Premian a un inventor de la UNLP que desarrolló una prótesis dental bovina

El problema se les presenta a los productores ganaderos y tiene que ver con la arenilla y la tierra que se mezcla con el pasto cuando las vacas comen: esos elementos van erosionando los dientes del animal, comprometiendo su capacidad masticatoria y reduciendo, junto a su peso, su aptitud reproductiva y su tiempo de vida.

Resolver ese problema de manera tradicional -a través de prótesis similares a las humanas y mecánicos dentales- cuesta mucho y suele ser inaccesible para los pequeños productores. Federico Anderson, investigador del departamento de Diseño Industrial de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata, reparó en ese detalle y desarrolló una prótesis dental bovina industrial de bajo costo que permite prolongar la vida del ganado, posibilitando que cada vaca del rodeo pueda tener cuatro terneros más. Y su creación fue seleccionada entre los 20 mejores inventos presentados en el Concurso Nacional de Productores Innovadores INNOVAR 2005, en el que se presentaron 930 prototipos de todo el país.

"No se trata de un invento, sino de un desarrollo. Las prótesis dentales bovinas existen desde hace 35 años, pero por los materiales que se utilizan para hacerlas no están al alcance del pequeño productor. Es por eso que mi idea fue crear un tipo de prótesis que no requiere elaboración artesanal y que utiliza materiales industriales que se caracterizan por ser mucho más baratos", explica Anderson.

La creación de Anderson -que también es docente en la carrera de Diseño Industrial- funciona como una funda que se monta y se fija sobre los 8 dientes incisivos inferiores del animal, protegiendo las piezas dentarias de la acción abrasiva de los alimentos masticados durante la pastura.

Está hecha con acero inoxidable de uso quirúrgico, con un tipo de plástico termoestable similar al usado en odontología y con adhesivos epoxi de uso industrial. Esto permite reducir el costo de cada prótesis de los 400 pesos por pieza que se pagan por una de las tradicionales a los 35 que demandaría el implemento ideado por el inventor platense.

"El objetivo del desarrollo era poner esta técnica -hasta ahora limitada a algunos tambos y cabañas de alto valor genético- al alcance de los pequeños productores. E instalar la idea de que los nuevos profesionales pueden llegar a nuevos mercados, con necesidades concretas, siendo creativos", afirma el inventor.

Anderson nació en Concordia, Entre Ríos, y llegó a La Plata para estudiar Diseño Industrial en 1993. Desde hace cuatro años, y utilizando recursos propios, trabaja en este proyecto, después de conocer las necesidades de algunos pequeños productores entrerrianos cuyo campo usó como planta piloto para probar su creación.

El premio INNOVAR 2005, obtenido por el diseñador platense, corresponde a un concurso nacional organizado por la Subsecretaría de Industria del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, en conjunto con la Secretaría de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva.

Anderson dice que a partir de ahora seguirá perfeccionando los materiales y la tecnología de su creación a través de la Dirección de Vinculación Tecnológica de la Universidad de La Plata.

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