Murió un bebé de cuatro meses en Tucumán y suman 18 los fallecidos

Un bebé de cuatro meses que sufría un avanzado grado de desnutrición se convirtió en la víctima número 18 del hambre en territorio tucumano.
El pequeño, llamado José Manuel Herrera, se encontraba internado en el hospital de la localidad de Simoca, afectado por una cardiopatía congénita, y murió al no poder ser intervenido quirúrgicamente como consecuencia del déficit alimentario que sufría.

"OTRA VICTIMA DE LA POBREZA"
El director médico del hospital "Alvaro Llueca", Luis Albaca, dijo en declaraciones a un diario local, que el chico "es sin duda otra víctima inocente de la pobreza".
El profesional señaló que el niño "no estaba en condiciones" de ser derivado a otro centro asistencial, y que de todos modos "el hospital no tiene ambulancias".
Según un relevamiento local, el departamento de Simoca registra alrededor de dos mil menores con problemas de desnutrición de distintos grados, y un 40 por ciento de niños con déficit nutricional.
El bebé ingresó a principios de diciembre al hospital por una cardiopatía congénita, pero no pudo ser operado como consecuencia del grado de desnutrición que padecía.
Poco antes de Navidad, los médicos autorizaron a su madre a llevarlo a su casa.
Sin embargo, en los últimos días, el cuadro del bebé se agravó y su madre lo llevó nuevamente al hospital, donde no lograron salvarlo.
El médico Albaca admitió que no conocía las razones por la cual se autorizó a la madre a sacar al niño del hospital, a pesar de la situación en la que se encontraba.
En la provincia de Tucumán se produjeron en las últimas semanas la muerte de 18 chicos que padecían desnutrición.
El anterior caso de muerte fue el de Natalia Noemí Juárez, de 1 año y 9 meses de edad, que murió en el hospital de Niños del barrio San Miguel, con un cuadro de poliparasitosis.
Este grave cuadro social motivó el inicio del llamado "Operativo Rescate", un plan de emergencia encabezado por la primera dama, Hilda "Chiche" González de Duhalde.
La desnutrición, un problema que se vincula con la pobreza, es en realidad una patología que, aunque padecida por la población de bajos recursos, habla de una problemática social más profunda, y que señala además al Estado como responsable de esta situación, según el neurólogo infantil Héctor Waisburg, del porteño Hospital Garrahan.
"La desnutrición es como un síntoma: los entes gubernamentales no están funcionando bien en la previsión de las secuelas de las pobreza. Tal como estamos viendo la situación actual, la pobreza es el caldo de cultivo para la desnutrición; y así como la incidencia de la pobreza se ha multiplicado, hay que asumir que la desnutrición debe haber aumentado", precisó.

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