Otros análisis del fin de semana

Joaquín Morales Solá
LA NACION

“Es probable que Cristina Kirchner haya jugado en Rusia más un partido local que uno internacional. Fue, seguramente, una manera de continuar con su posicionamiento como una líder de izquierda para cuando ya no esté en el poder, dice Morales Solá. Por lo que dijo “fue una aceptación explícita de que tiene dos aliados estratégicos, Rusia y China y otros dos amigos cercanos como Irán o Venezuela. Ninguno de esos países vive en Estado de Derecho.” Cristina elevó a Putín al rol de protagonista clave en el mundo. No es verdad. Cristina retó a Europa por sus políticas económicas. Es raro: “la Presidenta reacciona furiosa cada vez que algún organismo internacional opina sobre la economía argentina, pero ella no se priva de meterse en cuestiones que no le conciernen. “Cristina está enojada con Obama y éste ha resuelto hacer poco y nada para conseguir su simpatía”. Añade que “Cristina está convencida de que hay un nuevo orden en el mundo, que desplazó a las antiguas potencias. Nada explica eso. China, Rusia, y hasta Irán, parecen aspirar a participar del juego en el tablero que está, no a reemplazarlo. Por eso, el discurso de la Presidenta es antiguo”. En Moscú, agrega, “demostró cómo se las arregló para hacer de la Argentina uno de los países más imprevisibles (y, por lo tanto, más insignificantes) del mundo”.

Mario Wainfeld
PAGINA 12

A las primarias abiertas que se realizaron ayer en la Ciudad Autónoma y a la elección de gobernador en Neuquén alude la nota de Wainfeld, en distritos que expresan el 10 por ciento del padrón nacional, aunque el 8,8 de ese porcentaje corresponde a la CABA. Señala que ambos electorados son “muy adversos al peronismo, en todas sus vertientes lo que incluye el kirchnerismo. Los justicialistas nunca gobernaron ambos distritos desde 1983. Analiza luego los antecedentes políticos de la creación de la Ciudad Autónoma, que originalmente beneficiaron al radicalismo. Ahora, dice, “en los quinchos, tertulias o mesas de apuestas políticos el PRO es favorito para llegar puntero hoy y en las elecciones distritales definitivas. Sería batacazo otro resultado ahora. Sería llamativo (a menos) que bajara del 45 por ciento”. En tanto, afirma, el FpV se ubicaría en el cuarto de orden del padrón, un 25 por ciento. “es el único partido no peronista que domina una provincia desde 1983. Es la única fuerza provincial son tamaña potencia y no tiene otras que se le comparen”, para añadir que “la dinastía Sapag prima en esa trayectoria” triunfante. Pero el FpV local confía en que el electorado provincial valorice la política económica del Gobierno que beneficia últimamente a esa provincia.

Eduardo Van der Kooy
CLARIN

La Argentina ingresa en un largo proceso electoral, alarmada por lo que ocurrió en Santa Fe, dice Van der Kooy, con la presidente Cristina Fernández que se empieza a despedir “pero parece dejarle como herencia a esta empobrecida democracia una escuela inadecuada”. Se distorsionaron nociones básicas para el funcionamiento de cualquier sistema y cualquier comunidad: “el respeto por la ley, el resguardo de un orden razonable, la decencia, el valor de la palabra pública, la confianza, la armonía”. Queda la impresión, agrega, “de que lo peor siempre puede suceder en la Argentina”. Todo vale, todo se diluye. Y nadie podía imaginar las severas irregularidades en un proceso electoral, como el de Santa Fe. “La administración socialista cometió el horror de omitir nada menos que el conteo del 10% de los votos emitidos. Allí están los casos de Boudou, Jaime, Miceli, el entierro de la denuncia de Nisman, las presiones por Hotesur. “Ese país contaminado y turbio empieza a ser enmascarado por la fiebre electoral”.

Fernando Laborda
LA NACION

“No hace mucho, Máximo Kirchner sugirió públicamente que, a partir del 10 de diciembre, el kirchnerismo podría entregar el gobierno, pero nunca el poder”, dice Laborda. La idea de la Presidenta es que esto gravite sobre cualquiera de los ganadores, Macri, Massa e incluso Scioli. Quien llegue se encontrará ante un Congreso dominado por kirchneristas y con una burocracia desbordada de militantes de La Cámpora. Si Scioli ganase, “¿gobernará él o gobernará Cristina?”. La duda también ronda en la cabeza de empresarios, que repararon en la posible instalación de Kiciloff como vice de Scioli. Este dirigente ahora “da cátedra sobre relato oficialista”. Calificó como un “bochorno” la denuncia de Nisman. Su esposa, Rabolini, elogió a las estadísticas del Indec. Allegados a Scioli aseguran que tendrá libertad de maniobra para gobernar desde Casa Rosada. “Scioli cree que su afición por la cultura del diálogo y del consenso le brindará la dosis de gobernabilidad necesaria a una eventual gestión presidencial”. En cambio, Macri y Massa “encontrarían un escenario mucho más hostil con el kirchnerismo en la resistencia”. Lo cierto es que “el próximo presidente de la Nación será un emergente de una cultura mucho más pluralista que la acuñada por los Kirchner”.