Otro golpe de motochorros en el barrio del Albert Thomas

“Es lo que siempre pasa”, resumió una chica de 25 años que vive en la zona del colegio Albert Thomas, acerca de un asalto callejero, que ella misma sufrió en la propia piel y en el que no le dejaron nada de lo que tenía encima.

Pasó en 58 entre 1 y 2, el jueves aproximadamente a las 21. La víctima caminaba a mitad de cuadra y volvía a su casa. Le faltaban pocos metros para entrar, pero antes la sorprendieron dos delincuentes en moto.

Tal vez lo que la dejó expuesta fue haber quedado caminando en la mitad de la calle: “Me corrí de la vereda por una montaña de arena y ahí me engancharon”, señaló la joven.

Uno de los asaltantes se bajó del vehículo y fue derecho a increparla con una pistola. La obligaron a darle todo lo que llevaba. En la cartera tenía plata, los documentos y el celular.

Todo quedó en manos de los motochorros. Entre la oscuridad que dominaba la cuadra y el miedo que sintió la chica, no se sabe siquiera si eran menores: “No los quise ni ver. Alcancé a ver que estaban armados pero nada más”, reconoció ella, que aceptó hablar con este diario a cambio de que no se difunda su nombre.

Con el rastreador que tiene su celular, la víctima pudo seguir el paso de los delincuentes, al menos en el primer tramo. Con esa herramienta supo que ambos anduvieron por 66 y 122, luego en Ensenada y de vuelta en el Centro. ¿Andaban de raid, buscando nuevas víctimas? Eso suponen varios oficiales de la zona.

Una vecina del mismo edificio donde vive la joven indicó que “en la esquina de 1 había un patrullero, que salió a perseguirlos”, aunque sin éxito.

“La verdad es que es común que pase esto en el barrio. Hace poco también le pasó lo mismo a una vecina sobre calle 2. Lo feo es la situación que hay que pasar. Al final te terminás conformando con que no pasó nada”, fue el balance que hizo ella.