Miedo a pasar de propietario a peón
| 20 de Octubre de 2000 | 00:00

Francisco Caram (55) es productor agropecuario, criador de ganado y contratista rural. Su padre nació en Brandsen en 1913 y llegó a tener un campo de 1.100 hectáreas "de las que hoy sólo quedan 300 propias y 200 alquiladas", cuenta para describir una crisis que en su opinión "viene del año 45, se acentuó en los últimos años y ya no parece tener solución".
"Es que el campo hace ya mucho tiempo que perdió rentabilidad -afirma- porque esto no es de ahora. Hoy estamos de paro, pero el lunes todo va a seguir igual, porque lo que se está pidiendo son sólo paliativos, algo para prolongar la agonía. No podemos competir, el costo argentino es imposible de afrontar, la paridad cambiaria nos perjudica, el gasoil, que hace dos años costaba 38 centavos, hoy ya está en $0,53 y los créditos son caros. Yo no se qué va a pasar, porque o se apoya al sector de manera firme o esto no tiene salida".
La realidad de su familia bien sirve para graficar lo que sufren en la actualidad cientos de productores agropecuarios de nuestra región. "Mi padre comenzó con el establecimiento en el año 44 -cuenta- yo nací en el campo y mi hijo también; de esto vivimos toda la vida. Pero ahora hay que producir cada vez más para ganar cada vez menos. Mi hijo nació y creció arriba de un tractor, es lo que siempre hicimos, y no sé que será de nosotros el día que esto no dé más. Estamos decididos a aguantar un año más, aunque si todo sigue igual, habrá que pasar de ser propietario a peón de campo, algo que ya le ha pasado a muchísimos productores chicos".
Con el paso del tiempo, los Caram pasaron de la producción de ganado de cría y agricultura a esta actualidad en la que la principal actividad es el desempeño como contratistas rurales.
"Los productores ya no cuentan con capacidad para comprar ni para mantener maquinarias -explica Francisco- por lo que en muchos casos se tercerizan las tareas. Nosotros ponemos, además de la mano de obra, tractores, sembradoras, enrolladoras, discos, fertilizadora, etc, y se cobra una suma de acuerdo al precio del gasoil. En estos momentos se están cobrando 27 pesos por hectárea para la siembra de sorgo, avena, maíz, etc. Pero si le va mal al productor nos va mal también a nosotros, porque los trabajos son cada vez menos".
"Otra posibilidad que estamos manejando -señala- podría ser la de alquilar el campo, aunque esto tampoco es muy rentable que digamos. Se está pagando el equivalente a 50 kilos de carne por hectárea y por año, lo que significa que un campo de 200 hectáreas se está alquilando a unos 600 pesos mensuales, aunque el propietario debe seguir haciéndose cargo de su manutención a través del pago de impuestos".
"Para colmo -concluye Caram- la comercialización de hacienda está bloqueada y los remates de ganado para invernada están suspendidos, por el bendito tema de la aftosa. Es que se está exigiendo un sangrado por cada animal que se quiera vender o rematar, cuando tampoco alcanzan los laboratorios existentes para hacerlos".
"Es que el campo hace ya mucho tiempo que perdió rentabilidad -afirma- porque esto no es de ahora. Hoy estamos de paro, pero el lunes todo va a seguir igual, porque lo que se está pidiendo son sólo paliativos, algo para prolongar la agonía. No podemos competir, el costo argentino es imposible de afrontar, la paridad cambiaria nos perjudica, el gasoil, que hace dos años costaba 38 centavos, hoy ya está en $0,53 y los créditos son caros. Yo no se qué va a pasar, porque o se apoya al sector de manera firme o esto no tiene salida".
La realidad de su familia bien sirve para graficar lo que sufren en la actualidad cientos de productores agropecuarios de nuestra región. "Mi padre comenzó con el establecimiento en el año 44 -cuenta- yo nací en el campo y mi hijo también; de esto vivimos toda la vida. Pero ahora hay que producir cada vez más para ganar cada vez menos. Mi hijo nació y creció arriba de un tractor, es lo que siempre hicimos, y no sé que será de nosotros el día que esto no dé más. Estamos decididos a aguantar un año más, aunque si todo sigue igual, habrá que pasar de ser propietario a peón de campo, algo que ya le ha pasado a muchísimos productores chicos".
Con el paso del tiempo, los Caram pasaron de la producción de ganado de cría y agricultura a esta actualidad en la que la principal actividad es el desempeño como contratistas rurales.
"Los productores ya no cuentan con capacidad para comprar ni para mantener maquinarias -explica Francisco- por lo que en muchos casos se tercerizan las tareas. Nosotros ponemos, además de la mano de obra, tractores, sembradoras, enrolladoras, discos, fertilizadora, etc, y se cobra una suma de acuerdo al precio del gasoil. En estos momentos se están cobrando 27 pesos por hectárea para la siembra de sorgo, avena, maíz, etc. Pero si le va mal al productor nos va mal también a nosotros, porque los trabajos son cada vez menos".
"Otra posibilidad que estamos manejando -señala- podría ser la de alquilar el campo, aunque esto tampoco es muy rentable que digamos. Se está pagando el equivalente a 50 kilos de carne por hectárea y por año, lo que significa que un campo de 200 hectáreas se está alquilando a unos 600 pesos mensuales, aunque el propietario debe seguir haciéndose cargo de su manutención a través del pago de impuestos".
"Para colmo -concluye Caram- la comercialización de hacienda está bloqueada y los remates de ganado para invernada están suspendidos, por el bendito tema de la aftosa. Es que se está exigiendo un sangrado por cada animal que se quiera vender o rematar, cuando tampoco alcanzan los laboratorios existentes para hacerlos".
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