No pueden solucionar la emergencia del apagón

Ya pasaron seis días y la capital federal se mantiene en una situación de emergencia extrema por el apagón. La indignación de los porteños se expresa en protestas cada vez más grandes. La vida en grandes zonas de la capital del país -en días en los que, además, se sufre una intensa ola de calor- resulta cada vez más complicada. Y los reclamos contra la empresa concesionaria, Edesur, la ponen en una situación casi insostenible.
El secretario de Energía, César Mac Karthy, garantizó anoche que la licenciataria Edesur será "sancionada y se puede hasta llegar a quitarle la concesión", como consecuencia del gigantesco apagón que se inició el lunes pasado.

Aunque algunas conexiones precarias permitieron restablecer el servicio eléctrico en algunos de los puntos afectados por el apagón, anoche se estimaba que unas 120 mil personas seguían sin luz.
Lo más grave es que la empresa no ha cumplido ninguno de los plazos anunciados hasta ahora para la normalización de la situación. Y se cree -aunque existe una inquietante falta de precisiones- que recién en un mínimo de cuatro días podrían tener la situación superada.
Esa perspectiva de estar diez días sin luz plantea, para miles de usuarios, una situación de emergencia tan extrema, que hasta muchas familias evaluaban ayer la posibilidad de abandonar la ciudad hasta que se resuelva el problema.
Vecinos y comerciantes damnificados por el apagón volvieron a realizar ayer protestas frente a Edesur.

Hacia las oficinas ubicadas en Alsina al 1300 de la capital federal marcharon vecinos y comerciantes de las zonas afectadas por el corte del suministro de energía eléctrica.
Por otra parte, en la intersección de Rivadavia y Rincón la protesta se canalizó a través de un partido de fútbol entre vecinos que identificaron a ambos equipos con los nombres de "Cable Pelado" y "Cortocircuito".
El partido llevado a cabo en plena calle fue seguido atentamente por el resto de los damnificados de la zona y puso una cuota de humor y distensión a los airados reclamos que se sucedieron desde el lunes en diez barrios porteños.
En tanto, más tarde se realizó un "apagón" en los lugares que no fueron alcanzados por el corte del servicio, convocado para solidarizarse con los usuarios afectados.
Las protestas se enmarcan dentro del creciente clima de tensión que se originó por el corte de luz que afecta a miles de porteños y que motivó una amenaza del Gobierno a la empresa Edesur para que restablezca el servicio en forma urgente, luego de varios días sin respuestas.
La situación generada ya tuvo sus primeras consecuencias el pasado jueves a la medianoche, cuando un grupo de vecinos intentó quemar la puerta de la sede central de Edesur, y anteayer, cuando se produjo una manifestación.
Mientras tanto, la Policía Federal reforzó la presencia de sus hombres y móviles en los barrios porteños afectados por el corte de energía eléctrica, en prevención de actos delictivos y de pillaje, y para controlar el tránsito a causa de los semáforos que quedaron fuera de funcionamiento.
El dispositivo especial fue dispuesto por la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, según informaron fuentes de esa repartición.
Además de vigilar la zona, efectivos de comisarías vecinas eran dispuestos en los barrios afectados para controlar el tránsito, en reemplazo de los numerosos semáforos que no funcionaban, y para ordenar la circulación de vehículos en los lugares donde los vecinos manifiestan su descontento con la grave situación energética planteada.
Dotaciones de bomberos y personal del Ejército también fue movilizado para tareas de asistencia a los damnificados y reparto de agua envasada. (El Pais)


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