Cambaceres no salió del empate ante Villa Dálmine
Diego Matías Jaime, a cinco del final, salvó al Rojo del incendio
| 13 de Diciembre de 2009 | 00:00
Defensores de Cambaceres, que estuvo muy por debajo de su habitual nivel futbolístico, debió conformarse con un pálido empate a uno ante Villa Dálmine, en uno de los partidos válidos por la fecha 21 del torneo de Primera C.
Si bien el equipo de Ensenada le costó acomodarse en el campo de juego, recién a cinco minutos del final pudo alcanzar una igualdad discreta, gracias al aporte goleador de su figura, Diego Matías Jaime.
Villa Dálmine, que estrenó técnico, llegó hasta Ensenada convencido de cambiar su imagen (arrastraba cinco derrotas en cadena y sin marcar goles), y por momentos lo hizo. Porque se apoderó de la mitad de la cancha con el trabajo de Rocha y Peralta Cabrera, y porque además, tuvo a un Pablo De Nicola sólido cada vez que tuvo que responder.
A Camba le faltó precisión en las entregas y además, aportó poco y nada en ofensiva, salvo algunos chispazos de Diego Matías Jaime.
A la media hora de juego, en su primera aproximación de peligro sobre el arco defendido por Martín Zurlo, Villa Dálmine alcanza el desnivel a través de Mariano Gorosito.
El Rojo sintió el efecto del gol, porque siguió en la intrascendencia y porque no encontró espacios para desarrollar su juego.
CON EL SELLO DE JAIME
En el complemento, con el ingreso de Catriel, Lalo Borgarelli intentó darle mayor peso en ofensiva, buscando inclusive que tanto Diego Matías Jaime como Ezequiel Naser tuvieran otro acompañamiento.
Sin embargo, el equipo seguía sin responder, y Dálmine, con mayor acople en el campo de juego, se las ingeniaba para mantener la ventaja y explotar muy de vez en cuando las espaldas de los laterales locales.
Camba, a los ponchazos, buscó por todos los medios quebrar a los de Campana. Intentó por abajo, pero fallaba una y otra vez.
Sin embargo, a cinco minutos del final, y después de una excelente maniobra de Ezequiel Naser, Diego Matías Jaime, con su olfato goleador, puso las cosas en su lugar.
Cambaceres, al menos, rescató un empate con sabor a poco, ya que la victoria le hubiera permitido acercarse un poco más a los de arriba.
Si bien el equipo de Ensenada le costó acomodarse en el campo de juego, recién a cinco minutos del final pudo alcanzar una igualdad discreta, gracias al aporte goleador de su figura, Diego Matías Jaime.
Villa Dálmine, que estrenó técnico, llegó hasta Ensenada convencido de cambiar su imagen (arrastraba cinco derrotas en cadena y sin marcar goles), y por momentos lo hizo. Porque se apoderó de la mitad de la cancha con el trabajo de Rocha y Peralta Cabrera, y porque además, tuvo a un Pablo De Nicola sólido cada vez que tuvo que responder.
A Camba le faltó precisión en las entregas y además, aportó poco y nada en ofensiva, salvo algunos chispazos de Diego Matías Jaime.
A la media hora de juego, en su primera aproximación de peligro sobre el arco defendido por Martín Zurlo, Villa Dálmine alcanza el desnivel a través de Mariano Gorosito.
El Rojo sintió el efecto del gol, porque siguió en la intrascendencia y porque no encontró espacios para desarrollar su juego.
CON EL SELLO DE JAIME
En el complemento, con el ingreso de Catriel, Lalo Borgarelli intentó darle mayor peso en ofensiva, buscando inclusive que tanto Diego Matías Jaime como Ezequiel Naser tuvieran otro acompañamiento.
Sin embargo, el equipo seguía sin responder, y Dálmine, con mayor acople en el campo de juego, se las ingeniaba para mantener la ventaja y explotar muy de vez en cuando las espaldas de los laterales locales.
Camba, a los ponchazos, buscó por todos los medios quebrar a los de Campana. Intentó por abajo, pero fallaba una y otra vez.
Sin embargo, a cinco minutos del final, y después de una excelente maniobra de Ezequiel Naser, Diego Matías Jaime, con su olfato goleador, puso las cosas en su lugar.
Cambaceres, al menos, rescató un empate con sabor a poco, ya que la victoria le hubiera permitido acercarse un poco más a los de arriba.
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