La Plata, ciudad masónica

Por JAVIER MARTÍNEZ

La publicación del nuevo libro de Dan Brown, "El Símbolo Perdido", se ha convertido en uno de los sucesos editoriales del 2009. La llegada a América Latina está prevista para el 29 de octubre. Hasta esa fecha debemos esperar para conocer la nueva aventura que tendrá como protagonista al profesor de Harvard Robert Langdon.
Existen significativos rastros de la masonería en nuestra ciudad dentro del casco urbano, sin mencionar las numerosas y fastuosas construcciones funerarias en el cementerio local


Lo que sí sabemos con seguridad, pues el mismo Brown se ha encargado de patrocinarlo, es que este nuevo capítulo de la saga tiene como contracara del profesor de Harvard, a un muy particular miembro de la Masonería estadounidense que quiere alcanzar un poder inconmensurable descifrando una serie de crípticos acertijos enraizados en la mismísima ciudad de Washington.

Al igual que en "El Código Da Vinci", "El Símbolo Perdido" tiene como ingredientes una vertiginosa aventura; una conspiración encarnada en un villano descarriado que busca develar un secreto que le daría acceso a un poder ilimitado. Ficción en su estado más puro.

SECRETOS DE LA MASONERIA

Brown ha asegurado a sus lectores que este libro se trata de los secretos de la Masonería, lo cual sin dudas generará polémicas a diestra y siniestra. Y vale la pena este espacio para comentarle al lector que la Masonería no es una Institución que pugna por acumular poder o instalar en selectos espacios a sus miembros. El fin es absolutamente opuesto a esta idea. La búsqueda de la perfección y progreso intelectual basado en la moral y en la práctica de la virtud es el norte de la Masonería, que proporciona las herramientas necesarias para que el masón encuentre las respuestas a sus inquietudes.

La novela de Dan Brown funciona como disparador en muchos aspectos, pero resulta inevitable pensar que podría ser totalmente factible que un autor que busca una locación para una historia como esta podría elegir a la ciudad de La Plata. Si el objetivo es contar con una ciudad donde su trazado remitiera a la simbología masónica, La Plata es en este aspecto, única en el mundo.

Nuestra ciudad no ofrece resistencia alguna para quien desee ver su plano y la impronta masónica se refleja en una escuadra perfectamente delineada y entrelazada con un compás (figura conformada por las diagonales 73, 79, 74 y 80, y 77 y 78 respectivamente). También siguiendo a las principales avenidas se puede visualizar una plomada y un nivel, entre otros reconocidos símbolos utilizados universalmente por la masonería. Tan o más explícito que en Washington (donde transcurre el libro de Brown) es el aporte de la masonería en el trazado de La Plata.

LA PLATA Y JULIO VERNE

La masonería es a través de sus hombres, y La Plata fue pensada y edificada por sabios constructores versados en el arte pitagórico y en los ideales del higienismo sanitarista, como los masones Eduardo White, Eduardo Wilde y el ingeniero Pedro Benoit.

Pero debemos aclarar que en alguna medida nuestra ciudad se encuentra emparentada con una novela, escrita por un visionario autor francés que fuera de los más reconocidos en su tiempo. Se trata de Julio Verne, quien en 1879 publicó "Los Quinientos Millones de la Begún". Verne se vale en su historia de ideas tan afines a la masonería como la lucha contra la tiranía, el progreso y la filantropía. Pero pone de manifiesto en sus páginas los ideales higienistas, creando una ciudad libre de todos los vicios de las grandes urbes europeas, donde la simetría, el orden y el espacio verde se materializan en una ciudad de América del Norte (Franceville), que bien podría ser la ciudad de La Plata.

Verne describe a una ciudad con un trazado en cuadrículas, con amplios bulevares y arboledas; y en las intersecciones de las avenidas se encuentran espacios verdes destinados a la recreación. El autor le endilga a Franceville ser el lugar de asiento de artistas, intelectuales y hombres de ciencia que brindan lo mejor de sí en pos del progreso. Sumado a una fuerte apuesta de gestión pública que esta ciudad-estado pone en marcha desde su fundación.

¿Es La Plata la materialización de la Franceville creada por Verne? Nuestra ciudad fue pensada, diseñada y fundada por un nutrido grupo de personas cuya filiación masónica es notoria. Cierto es que la capital provincial se fundó 3 años después que el libro del francés se editara por primera vez. Bien pudo llegar a manos de los fundadores aquel estupendo diseño de la Franceville de Verne, sea por la lectura de "Los Quinientos Millones de la Begún" o por los ideales higienistas que encarnó la ciudad descrita por el francés. Curiosamente, en el año 1889 en París, La Plata fue premiada en la Exposición Universal Internacional. Algunos historiadores aseguran que Julio Verne fue parte del jurado que premió el proyecto de nuestra ciudad.

Hoy miles de platenses caminan a diario sobre los símbolos que ha trazado la masonería, y otros tantos manejan sus coches sin saber que a medida que avanzan lo hacen sobre esos diseños.

Existen significativos rastros de la masonería en nuestra ciudad dentro del casco urbano, sin mencionar las numerosas y fastuosas construcciones funerarias en el cementerio local que muestran el pasado masónico de quien allí descansa.

Desde sus comienzos, La Plata contó con ilustres ciudadanos pertenecientes a la masonería como fueron el Dr. Dardo Rocha; el genial Pedro Benoit, Rafael y José Hernández (autor del Martín Fierro quien le dio el nombre a la ciudad); Joaquín V. González; Agustín E. Alvarez; el periodista conocido como Fray Mocho, José Sixto Alvarez; Florentino Ameghino; el Perito Francisco Pascasio Moreno; Juan Vucetich; el que fuera gobernador de la Provincia, Carlos D'amico; Saturnino Perdriel; Manuel H. y Cesar Langenheim; Alejandro Korn y Alfredo L. Palacios entre tantos otros.

Lejos de Dan Brown, pero mucho más cerca de la Franceville de Julio Verne, desde sus comienzos decenas de masones ayudaron con sus manos a construir La Plata, los que se multiplicaron hasta llegar a ser unos 400 en la primera década del Siglo XX, contando con unas 19 Logias activas en la ciudad de La Plata. Ellos dejaron su huella indeleble plasmada entre diagonales.

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El lector que se interese por conocer más sobre el origen de la ciudad, su herencia y actualidad masónica, puede visitar el sitio que la Logia Alejandro Korn N° 488 posee en la web (www.logiakorn.com.ar) o comunicarse vía e mail a través de logiakorn@gmail.com

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