Pereyra, Mendieta y el perfecto arte de la réplica

Los diálogos entre Inodoro Pereyra y su perro Mendieta alcanzaron cotas de hilaridad y perfección en el ritmo que sólo pudo llevar al papel una pluma excelsa como la de Roberto Fontanarrosa.

Estos son sólo algunos ejemplos que demuestran esa maestría:

Mendieta: "Dígame, don Inodoro ¿usté está con la Eulogia por alguna promesa?"

Inodoro: "Mendieta, uno se deslumbra con la mujer linda, se asombra con la inteligente... y se queda con la que le da pelota".

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Mendieta: "¿Y usted cómo se gana la vida?".

Inodoro: "¿Ganar? ¡De casualidá estoy sacando un empate!".

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Mendieta: "¿No andará mal de la vista, don Inodoro?".

Inodoro: "Puede ser, hace como tres meses que no veo un peso".

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Inodoro: "Estuvo divertido el pesebre viviente este año, Mendieta".

Mendieta: "Bien la vaca. Algo sobreactuado el burro".

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Mendieta: "Don Inodoro, sabe usté que el pingüino es compañero de una sola pingüina de por vida".

Inodoro: "¿Y por qué cree que le dicen Pájaro Bobo?".