El Pincha ya espera en Río

Comenzó la cuenta regresiva para la revancha con BotafogoPor ARIEL CRESPI Y ROBERTO ACOSTA

RIO DE JANEIRO (Enviado especial).- Una hora después de lo previsto, por cuando el vuelo 1256 de Aerolíneas Argentinas no partió, desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en el horario fijado, la delegación de Estudiantes llegó anoche a esta ciudad y se instaló en el Hotel Internacional a la espera del partido de mañana contra Botafogo, revancha de la victoria Pincha en el Estadio Ciudad de La Plata, por los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

El plantel que dirige Leonardo Astrada se había entrenado por la mañana en el predio deportivo que la entidad albirroja posee en la localidad de City Bell, almorzó en la concentración y luego, con tiempo suficiente, para evitar cualquier complicación, se movilizó en dirección a Ezeiza. Pero grande fue la sorpresa cuando poco antes de subir al avión se informó sobre una postergación del viaje a Brasil.

Reprogramando sobre la marcha todo aquello que tuviera que ver con los desplazamientos en Río, desde el Aeropuerto Internacional Galeao Antonio Carlos Jabim hasta el hotel, con la cena incluida, los encargados de este tipo de cuestiones comenzaron a modificar horarios y subrayar números telefónicos de contactos fijados en la ciudad de destino.

Acostumbrados a este tipo de imprevistos, los componentes del plantel de Estudiantes aguardaron con paciencia el llamado a embarque definitivo, que por fin llegó, y a las 17.10 el Boeing 737-500 levantó vuelo con destino a Río de Janeiro. Unos más distendidos que otros, porque como en cualquier grupo están aquellos que "sufren" un vuelo por aire, todos comenzaron a palpitar más de cerca el partido de mañana a la noche en el Estadio Olímpico Joao Havelange.

El viaje en general resultó tranqui y el arribo de la delegación Pincha se produjo a las 20.10 (hora de Buenos Aires y también de Río), con una ligera lluvia y temperatura agradable de 24ºC. El aterrizaje hizo respirar aliviados a todos los ocupantes de la máquina, y en lo que se refiere a la comitiva estudiantil después de los trámites administrativos de rigor abordó el colectivo que la trasladó hasta el hotel.

Unos 20 kilómetros de viaje, porque el Continental de cinco estrellas, está a esa distancia de Río, en dirección al norte, y al fin en la concentración. La tarde que empezaba a convertirse en noche permitió ver un paisaje de tonalidades tan diversas como los barrios por los que transitó el coche alquilado para movilizar al equipo de Leo Astrada durante toda su estadía en tierras brasileñas.

Cada uno de los 20 jugadores que viajaron integrando la delegación ya sabía con quién se iba a alojar, y luego de subirse a las habitaciones correspondientes fue tiempo de bajar de nuevo para cenar. Todo bien, las bromas ocuparon su lugar en cada mesa y después, obviamente, de nuevo a las habitaciones para descansar tras una jornada que se hizo más larga que lo imaginado en un principio.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE