Un espectáculo multicolor en el cielo
| 18 de Noviembre de 2001 | 00:00

"El paracaidismo es el deporte más excitante y maravilloso que el hombre pueda llegar a practicar en toda su vida. Es una sensación increíble, de pura libertad. Es como flotar en el aire". Con estas palabras, definió ayer el presidente del Club de Paracaidismo La Plata, Walter Denappole, el sentimiento de estos deportistas, en el marco de la primera jornada del Festival de Paracaidismo, que se realiza en el Aeroclub de nuestra ciudad, sito en diagonal 74 Camino a Punta Lara.
En el transcurso de esta primera jornada -que continuará hoy a partir de las 8.30-, se realizaron numerosos saltos de grupos, desde 3.500 metros hasta 5.000 metros de altura. En cada uno de los lanzamientos, compuestos por tandas de 25 paracaidistas profesionales, se pudieron apreciar diferentes disciplinas: caída libre o "Freefly", en el que los protagonistas cayeron de cabeza al doble de velocidad; saltos en estrella u otras figuras; formaciones de velámenes en vuelo, rotando con los paracaídas abiertos y escalonados; y también aterrizajes de alta performance.
Asimismo, también se observaron lanzamientos de bautismos o saltos "tandem", en los cuales los instructores, después de una breve clase teórica de 20 minutos, realizaron los saltos junto a los debutantes.
Al respecto de los saltos de bautismo, Walter Denappole contó que no son pocos los pasajeros no paracaidistas que una vez vivido esta primera experiencia, tras haber experimentado la velocidad de descenso en caída libre cercana a los 300 kilómetros por hora, durante aproximadamente sesenta segundos, no dudan en iniciar las tramitaciones para hacer el curso de paracaidista deportivo.
Al Festival concurrieron más de 150 paracaidístas de alto nivel de todos los clubes de Argentina (Lobos, Fly Ranch -Ruta 2-, Mendoza, Rosario, etc.) y también de otros países (Brasil, Uruguay, Chile, Francia y Estados Unidos).
Entre los extranjeros, el brasileño Daniel "Pitufo" Salgán, que figura en el ranking mundial, fue uno de los organizadores, y entre los participantes argentinos, estuvieron presentes Octavio Duré, saltador profesional, y los últimos campeones en distintos eventos organizados por la Federación Argentina de Paracaidismo (FAP): Fernando Gaba y Gabriel Pisani, en la modalidad del salto con trabajo relativo (TR), y Luis Pérez y Luis Hutiger, en lanzamientos con trabajo relativo con velámenes (TRV).
Aunque el Festival estaba programado para comenzar a las 9, debido al tiempo ventoso durante toda la mañana de ayer, las actividades se postergaron hasta las 14. Luego, los concurrentes al evento -principalmente, familiares y alumnos del Club- disfrutaron la serie de lanzamientos, en tandas de 25 paracaidistas, que se sucedieron uno tras otro, hasta el atardecer, con los protagonistas cayendo en el área central del predio.
Los vuelos para los saltos se realizaron desde un avión Casa 212, de la Prefectura Naval. En cuanto a seguridad de los equipos, los paracaídas utilizados en los lanzamientos, acordes con las últimas y más avanzadas exigencias referidas a la práctica, estuvieron todos equipados con sistemas de apertura automática que, ante cualquier imprevisto, actúan con total independencia de la necesidad operativa del paracaidista.
En el transcurso de esta primera jornada -que continuará hoy a partir de las 8.30-, se realizaron numerosos saltos de grupos, desde 3.500 metros hasta 5.000 metros de altura. En cada uno de los lanzamientos, compuestos por tandas de 25 paracaidistas profesionales, se pudieron apreciar diferentes disciplinas: caída libre o "Freefly", en el que los protagonistas cayeron de cabeza al doble de velocidad; saltos en estrella u otras figuras; formaciones de velámenes en vuelo, rotando con los paracaídas abiertos y escalonados; y también aterrizajes de alta performance.
Asimismo, también se observaron lanzamientos de bautismos o saltos "tandem", en los cuales los instructores, después de una breve clase teórica de 20 minutos, realizaron los saltos junto a los debutantes.
Al respecto de los saltos de bautismo, Walter Denappole contó que no son pocos los pasajeros no paracaidistas que una vez vivido esta primera experiencia, tras haber experimentado la velocidad de descenso en caída libre cercana a los 300 kilómetros por hora, durante aproximadamente sesenta segundos, no dudan en iniciar las tramitaciones para hacer el curso de paracaidista deportivo.
Al Festival concurrieron más de 150 paracaidístas de alto nivel de todos los clubes de Argentina (Lobos, Fly Ranch -Ruta 2-, Mendoza, Rosario, etc.) y también de otros países (Brasil, Uruguay, Chile, Francia y Estados Unidos).
Entre los extranjeros, el brasileño Daniel "Pitufo" Salgán, que figura en el ranking mundial, fue uno de los organizadores, y entre los participantes argentinos, estuvieron presentes Octavio Duré, saltador profesional, y los últimos campeones en distintos eventos organizados por la Federación Argentina de Paracaidismo (FAP): Fernando Gaba y Gabriel Pisani, en la modalidad del salto con trabajo relativo (TR), y Luis Pérez y Luis Hutiger, en lanzamientos con trabajo relativo con velámenes (TRV).
Aunque el Festival estaba programado para comenzar a las 9, debido al tiempo ventoso durante toda la mañana de ayer, las actividades se postergaron hasta las 14. Luego, los concurrentes al evento -principalmente, familiares y alumnos del Club- disfrutaron la serie de lanzamientos, en tandas de 25 paracaidistas, que se sucedieron uno tras otro, hasta el atardecer, con los protagonistas cayendo en el área central del predio.
Los vuelos para los saltos se realizaron desde un avión Casa 212, de la Prefectura Naval. En cuanto a seguridad de los equipos, los paracaídas utilizados en los lanzamientos, acordes con las últimas y más avanzadas exigencias referidas a la práctica, estuvieron todos equipados con sistemas de apertura automática que, ante cualquier imprevisto, actúan con total independencia de la necesidad operativa del paracaidista.
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