El cine argentino: Un cerco con esperanzas
Para el 2004 se anuncia el estreno de más de 40 películas argentinas. El pasado año no fue bueno: bastante producción pero sólo el 10 por ciento del público.
| 11 de Enero de 2004 | 00:00

POR AMILCAR MORETTI
Aún con 53 estrenos nacionales, el 2003 no fue un buen año para la industria del cine. Las películas argentinas atrajeron sólo 3 millones de espectadores sobre un total de 33 millones en todo el país. Apenas un 10 por ciento, la mitad del esperanzador 20 por ciento registrado en el 2000 y muy lejos de los 60 millones de espectadores de la época de oro, la década del 50, cuando la Argentina andaba por los 25 millones de habitantes. De las 53 películas (la mayoría sólo vistas en la ciudad de Buenos Aires y muchas, aunque de interés artístico, con escasísimo público) se conocieron en La Plata una docena, más otra media docena estrenada en la sala municipal del Select o directo en video, como "Nadar solo", a las que hay que sumar "demoras" del 2002, entre ellas "Caja negra", "¿Sabés nadar?" y "Sábado".
Pero no únicamente el llamado cine de autor o de expresión, en general óperas primas de jóvenes realizadores, dejó de convocar al público. El supuesto cine industrial (hay quienes, como Adolfo Aristarain, sostienen directamente que en Argentina no hay industria del cine) tampoco obtuvo los resultados esperados, aún en coproducción y apoyo publicitario de poderosos multimedios. Salvo "Vivir intentando", con las Bandana, que alcanzó el millón de espectadores, no hubo grandes éxitos. Productos similares como "El día que me amen", con Adrián Suar; "Cleopatra", con Natalia Oreiro, o "Un día en el Paraíso", con Francella y Araceli González, no recaudaron lo previsto. Las cifras nacionales dicen que de cada 100 espectadores, 82 optaron por películas norteamericanas; 10 por cine argentino y sólo 8 por largometrajes de otros orígenes. En el país se estrenaron 226 películas, de las cuales llegaron a La Plata unas 150. De esta última cifra, pudieron verse apenas tres películas mexicanas y una brasileña. Del resto de Latinoamérica ni noticias. Aparte de Hollywood, el mundo entero estuvo representado -en desequilibrio- por menos de 30 películas, haciéndose notar mucho la ausencia de todos los países de Europa.
La situación local y nacional se repite en otras partes del planeta. El destacado mexicano Arturo Ripstein, autor de "Profundo carmesí", dijo hace poco en Buenos Aires: "En nuestros países las películas latinoamericanas se han vuelto cada vez más periféricas. Estamos muy poco en contacto unos con otros. Son casi películas clandestinas. La hegemonía del cine de Hollywood ha relegado nuestras películas". Y agregó: "Los estrenos están controlados por las grandes compañías y para nuestro cine hay un público muy específico. Hollywood los ha educado a que no sólo las suyas son las mejores películas, sino las únicas. Las demás, te enseñan, son una pérdida de tiempo". El realizador italiano Mario Monicelli, hoy de 88 años, célebre por "Los desconocidos de siempre" y "La armada Brancaleone", recordó días pasados en España que en su país el 70 por ciento de las salas está ocupado por películas norteamericanas. Agregó que en los 60 y 70 se rodaban unas 300 películas anuales y hoy los italianos sólo producen unas 70 y sin distribución mundial.
ALGUNOS TITULOS PARA EL 2004
"Memoria del saqueo", de Fernando Pino Solanas.Documental.
"Roma", de Adolfo Aristarain. Con Susú Pecoraro y Gustavo Garzón.
"La puta y la ballena", de Luis Puenzo. Con Leonardo Sbaraglia y Aitana Sánchez Gijón.
"Ay, Juancito", de Héctor Olivera. Con Adrián Navarro e Inés Estévez.
"Le Chien (El perro)", de Carlos Sorín. Con Juan Villegas y Walter Donadío.
"Un mundo menos peor", de Alejandro Agresti. Con Julieta Cardinali y Ulises Dumont.
"Lifting del corazón", de Eliseo Subiela. Con Imanol Arias.
"La revolución es un sueño eterno", de Nemesio Juárez.
"Iluminados por el fuego", de Tristán Bauer. Con Gastón Pauls.
"Luna de Avellaneda", de Juan José Campanella. Con Ricardo Darín.
"Familia rodante", de Pablo Trapero. Con Graciana Chironi.
"Gémenis", de Albertina Carri. Con Dolores Fonzi.
"Chon", de Lucho Bender. Con Pablo Cedrón.
"Monoblock", de Luis Ortega. Con Graciela Borges.
"La sangre", de Lisandro Alonso.
"El abrazo partido", de Daniel Burman. Con Daniel Hendler.
"Hacer agua", de Rodrigo Fürth.
"La mina", de Víctor Laplace.
"Adiós querida luna", de Fernando Spiner. Con Gabriel Goity.
"Lisboa", de Néstor Lescovich. Con Belén Blanco.
"El gauchito Gil", de Ricardo Becher.
Aún con 53 estrenos nacionales, el 2003 no fue un buen año para la industria del cine. Las películas argentinas atrajeron sólo 3 millones de espectadores sobre un total de 33 millones en todo el país. Apenas un 10 por ciento, la mitad del esperanzador 20 por ciento registrado en el 2000 y muy lejos de los 60 millones de espectadores de la época de oro, la década del 50, cuando la Argentina andaba por los 25 millones de habitantes. De las 53 películas (la mayoría sólo vistas en la ciudad de Buenos Aires y muchas, aunque de interés artístico, con escasísimo público) se conocieron en La Plata una docena, más otra media docena estrenada en la sala municipal del Select o directo en video, como "Nadar solo", a las que hay que sumar "demoras" del 2002, entre ellas "Caja negra", "¿Sabés nadar?" y "Sábado".
Pero no únicamente el llamado cine de autor o de expresión, en general óperas primas de jóvenes realizadores, dejó de convocar al público. El supuesto cine industrial (hay quienes, como Adolfo Aristarain, sostienen directamente que en Argentina no hay industria del cine) tampoco obtuvo los resultados esperados, aún en coproducción y apoyo publicitario de poderosos multimedios. Salvo "Vivir intentando", con las Bandana, que alcanzó el millón de espectadores, no hubo grandes éxitos. Productos similares como "El día que me amen", con Adrián Suar; "Cleopatra", con Natalia Oreiro, o "Un día en el Paraíso", con Francella y Araceli González, no recaudaron lo previsto. Las cifras nacionales dicen que de cada 100 espectadores, 82 optaron por películas norteamericanas; 10 por cine argentino y sólo 8 por largometrajes de otros orígenes. En el país se estrenaron 226 películas, de las cuales llegaron a La Plata unas 150. De esta última cifra, pudieron verse apenas tres películas mexicanas y una brasileña. Del resto de Latinoamérica ni noticias. Aparte de Hollywood, el mundo entero estuvo representado -en desequilibrio- por menos de 30 películas, haciéndose notar mucho la ausencia de todos los países de Europa.
La situación local y nacional se repite en otras partes del planeta. El destacado mexicano Arturo Ripstein, autor de "Profundo carmesí", dijo hace poco en Buenos Aires: "En nuestros países las películas latinoamericanas se han vuelto cada vez más periféricas. Estamos muy poco en contacto unos con otros. Son casi películas clandestinas. La hegemonía del cine de Hollywood ha relegado nuestras películas". Y agregó: "Los estrenos están controlados por las grandes compañías y para nuestro cine hay un público muy específico. Hollywood los ha educado a que no sólo las suyas son las mejores películas, sino las únicas. Las demás, te enseñan, son una pérdida de tiempo". El realizador italiano Mario Monicelli, hoy de 88 años, célebre por "Los desconocidos de siempre" y "La armada Brancaleone", recordó días pasados en España que en su país el 70 por ciento de las salas está ocupado por películas norteamericanas. Agregó que en los 60 y 70 se rodaban unas 300 películas anuales y hoy los italianos sólo producen unas 70 y sin distribución mundial.
ALGUNOS TITULOS PARA EL 2004
"Memoria del saqueo", de Fernando Pino Solanas.Documental.
"Roma", de Adolfo Aristarain. Con Susú Pecoraro y Gustavo Garzón.
"La puta y la ballena", de Luis Puenzo. Con Leonardo Sbaraglia y Aitana Sánchez Gijón.
"Ay, Juancito", de Héctor Olivera. Con Adrián Navarro e Inés Estévez.
"Le Chien (El perro)", de Carlos Sorín. Con Juan Villegas y Walter Donadío.
"Un mundo menos peor", de Alejandro Agresti. Con Julieta Cardinali y Ulises Dumont.
"Lifting del corazón", de Eliseo Subiela. Con Imanol Arias.
"La revolución es un sueño eterno", de Nemesio Juárez.
"Iluminados por el fuego", de Tristán Bauer. Con Gastón Pauls.
"Luna de Avellaneda", de Juan José Campanella. Con Ricardo Darín.
"Familia rodante", de Pablo Trapero. Con Graciana Chironi.
"Gémenis", de Albertina Carri. Con Dolores Fonzi.
"Chon", de Lucho Bender. Con Pablo Cedrón.
"Monoblock", de Luis Ortega. Con Graciela Borges.
"La sangre", de Lisandro Alonso.
"El abrazo partido", de Daniel Burman. Con Daniel Hendler.
"Hacer agua", de Rodrigo Fürth.
"La mina", de Víctor Laplace.
"Adiós querida luna", de Fernando Spiner. Con Gabriel Goity.
"Lisboa", de Néstor Lescovich. Con Belén Blanco.
"El gauchito Gil", de Ricardo Becher.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE