Por estar ligado a la calidad de vida, el servicio de agua no admite interrupciones

Hasta hace un tiempo podía decirse que cuando llegaban las jornadas calurosas -propias de las temporadas veraniegas- comenzaban a registrarse defecciones en el abastecimiento de agua en los domicilios de nuestra zona, atribuyéndose esa falencia, la mayor parte de las veces, al crecimiento de la demanda. Pero ahora, cada vez con mayor intensidad, miles de pobladores sufren de esa carencia a lo largo de los doce meses del año, independientemente de la temperatura ambiente.

En estas jornadas se conocieron reclamos planteados por vecinos de San Carlos, La Loma, Gonnet y Villa Elvira -es decir, de lugares alejados entre sí y densamente poblados- por la baja presión del suministro o la falta total de agua durante días, en fallas imputables en este caso, según dijeron, a roturas en las redes y a las subsiguientes pérdidas.

En algunos de esos barrios, por ejemplo en San Carlos, la empresa distribuidora informó que se registró un corte de luz por trabajos que llevó adelante la empresa Edelap. Las maniobras afectaron el normal funcionamiento de dos perforaciones del sistema de distribución de agua que alimenta, entre otras, la cuadra de 45 entre 144 y 145. En horas de la tarde el servicio eléctrico en ambos pozos se restableció, la red volvió a presurizarse y los usuarios de ese sector de la Ciudad recuperaron el suministro, puntualizaron los voceros de la firma a cargo de los servicios sanitarios de la Región.

Pero en otros lugares, como por caso en una zona de Gonnet, las deficiencias fueron atribuidas a una pérdida de agua, producto de la rotura de la cañería, que están haciendo escasear la provisión domiciliarias. Se explicó que hace un mes y medio que se registra una pérdida y que se formularon reclamos ante la empresa Absa y la delegación municipal, sin obtenerse respuesta alguna.

Cabría señalar que en los últimos años fueron múltiples los problemas similares en el servicio, tanto como los reiterados reclamos que, en ocasiones, llegaron hasta la Defensoría Ciudadana y que concluyeron en múltiples reuniones sostenidas entre vecinos, delegados de las zonas afectadas y representantes de la empresa. En varias oportunidades la empresa debió presentar informes aclaratorios, acerca de los motivos que causaban la baja presión o la falta de agua.

En esos encuentros quedó en claro que las deficiencias no tienen que ver con problemas en la captación y potabilización, sino con la creciente insuficiencia que muestran las redes de distribución. Tampoco, se dijo, resulta válido atribuir las deficiencias a las interrupciones en la prestación del servicio eléctrico, una alternativa que fue desechada expresamente desde la empresa Edelap en diversas oportunidades.

Lo concreto es que se está llegando –especialmente en los barrios más afectados- a una situación de colapso en materia de distribución de agua corriente, de la que es preciso salir a la mayor brevedad. Son tan numerosos y graves los trastornos que se causan a miles de vecinos, como valederos los derechos de la población a recibir una prestación confiable a lo largo de todo el año. La empresa prestataria debe garantizar la bondad de un servicio público que es pago y que está íntimamente vinculado a la calidad de vida de los habitantes.