Traductores platenses en un congreso nacional
| 6 de Noviembre de 2006 | 00:00

Especialistas de distintos puntos del país se reunieron para exponer los problemas y dilemas actuales del traductor argentino, entre ellos representantes del Círculo de Traductores Públicos de La Plata. En la V Jornada de Actualización Profesional, ocuparon el centro del debate la especialización, la conciencia lingüística y cultural, y la participación en instituciones que promuevan la jerarquización de la tarea profesional.
Analizar con espíritu crítico el texto de partida, investigar el tema, pensar en el destinatario del trabajo, interactuar con el autor, tomar decisiones que satisfagan al usuario sin traicionar la lengua local ni promover la colonización cultural, y especializarse, fueron algunos de los desafíos que plantearon los traductores argentinos.
"La traducción científico-técnica involucra aspectos profesionales muy concretos -explicó la profesora y traductora Yovanka Vukovic, vicepresidenta del Círculo de traductores platenses, quien realiza su tesis de doctorado sobre la traducción especializada- es fundamental desarrollar una actitud crítica hacia las fuentes de documentación y el texto de partida, que pueden tener errores. Además, hay que comprender la lógica del texto y saber traducir los distintos géneros: educativos, publicitarios, industriales, técnico-jurídicos y de investigación científica".
Por su parte, la investigadora del CONICET especializada en análisis del discurso científico, Viviana Soler, quien se dedica a la traducción de artículos científicos originales al inglés para su publicación en revistas internacionales, destacó que "tenemos que salir de la trinchera y modificar el contexto de trabajo para poder disfrutar lo que hacemos. Al sistema científico argentino todavía le es indiferente la presencia de un cuerpo de traductores idóneos y bien formados, y hasta el año 2004 el CONICET no tenía registrado el número de profesionales que prestaban servicios de traducción en ese ámbito".
"En la formación del traductor científico -añadió Soler- muchas veces se pone el énfasis en los aspectos lingüísticos, cuando es necesario contemplar también cuestiones no lingüísticas, como la interacción con el autor, el lugar y ritmo de trabajo y el régimen de evaluación".
La Jornada de la FAT concluyó con una mesa redonda sobre la colegiación de los traductores públicos en la provincia de Buenos Aires, en la que participaron representantes de los colegios profesionales de la Capital, Córdoba y Santa Fe, e integrantes de los distintos círculos de traductores de la provincia de Buenos Aires, junto con autoridades de la Mesa Coordinadora de Colegios y Consejos Profesionales del Sur Bonaerense.
Cabe destacar que en la provincia de Buenos Aires, los traductores no están colegiados, porque se encuentra en suspenso la ley 12.048, promulgada sobre tablas en la década de 1990 sin convocatoria previa a los profesionales interesados.
Analizar con espíritu crítico el texto de partida, investigar el tema, pensar en el destinatario del trabajo, interactuar con el autor, tomar decisiones que satisfagan al usuario sin traicionar la lengua local ni promover la colonización cultural, y especializarse, fueron algunos de los desafíos que plantearon los traductores argentinos.
"La traducción científico-técnica involucra aspectos profesionales muy concretos -explicó la profesora y traductora Yovanka Vukovic, vicepresidenta del Círculo de traductores platenses, quien realiza su tesis de doctorado sobre la traducción especializada- es fundamental desarrollar una actitud crítica hacia las fuentes de documentación y el texto de partida, que pueden tener errores. Además, hay que comprender la lógica del texto y saber traducir los distintos géneros: educativos, publicitarios, industriales, técnico-jurídicos y de investigación científica".
Por su parte, la investigadora del CONICET especializada en análisis del discurso científico, Viviana Soler, quien se dedica a la traducción de artículos científicos originales al inglés para su publicación en revistas internacionales, destacó que "tenemos que salir de la trinchera y modificar el contexto de trabajo para poder disfrutar lo que hacemos. Al sistema científico argentino todavía le es indiferente la presencia de un cuerpo de traductores idóneos y bien formados, y hasta el año 2004 el CONICET no tenía registrado el número de profesionales que prestaban servicios de traducción en ese ámbito".
"En la formación del traductor científico -añadió Soler- muchas veces se pone el énfasis en los aspectos lingüísticos, cuando es necesario contemplar también cuestiones no lingüísticas, como la interacción con el autor, el lugar y ritmo de trabajo y el régimen de evaluación".
La Jornada de la FAT concluyó con una mesa redonda sobre la colegiación de los traductores públicos en la provincia de Buenos Aires, en la que participaron representantes de los colegios profesionales de la Capital, Córdoba y Santa Fe, e integrantes de los distintos círculos de traductores de la provincia de Buenos Aires, junto con autoridades de la Mesa Coordinadora de Colegios y Consejos Profesionales del Sur Bonaerense.
Cabe destacar que en la provincia de Buenos Aires, los traductores no están colegiados, porque se encuentra en suspenso la ley 12.048, promulgada sobre tablas en la década de 1990 sin convocatoria previa a los profesionales interesados.
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