¿Una trama de celos, locura y ceguera criminal?

Cuatro amigos, un triángulo amoroso, un embarazo inesperado, un hombre cegado por los celos y otro supuestamente complotado para la venganza.
Emilio, Damián y Alejandra no tenían ocupación fija y vivían juntos. Hasta que fueron asesinados. Emilio apareció en Villa Elisa con un tiro en la cabeza. Los otros dos, este domingo en la costa del Samborombón, en Vieytes. El cuarto amigo los frecuentaba cotidianamente porque estaba de novio con una vecina.
Hay indicios de que alguno de ellos -presuntamente- se dedicaba a robar. Ya secuestraron un equipo de música de presunta procedencia ilegal. También sería robado el auto que usaba Damián. Una fuente dijo que se trata de un vehículo "emponchado", con los números de motor y chasis limados y cambiados. Se sabe, también, que los jóvenes planeaban irse a España en compañía de otro amigo, un muchacho muy conocido por la policía platense por sus antecedentes penales.

EL OSO DE PELUCHE
El 6 de mayo a Emilio le dispararon en la nuca y los balazos no dejaron "tatuaje", la marca que queda en la piel cuando el disparo es a menos de 40 centímetros o cuando el asesino usa un almohadón o algo que amortigüe el estallido. Un testigo que ya declaró en la causa dijo que días antes del crimen oyó a uno de los tres amigos varones decir, mientras zamarreaba un oso de peluche y se señalaba el arma que habitualmente llevaba en la cintura: "...a éste (por Emilio) un día le pongo el oso en la cara y lo mato".
Dicen que esa persona odiaba a Emilio por el sufrimiento de su amigo Damián, que se sospechaba engañado. Emilio había sido pareja de Alejandra pero ella lo había dejado para iniciar una relación con Damián. Los investigadores están convencidos de que Emilio y Alejandra mantenían una relación a espaldas de Damián.
El cadáver de Emilio Diez fue encontrado a un costado de las vías férreas en una zona descampada de Villa Elisa. La noche en que lo mataron habría estado mirando televisión en su pieza y al salir dejó todo prendido, hasta las luces, como si lo hubiesen instado a salir apresuradamente, bajo engaño o amenaza.
Alejandra estaba embarazada de dos meses. El dato es clave. La pesquisa estableció que el 5 de mayo, es decir un día antes del crimen de Emilio, Alejandra tuvo una hemorragia y fue a una salita de emergencias de Villa Elisa. La médica que la atendió le ordenó una revisación urgente en el hospital de Gonnet. Pero la chica -según estaría probado- nunca pasó por ese nosocomio y creen que tampoco se hizo atender en otro lado. ¿Ese día se habrá enterado Damián que Alejandra estaba embarazada y que el hijo que esperaba era de Emilio? ¿Habrá sido éste el disparador de los crímenes?
Poco después del hallazgo del cadáver la policía encontró, en una zona del barrio de La Loma, el Peugeot 504 de Damián y en su interior, bajo una alfombra y enfundada en una media, una pistola 9 milímetros con la numeración limada, el arma que se cree se usó para matar a Emilio.

DOS MUJERES MISTERIOSAS
Cuando lo hallaron, los investigadores notaron que el coche había sido recién lavado y presumen, a partir de ese dato, que la última persona que lo usó probablemente haya querido borrar huellas del lugar por el que había transitado. Pero lo más sugestivo es que el auto fue dejado a pocos metros de la casa de la madre de Damián. Tenía las llaves puestas. Como si alguien lo hubiese dejado allí a propósito.
Un testigo, que ya declaró en la causa, dijo que al ver el coche y reconocerlo como el de Damián, aprovechó para cobrarse una vieja deuda impaga que el muchacho tenía con él. Entonces se quedó vigilando el auto a la espera de que llegara Damián. Así fue como el testigo vio a dos mujeres, una de ellas de alrededor de 60 años, introducirse en el auto, desinflar las cubiertas y alejarse con rapidez. ¿Quiénes eran esas mujeres? Una fuente de la pesquisa arriesgó que podrían estar ligadas familiarmente a uno de los sospechosos del triple crimen. Y que habrían 'plantado' el arma y el auto para incriminar a Damián.
El mismo 6 de mayo en que fue muerto Emilio, Alejandra y Damián desaparecieron de la casa de Villa Elisa. La policía los buscaba como testigos valiosos por haber sido las personas que convivían con la víctima. El domingo sus cadáveres fueron encontrados a la vera del Samborombón, en Vieytes (Verónica), sobre un terraplén del camino de sirga que es la franja que dejan la creciente y la bajada de las aguas. Les habían echado tierra encima pero las alimañas los hicieron visibles. Tenían carcomidos los ojos y parte de la cara. Unos días antes, un pescador le había alcanzado a un vendedor de carnadas dos documentos de identidad que encontró tirados en la playa. El hombre los guardó, creyendo que sus dueños irían a reclamarlos.

UNA PERICIA CLAVE
El cadáver de Damián tenía un balazo en la nuca con orificio de salida en la cara. A Alejandra no se sabe cómo la mataron. Ni cuándo. Ni quién. Una fuente señaló que el cuerpo, por su avanzado estado de putrefacción, necesita 48 horas de frío para poder ser manipulado por los forenses. El cuerpo de Damián, en cambio, parece de muerte más reciente. Los investigadores creen que a pesar de esto los dos fueron ejecutados en el mismo momento y que la diferencia entre ambos estados puede responder a cuestiones de clima, de viento u otras condiciones naturales.
Sospechan que los tres muchachos, Emilio, Damián y Alejandra fueron asesinados en la misma noche del 6 de mayo por la misma persona.
Entre las hipótesis que manejan, no descartan que Damián, loco de celos, haya matado a Alejandra después de matar a Emilio. La pregunta es, entonces, quién mató a Damián. También creen que las pericias sobre el arma encontrada a bordo del Peugeot podrían darle al caso un giro crucial si se comprobara que es el arma asesina y se prueba con firmeza a quién pertenece.
¿Celos o ajuste de cuentas? ¿El asesino de Emilio actuó por indicación de Damián y luego, arrepentido o traicionado, decidió silenciar al resto del grupo?. "Esto recién empieza", anunció anoche, con un dejo de fatiga, un investigador.

HIPOLITO SANZONE