Lanús pintó el cielo de granate

A Cabrero le crecieron los pibes: los goles de Sand y el esfuerzo de todos hicieron el resto

Por LUCIANO BOTTESI

Hace poco más de un año, cuando terminaba el Apertura 06, el editorial de la revista oficial del club destacaba el ingreso de Lanús a la Copa Sudamericana, el subcampeonato -el tercero en la historia- y, como frutilla, haberse sacado la espina de ganarle a Vélez, un rival difícil en su historial. En esas líneas, despedían el año destacando la cantidad de chicos surgidos de las inferiores en el primer equipo y exhortaban a que el equipo mantuviese ese rumbo para 2007 y se superara. ¡Qué visión! porque pese a las ventas de pilares del equipo de Ramón Cabrero, clasificó en el primer semestre para la Libertadores por primera vez y en el segundo gritó campeón del torneo local como nunca antes lo había hecho.

Eso es Lanús en el nuevo milenio: una progresión de aciertos que conducen inexorablemente al éxito. Las nuevas generaciones de hinchas no saben de frustraciones ni descensos. Habrá quienes quieran seguir remarcando que el Grana jugó en Primera C. Será ese el único consuelo para los hinchas de Banfield y algunos otros, ante la impotencia del campeonato que defenderá Lanús en las canchas durante el primer semestre de 2008.

LOS PIBES EN LA HISTORIA

Además del de Los Globetrotters y Los Albañiles, las nuevas reseñas históricas tienen ahora al de Los Pibes. Y así será, aunque las edades de Chiquito Bossio, Graieb, Ribonetto y el "extranjero" Pepe Sand lo desmientan, el Grana campeón tiene cimientos en la cantera del club. También respeta la tradición de -según quienes vieron equipos de antaño- un estilo de juego que tiene la pelota al piso y siempre intenta ser vistoso.

Para los que no vieron los distintos equipos en los últimos años, el campeonato del Grana habrá sido una sorpresa. Para los hinchas o quienes lo siguieron de cerca, fue la concreción de una utopía. Porque caía de maduro que de un campeonato a otro Lanús podía ser campeón por primera vez. Sobre todo si Cabrero era el técnico, porque nunca renunció a su estilo de juego, ni siquiera cuando en las primeras fechas del campeonato que ganó no se le daban los resultados.

Cabrero supo pedir los refuerzos necesarios y poner a fuego lento a los pibes, para luego confirmarlos titulares aunque sea para relegar al banco a esos profesionales que le había pedido anteriormente a los dirigentes. No le tembló el pulso cuando tuvo que quitarle la titularidad a uno de sus jugadores para que juegue otro ni tampoco se le ocurrió decir que el equipo jugaba bien cuando lo hacía mal, ni tuvo falsa modestia cuando su equipo brillaba y él lo reconocía.

SAND, EL NUEVO IDOLO

El Lanús campeón sorprende por otros motivos. El hincha adoptó a un delantero como nuevo ídolo en tiempo record: al Pepe Sand no le alcanzó para superar en la tabla de goleadores de torneos cortos a Bartelt, pero desde el comienzo el olé, olé; Pepe, Pepe se hizo escuchar. Agustín Pelletieri, convocado también este año por el Coco Basile para la Selección, se confirmó como crack. Diego Valeri pasó a ser la figurita que todos los clubes -de acá y de afuera- quieren; Lautaro Acosta, campeón sub 20, fue el complemento ideal para Sand y Sebastián Blanco asomó como la nueva joyita del Grana.

¿Más? Rodolfo Graieb le ganó al tiempo y jugó como un juvenil; Matías Fritzler se puso firme en la pulseada a una enfermedad y volvió al fútbol para ser campeón; Hoyos apareció cuando lo necesitaron y fue bastión, igual que Ribonetto, quien sigue demostrando que nunca es tarde para lograr un objetivo. Velázquez pasó a ser indiscutido y Chiquito Bossio de los insultos a los aplausos.

PLANETAS ALINEADOS

En Lanús se alinearon los planetas, Cabrero tuvo muñeca para sacarle jugo a un campeonato que le dejó la puerta abierta para que un equipo como el de él lograse su primer grito. Y fue el que más retumbó, porque fue el que mejor jugó al fútbol. El que no necesitó de los millones de Boca o River para armar un plantel, ni de carradas de refuerzos como Independiente o Racing, ni los nombres ilustres que trajo San Lorenzo. Lanús, solamente puso a los pibes.

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