Vándalos destruyeron un Jardín de Infantes

Iba a ser el día de la alegría en el Jardín de Infantes Nº 973, de 7 entre 642 y 643, y al final se llenó de pesar, porque pasó lo peor en el peor momento. Justo cuando se planeaba festejar el octavo aniversario de la creación de esa institución, un ataque vandálico dejó algunos destrozos y un completo desorden en tres de las cuatro aulas, que no sólo impidió realizar la fiesta que se planeaba, sino que directamente obligó a suspender las clases para la matrícula de 120 niños de 3 a 5 años.

Alumnos, padres, docentes, directivos y auxiliares esperaban el día en el que iba a actuar una murga integrada por chicos del hogar del padre Carlos Cajade, se iba a sortear una canasta familiar y además habría regalos. Pero cuando los docentes llegaron al mediodía encontraron un panorama desolador, con juegos de dominó, rompecabezas y crayones esparcidos por el piso de los salones y las cintas de los casetes de música infantil colgando de los tubos fluorescentes.

Según creen en el Jardín, los atacantes sólo tenían como objetivo romper y desordenar porque no faltó nada. No se llevaron un grabador, ni los juegos, ni una computadora y tampoco un teléfono semipúblico que guarda una buena cantidad de monedas. Tampoco atacaron los papeles de la dirección. Sólo falta la llave de una puerta de ingreso y eso obligó a cambiar una cerradura.

La directora del Jardín, Sara Bianco, contó que hace cinco años habían sufrido el robo de un televisor y un equipo de música. En este caso, se calcula que el ataque ocurrió el jueves, por la tarde o en la noche, ya que ese día no hubo clases por el asueto del Día del Maestro. Parece que los vándalos rompieron una puerta vidriada para ingresar: "por el tamaño del agujero que hicieron (de unos 15 centímetros por 30), se supone que esta vez pudieron ser chicos que han venido a pasar la tarde o la noche divirtiéndose, tirando y rompiendo las cosas".

No se sabe cuánto estuvieron adentro, pero sí que esquivaron los ambientes que dan a la calle y podían dejar expuestos sus movimientos. Las autoridades del Jardín esperaban ayer la intervención de los peritos policiales para ordenar, limpiar y así, dejar todo listo para festejar, el lunes por fin el aniversario del establecimiento. Pero la fiesta no va a ser completa ahora porque la murga no aseguró su participación para la próxima semana porque actuará en otros eventos.

PIDEN AYUDA
"Queremos pedir si solidariamente alguien se puede contactar para animar la fiesta, porque el espectáculo que teníamos ya no va a estar. La fiesta se aguó", se lamentó Bianco. Es que la mayoría de los 120 niños que atiende el Jardín pertenecen a familias carenciadas y no hay chances de costear un festejo alternativo.

El ataque obligará a gastar recursos de la cooperadora para comprar una cerradura, pero eso no tranquiliza a la comunidad educativa. "Por el momento estamos atados de pies y manos como para tomar medidas. Habíamos pensado en una alarma pero no podemos costearla", dijo Bianco.