Cimbronazo militar por jefe desplazado

Al titular de Inteligencia lo acusaron de "operar" contra la continuidad de Garré

Tras conocerse la remoción de un militar acusado de "deslealtad" hacia la ministra de Defensa, Nilda Garré, el titular de la cartera de Interior, Aníbal Fernández, descartó hoy que el hecho sea fruto de una puja en el Gobierno en torno a la conformación del Gabinete nacional.

Fernández afirmó que "nunca" estuvo en sus planes ser nombrado al frente del área de Defensa, luego de que Garré despidiera al jefe de Inteligencia del Ejército al acceder a escuchas que le hicieron llegar desde la SIDE en las que el militar mantenía diálogos con allegados al ministro del Interior. Agregó que no conoce al desplazado general de brigada Osvaldo Montero.

Según publicaron matutinos porteños, el presidente Néstor Kirchner y su sucesora electa decidieron pasar a retiro a Montero, sospechado de haber participado de "operaciones políticas" en contra de la continuidad de Garré en el Gabinete nacional.

En su lugar quedará quien hasta ahora lo secundaba en el cargo, el coronel César Milani, confirmaron fuentes del ministerio de Defensa.

CONTACTO CON INTERIOR

Uno de los diálogos a los que habría tenido acceso Garré sería entre Montero y la directora nacional de Inteligencia Criminal, Verónica Fernández Sagari, dependiente del ministerio del Interior, según se publicó.

Al respecto, Fernández dijo que consultó a su subalterna sobre el tema, quien le dijo que conocía a Montero, pero que hacía "por lo menos diez meses" que no hablaba con ella.

Garré interpretó entonces que Montero había incurrido en un acto de "deslealtad", al adjudicarle responsabilidad en una versión que daba cuenta de que la ministra iba a ser desplazada de su cargo y que en su reemplazo sería designado Aníbal Fernández.

Finalmente, el funcionario ocupará el ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y conservará el manejo de las fuerzas federales -la Policía, la Gendarmería y la Prefectura-.

Y Garré fue confirmada al frente del ministerio de Defensa, lo que fue interpretado como un respaldo político del matrimonio Kirchner a su gestión.

En principio, el ministro se mostró de acuerdo con la decisión de Garré: "Si yo entiendo que un funcionario tiene gestos de deslealtad, lo desplazo".

Pero luego señaló que realizar escuchas telefónicas a funcionarios es "ilegal" y que "no se puede hacer", por lo que estimó que esa parte de la versión publicada por los diarios está "reñida con la realidad".


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