Piden perpetua por el crimen de un custodio
| 25 de Agosto de 2004 | 00:00
El fiscal de Juicio de La Plata Rubén Sarlo pidió ayer la pena de prisión perpetua para Leonardo Daniel Giordano, al acusarlo como autor responsable del delito de "homicidio calificado", en perjuicio del ex policía Angel Ramón Cáceres (56), ocurrido hace casi ocho años en Berisso, cuando la víctima trabajaba como custodio de un repartidor de cigarrillos.
Por su parte, el defensor oficial Jorge Pranzini pidió la absolución del imputado, al considerar que en el juicio oral no se pudo acreditar su participación en el hecho.
El acusado Giordano, luego de los alegatos realizados en al sala de audiencias de los tribunales penales de 8 y 56, declaró que es inocente, que nunca mató a nadie y que jamás haría una cosa semejante.
En la acusación el ministerio público dio por probado que el 23 de diciembre de 1996, cerca de las 20, Francisco Di Blasi -empleado de la empresa distribuidora Cadario- conducía una camioneta de dicha firma acompañado por el custodio Cáceres.
"En esas circunstancias, cuando iban hacia el kiosco de 153, entre 11 y 12, Di Blasi estacionó la camioneta frente al local, descendió del rodado e ingresó a retirar el formulario de pedido", explicó el fiscal.
También destacó que "para entonces Caceres había descendido de la camioneta, y tal como era su costumbre acorde a la función que cumplía se colocó en la parte trasera, a unos seis metros".
"En ese momento dos jóvenes con sus rostros cubiertos se acercaron al custodio con intenciones de reducirlo y robarle la recaudación. Se abalanzaron sobre el ex policía y comenzaron a dispararle", detalló el fiscal
El doctor Sarlo dijo en su acusación que "el custodio se resistió como pudo, pero le fue muy difícil debido a la fortaleza demostrada por los atacantes, quienes ubicados uno de cada lado lo inmovilizaron, impidiendo que Cáceres pudiera extraer en su defensa el arma que llevaba".
Además señaló que "ya herido, el custodio pudo desenfundar su arma y efectuar disparos contra los delincuentes, logrando herir de bala al imputado Giordano".
"Yacía agonizante Cáceres en el piso, cuando los agresores emprendieron la fuga, muriendo a causa de los disparos inmediatamente después", sostuvo el fiscal.
"Uno de los delincuentes -agregó- logró evadirse mientras que, Giordano huyó herido y sangrante a buscar refugio en la casa de su madre, dejando un gran reguero de sangre que llegaba justamente hacia el lugar elegido para ocultarse".
Para el fiscal el hecho descripto configura el delito de homicidio calificado para lograr la impunidad y por ello pidió la pena máxima.
El viernes próximo, a las 13, la Sala III de la Cámara Penal platense -integrada por los camaristas Luis Soria, Javier Guzmán y Armando Correa-, dará conocer la resolución final del caso.
Por su parte, el defensor oficial Jorge Pranzini pidió la absolución del imputado, al considerar que en el juicio oral no se pudo acreditar su participación en el hecho.
El acusado Giordano, luego de los alegatos realizados en al sala de audiencias de los tribunales penales de 8 y 56, declaró que es inocente, que nunca mató a nadie y que jamás haría una cosa semejante.
En la acusación el ministerio público dio por probado que el 23 de diciembre de 1996, cerca de las 20, Francisco Di Blasi -empleado de la empresa distribuidora Cadario- conducía una camioneta de dicha firma acompañado por el custodio Cáceres.
"En esas circunstancias, cuando iban hacia el kiosco de 153, entre 11 y 12, Di Blasi estacionó la camioneta frente al local, descendió del rodado e ingresó a retirar el formulario de pedido", explicó el fiscal.
También destacó que "para entonces Caceres había descendido de la camioneta, y tal como era su costumbre acorde a la función que cumplía se colocó en la parte trasera, a unos seis metros".
"En ese momento dos jóvenes con sus rostros cubiertos se acercaron al custodio con intenciones de reducirlo y robarle la recaudación. Se abalanzaron sobre el ex policía y comenzaron a dispararle", detalló el fiscal
El doctor Sarlo dijo en su acusación que "el custodio se resistió como pudo, pero le fue muy difícil debido a la fortaleza demostrada por los atacantes, quienes ubicados uno de cada lado lo inmovilizaron, impidiendo que Cáceres pudiera extraer en su defensa el arma que llevaba".
Además señaló que "ya herido, el custodio pudo desenfundar su arma y efectuar disparos contra los delincuentes, logrando herir de bala al imputado Giordano".
"Yacía agonizante Cáceres en el piso, cuando los agresores emprendieron la fuga, muriendo a causa de los disparos inmediatamente después", sostuvo el fiscal.
"Uno de los delincuentes -agregó- logró evadirse mientras que, Giordano huyó herido y sangrante a buscar refugio en la casa de su madre, dejando un gran reguero de sangre que llegaba justamente hacia el lugar elegido para ocultarse".
Para el fiscal el hecho descripto configura el delito de homicidio calificado para lograr la impunidad y por ello pidió la pena máxima.
El viernes próximo, a las 13, la Sala III de la Cámara Penal platense -integrada por los camaristas Luis Soria, Javier Guzmán y Armando Correa-, dará conocer la resolución final del caso.
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