Esperaba al esposo para cerrar, pero los ladrones llegaron antes

Faltaban 15 minutos para las 11 de la noche del jueves cuando la dueña de un kiosco de Villa Castells atendía por ventanilla a un cliente, mientras esperaba que, de un momento a otro, llegara su esposo para cerrar el local e irse juntos.

Pero dos motochorros le ganaron de mano al marido y sorprendieron a la propietaria de ese kiosco, ubicado en 9 entre 505 y 506, y al joven que estaba haciendo unas compras.

En medio de la desolación que había en la calle a esa hora, uno de los delincuentes detuvo la marcha de la moto a unos metros del negocio.

Y su acompañante, con un arma de fuego en mano, rápidamente le apuntó al cliente mientras exigía a la mujer la recaudación.

“APURATE O TE LO MATO ACA”

En la tarde de ayer, Hernán Croce (37), marido de la comerciante, contó a este diario los pormenores del angustiante momento que afrontaron ella y el cliente.

“Esto pasó a las 22.45, unos minutos antes de que yo llegara para pasar a buscar a mi mujer e irnos juntos”, relató.

Luego mencionó que “ella estaba atendiendo a un muchacho por la ventanita que abrimos después de las ocho de la noche, precisamente para que no entren al local a robar”.

Ese recaudo, sin embargo, no resultó un obstáculo para que el delincuente que actuó antenoche consiguiera su objetivo.

“Para cometer el asalto, este ladrón, de algo más de 30 años, tomó como rehén al cliente. Al punto que le dijo a mi señora que se apurara en darle la recaudación o se lo mataba en la vereda”, reveló Croce.

Con semejante amenaza, logró que la kiosquera le entregara “los 500 pesos que había en la caja y además le sacó al muchacho su billetera”.

Acotó que “también les pidió los celulares”, pero “mi mujer le dijo que no tenía y el cliente que lo había dejado en la casa de la novia”.

El asaltante se disponía a escapar con el cómplice -que sería un menor de edad- en la moto en la que llegaron.

Pero en ese preciso instante “llegó un hijo de mi mujer en auto, que subió a la vereda. Pero el delincuente le apuntó con el arma, así que, asustado, hizo enseguida marcha atrás”, relató el hombre, momento en el que “vio que el ladrón escapaba corriendo con el que lo esperaba”. Croce indicó que se trató del “primer asalto en 2 años del local”.