Delincuencia sin piedad: feroz ataque a una pareja de jubilados

Todo sucedió el pasado jueves, cerca de las 16.30. En una vivienda ubicada en la calle 32 entre 5 y 6, una tarde que parecía rutinaria, se transformó para un matrimonio de jubilados en un verdadero calvario. El dueño de casa, de 84 años, se encontraba lavando el auto en la vereda, confiado y ajeno a lo que se avecinaba, mientras la puerta del garaje permanecía abierta, como tantas otras veces.

Al finalizar la limpieza, el hombre subió tranquilamente al primer piso en busca de su esposa, de 81 años, con quien comparte décadas de vida. Pero al ingresar al dormitorio, la escena que encontró fue digna de una pesadilla: la mujer estaba maniatada dentro del baño, con el rostro desencajado por el miedo.

Antes de poder reaccionar, un joven de unos 25 años, vestido de oscuro y con pasamontañas, apareció sorpresivamente y le lanzó un golpe de puño que lo derribó. En medio del dolor y la confusión, comenzó un forcejeo desesperado, que terminó con el hombre reducido y lastimado, mientras el intruso imponía su fuerza sin piedad.

Con ambos abuelos inmovilizados, el delincuente comenzó a revolver cada rincón de la casa con una violencia inusitada. Abría cajones, corría muebles, tiraba objetos al suelo y pateaba puertas buscando dinero o algo de valor. Las víctimas, indefensas, solo podían escuchar los estruendos y sentir la impotencia de no poder hacer nada mientras su hogar era saqueado. El tiempo parecía detenerse. Según relataron luego, el asaltante permaneció en la vivienda durante casi hora y media, aumentando la tensión minuto a minuto. Finalmente, tras no hallar lo que esperaba, se llevó una billetera con 400 mil pesos, 400 dólares y un teléfono celular, huyendo en moto y dejando tras de sí un escenario de terror.

La intervención policial no tardó. Apenas liberados, los jubilados alertaron a las autoridades, que montaron un operativo por la zona. Durante la búsqueda, sobre la calle 5 entre 32 y 33, encontraron una moto Honda XR 250 Tornado caída en el suelo.

Un empleado municipal aportó un dato clave: instantes antes, un joven de ropa oscura había intentado arrancarla, pero escapó al advertir la presencia del móvil policial. El vehículo fue secuestrado y quedó bajo custodia en la comisaría, mientras los investigadores buscan pistas que permitan identificar al agresor. La principal hipótesis es que se trató de un robo al voleo, un ataque sin planificación, pero ejecutado con total violencia.

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Este episodio vuelve a exponer la indefensión de los adultos mayores ante la delincuencia. Para los ladrones, la lentitud en los movimientos, los problemas de visión o audición y el temor a resultar heridos se convierten en ventajas para imponer su dominio. Sin piedad, aprovechan la fragilidad de quienes han dedicado su vida al trabajo y la familia para someterlos y despojarlos de sus pertenencias.