta la cabeza y hace una pregunta: “Si yo empiezo a seguir a un productor ¿puedo chatear con él?, ¿puedo hacerle preguntas? Recién empezó el testeo y ya tienen la primera demanda de usuario. “Los monstruos como Facebook o Instagram ya saben lo que vas a querer hacer antes de que quieras hacerlo. Estudian muchísimo a la audiencia”, reflexiona Mariana una vez finalizado el evento.

Según datos de La Plata Up, hoy existen 5 incubadoras en la ciudad. Las incubadoras, también llamadas aceleradoras, son empresas privadas o asociaciones civiles que tienen como objetivo el desarrollo de pequeñas empresas o microempresas y el apoyo a las mismas en sus primeras etapas de vida. Mariana trabaja en la Incubadora Hypatia, una Asociación Civil que pertenece a la Unión de Industrias del Gran La Plata. Fue ahí donde conoció la existencia de esta línea de financiamiento que le permitió crear la app de Agenda ZaZ. Y también es donde día a día entrevista a emprendedores que llegan a la incubadora con una idea que quieren desarrollar buscando financiamiento. “La palabra emprendedor está muy vapuleada y hay mucho mito en torno a eso. A veces hay una intención de mostrar las cosas desde los éxitos y los exitosos. Para mí hablar de los errores es lo que suma”, comenta Arocena desde su experiencia en la incubadora.

Así es como trabaja la Usina de ideas, el espacio que desde 2016 impulsa proyectos que son sustentables y realizables sin una base de inversión enorme. “Hoy está muy de moda la palabra emprendedor, no todos son emprendedores pero sí cualquiera podría convertirse en”, comenta Juan Emilio Tettamanti, contador público y unos de los creadores de Usina. Esta iniciativa que nació en 2016 acompaña proyectos que podrán tener impacto social. “El impacto social puede ser algo que no tenga valor monetario pero sí nos permite generar un grupo de gente que pueda crear nuevos negocios, nuevos servicios y nuevos productos. Es lo que se llama ´círculo virtuoso´: si yo creo algo y alrededor de eso empleo gente, pago impuestos, genero consumo, eso tendrá un impacto positivo”. Y concluye: “No tratamos de buscar un súper proyecto y que salga el próximo Google, porque entendemos que para eso primero hay que construir un ´humus´ para que después crezcan árboles grandes. Nadie construyó una gran empresa si no tuvo un red de contactos que lo permita”.