Perpetua para el acusado de matar a un custodio
Ocurrió en Berisso. La víctima era vigilador de una camioneta de reparto
| 28 de Agosto de 2004 | 00:00

La Sala III de la Cámara Penal platense condenó ayer a prisión perpetua a Leonardo Daniel Giordano, al hallarlo culpable en el juicio oral y público que ventiló el homicidio del ex policía Angel Ramón Cáceres (56), ocurrido en Berisso, en 1996, cuando la víctima trabajaba como custodio de un repartidor de cigarrillos.
De esta forma, los camaristas Armando Correa, Javier Guzmán y Luis Soria hicieron lugar al pedido del fiscal de Juicio Rubén Sarlo, quien en su alegato consideró que el procesado debía recibir la pena máxima.
En la sentencia, el Tribunal dio por probado que el 23 de diciembre de 1996, entre las 20,30 y las 21, Francisco Di Biasi, empleado de la empresa distribuidora de cigarrillos Cadario, arribó al kiosco de 153, entre 11 y 12, conduciendo una camioneta acompañado por Cáceres, vigilador encargado de la seguridad, con el fin de entregar un pedido de cigarrillos.
Una vez estacionada la camioneta DiBiasi ingresó al negocio a retirar el formulario de pedidos, en tanto que el custodio Cáceres para cumplir con su función descendió del vehículo colocándose a unos seis metros de la parte trasera de la misma, se precisó en el fallo.
También se explicó que en ese preciso momento dos jóvenes con sus rostros cubiertos se abalanzaron sobre el custodio con intenciones de reducirlo y robarle la recaudación.
"LA IRA DE LOS DELINCUENTES"
Los jueces detallaron que "en esas circunstancias, el vigilador Cáceres resistió férreamente la acción de los asaltantes impidiendo que continuaran con la ejecución del robo, lo que despertó la ira de los delincuentes, quienes efectuaron simultáneamente múltiples disparos de armas de fuego contra el cuerpo de Cáceres".
Según se describió en el fallo, el vigilador a pesar de estar herido "logró disparar su revólver provocándole heridas a uno de los agresores, los que inmediatamente emprendieron la fuga, a la vez que uno de ellos seguía disparando contra Cáceres cuando este ya se hallaba tendido en el piso".
"La víctima recibió múltiples heridas producidas por armas de fuego, una de las cuales ingresó en la cara posterior en el hemitorax izquierdo, línea axilar posterior, la que le causó hemorragia interna masiva secundaria a lesiones cardíaca y pulmonar que finalmente le produjo la muerte", se afirmó en la sentencia.
En el fallo los jueces hallaron a Giordano culpable de los delitos de homicidio calificado para lograr la impunidad y tentativa de robo calificado por el uso de armas.
De esta forma, los camaristas Armando Correa, Javier Guzmán y Luis Soria hicieron lugar al pedido del fiscal de Juicio Rubén Sarlo, quien en su alegato consideró que el procesado debía recibir la pena máxima.
En la sentencia, el Tribunal dio por probado que el 23 de diciembre de 1996, entre las 20,30 y las 21, Francisco Di Biasi, empleado de la empresa distribuidora de cigarrillos Cadario, arribó al kiosco de 153, entre 11 y 12, conduciendo una camioneta acompañado por Cáceres, vigilador encargado de la seguridad, con el fin de entregar un pedido de cigarrillos.
Una vez estacionada la camioneta DiBiasi ingresó al negocio a retirar el formulario de pedidos, en tanto que el custodio Cáceres para cumplir con su función descendió del vehículo colocándose a unos seis metros de la parte trasera de la misma, se precisó en el fallo.
También se explicó que en ese preciso momento dos jóvenes con sus rostros cubiertos se abalanzaron sobre el custodio con intenciones de reducirlo y robarle la recaudación.
"LA IRA DE LOS DELINCUENTES"
Los jueces detallaron que "en esas circunstancias, el vigilador Cáceres resistió férreamente la acción de los asaltantes impidiendo que continuaran con la ejecución del robo, lo que despertó la ira de los delincuentes, quienes efectuaron simultáneamente múltiples disparos de armas de fuego contra el cuerpo de Cáceres".
Según se describió en el fallo, el vigilador a pesar de estar herido "logró disparar su revólver provocándole heridas a uno de los agresores, los que inmediatamente emprendieron la fuga, a la vez que uno de ellos seguía disparando contra Cáceres cuando este ya se hallaba tendido en el piso".
"La víctima recibió múltiples heridas producidas por armas de fuego, una de las cuales ingresó en la cara posterior en el hemitorax izquierdo, línea axilar posterior, la que le causó hemorragia interna masiva secundaria a lesiones cardíaca y pulmonar que finalmente le produjo la muerte", se afirmó en la sentencia.
En el fallo los jueces hallaron a Giordano culpable de los delitos de homicidio calificado para lograr la impunidad y tentativa de robo calificado por el uso de armas.
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