Confirman prisión para empresario de la noche
Bellini está acusado de matar a su pareja, Morena Pearson
| 12 de Junio de 2008 | 00:00
El empresario Daniel Bellini permanecerá preso, ya que la Cámara de Apelaciones de Morón confirmó su procesamiento y prisión preventiva por el homicidio de su pareja Morena Pearson, ocurrido el 14 de marzo pasado en el interior del departamento en que vivían en la localidad de Ramos Mejía.
La resolución fue adoptada por los jueces de la Sala II de la Cámara, quienes al igual que el fiscal de Morón a cargo de la investigación, Matías Rappazzo, y el juez de Garantías Gustavo Robles, consideraron que la muerte de la joven bailarina fue un crimen y no un suicidio como plantea la defensa del imputado.
De esta manera, Bellini quedó a un paso de ir a juicio oral por los delitos de "Homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra", en relación a la pistola con mira láser utilizada para asesinar a Morena Pearson.
Al respecto, fuentes judiciales indicaron que los camaristas valoraron los mismos elementos que en su momento tuvieron en cuenta el fiscal y el juez para dictarle la prisión preventiva al dueño del boliche Pinar de Rocha.
Apelación rechazada
Los jueces de la Sala II rechazaron la apelación de los abogados Fernando Burlando, Roberto Babington y Mario Di Caprio y criticaron el planteo de los defensores respecto a que la muerte de la joven era "un suicidio de manual".
Una de los elementos que hicieron descartar a los pesquisas el suicidio fue que pistola calibre 9 milímetros alemana marca Heckler & Koch con mira láser encontrada al lado del cadáver no tenía huellas digitales o palmares ni en las cachas ni en la corredera, lo que hace presumir que fue limpiada con algún paño.
Una de las claves para el procesamiento fueron los mensajes de texto enviados por Morena Pearson desde su teléfono celular. "Me separé de Dani porque cree que estoy con vos" y "Daniel me quiere matar", escribió la bailarina a sus allegados, minutos antes de su deceso.
El fiscal Matías Rappazzo determinó que esos y otros mensajes de texto habían sido borrados del celular, porque para recuperarlos tuvo que apelar a un informe de la compañía telefónica.
Además, el padre de la víctima, Francisco Pearson, aseguró en el expediente que su hija le había comentado que estaba amenazada de muerte por Bellini y que en dos oportunidades el empresario le colocó un arma en la cabeza, algo que también ratificó un hermano de la víctima.
En tanto, una testigo de identidad reservada aseguró que la mujer le confió en varias oportunidades que Bellini la celaba, era violento y que los moretones que presentaba el cuerpo de Morena Pearson eran producto de una golpiza.
Otra testigo, valorada por la Justicia, fue la médica que trasladó a la joven al hospital, quien declaró que Bellini en ningún momento demostró preocupación por el estado de su mujer, no la acompañó en la ambulancia y se dedicó a llamar a abogados penalistas mientras la atendían.
Piden reconstrucción
El letrado Roberto Babington aseguró que insistirán con el planteo del suicidio y pedirán en los próximos días que la fiscalía realice "una reconstrucción del hallazgo para poder determinar cómo fue la mecánica de la muerte". "Además, tenemos una testigo que asegura que Morena le había comentado sobre la posibilidad de suicidarse", dijo el letrado.
Si bien el caso fue planteado en un principio como un suicidio, los peritajes no detectaron la presencia de pólvora en las manos de la víctima, aunque tampoco en las manos en Bellini.
Cabe recordar que el hecho se inició a las 6.30 del 14 de marzo, cuando Pearson, de 22 años, fue hallada herida de un balazo en la cabeza en una casa ubicada en calle Brasil y avenida Rivadavia, a 30 metros de Pinar de Rocha de Ramos Mejía. La joven vivía allí junto Bellini, de 58, con quien tenía una hija de dos años, y trabajaba como bailarina erótica en el boliche de su pareja.
El empresario declaró que antes de encontrar herida a Pearson, ambos habían salido de Pinar de Rocha y fueron directamente hasta su casa, donde mantuvieron una discusión y hablaron de separación.
Luego regresó al boliche y a los 20 minutos volvió a su casa y encontró a su novia tirada en el vestidor de su habitación sobre un charco de sangre con el brazo derecho extendido y una pistola en la mano, por lo que abonó la hipótesis de que su mujer se había suicidado por sus problemas de depresión y con la anorexia.
La joven fue llevada al Hospital de Haedo, donde quedó internada en grave estado hasta que a la noche murió.
La resolución fue adoptada por los jueces de la Sala II de la Cámara, quienes al igual que el fiscal de Morón a cargo de la investigación, Matías Rappazzo, y el juez de Garantías Gustavo Robles, consideraron que la muerte de la joven bailarina fue un crimen y no un suicidio como plantea la defensa del imputado.
De esta manera, Bellini quedó a un paso de ir a juicio oral por los delitos de "Homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra", en relación a la pistola con mira láser utilizada para asesinar a Morena Pearson.
Al respecto, fuentes judiciales indicaron que los camaristas valoraron los mismos elementos que en su momento tuvieron en cuenta el fiscal y el juez para dictarle la prisión preventiva al dueño del boliche Pinar de Rocha.
Apelación rechazada
Los jueces de la Sala II rechazaron la apelación de los abogados Fernando Burlando, Roberto Babington y Mario Di Caprio y criticaron el planteo de los defensores respecto a que la muerte de la joven era "un suicidio de manual".
Una de los elementos que hicieron descartar a los pesquisas el suicidio fue que pistola calibre 9 milímetros alemana marca Heckler & Koch con mira láser encontrada al lado del cadáver no tenía huellas digitales o palmares ni en las cachas ni en la corredera, lo que hace presumir que fue limpiada con algún paño.
Una de las claves para el procesamiento fueron los mensajes de texto enviados por Morena Pearson desde su teléfono celular. "Me separé de Dani porque cree que estoy con vos" y "Daniel me quiere matar", escribió la bailarina a sus allegados, minutos antes de su deceso.
El fiscal Matías Rappazzo determinó que esos y otros mensajes de texto habían sido borrados del celular, porque para recuperarlos tuvo que apelar a un informe de la compañía telefónica.
Además, el padre de la víctima, Francisco Pearson, aseguró en el expediente que su hija le había comentado que estaba amenazada de muerte por Bellini y que en dos oportunidades el empresario le colocó un arma en la cabeza, algo que también ratificó un hermano de la víctima.
En tanto, una testigo de identidad reservada aseguró que la mujer le confió en varias oportunidades que Bellini la celaba, era violento y que los moretones que presentaba el cuerpo de Morena Pearson eran producto de una golpiza.
Otra testigo, valorada por la Justicia, fue la médica que trasladó a la joven al hospital, quien declaró que Bellini en ningún momento demostró preocupación por el estado de su mujer, no la acompañó en la ambulancia y se dedicó a llamar a abogados penalistas mientras la atendían.
Piden reconstrucción
El letrado Roberto Babington aseguró que insistirán con el planteo del suicidio y pedirán en los próximos días que la fiscalía realice "una reconstrucción del hallazgo para poder determinar cómo fue la mecánica de la muerte". "Además, tenemos una testigo que asegura que Morena le había comentado sobre la posibilidad de suicidarse", dijo el letrado.
Si bien el caso fue planteado en un principio como un suicidio, los peritajes no detectaron la presencia de pólvora en las manos de la víctima, aunque tampoco en las manos en Bellini.
Cabe recordar que el hecho se inició a las 6.30 del 14 de marzo, cuando Pearson, de 22 años, fue hallada herida de un balazo en la cabeza en una casa ubicada en calle Brasil y avenida Rivadavia, a 30 metros de Pinar de Rocha de Ramos Mejía. La joven vivía allí junto Bellini, de 58, con quien tenía una hija de dos años, y trabajaba como bailarina erótica en el boliche de su pareja.
El empresario declaró que antes de encontrar herida a Pearson, ambos habían salido de Pinar de Rocha y fueron directamente hasta su casa, donde mantuvieron una discusión y hablaron de separación.
Luego regresó al boliche y a los 20 minutos volvió a su casa y encontró a su novia tirada en el vestidor de su habitación sobre un charco de sangre con el brazo derecho extendido y una pistola en la mano, por lo que abonó la hipótesis de que su mujer se había suicidado por sus problemas de depresión y con la anorexia.
La joven fue llevada al Hospital de Haedo, donde quedó internada en grave estado hasta que a la noche murió.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE