Un alud provocó un desastre en la localidad salteña de Tartagal

Dos personas murieron, diez estaban desaparecidas y mil fueron evacuadas. Desbordó el río y voló un puente

Un alud de agua y barro ocasionó ayer un desastre de proporciones en la localidad salteña de Tartagal, donde al menos dos personas murieron, otras diez permanecían desaparecidas y alrededor de mil tuvieron que ser evacuadas tras el desborde de un río en medio de una intensa tormenta. Autoridades provinciales dijeron que el lodo que bajó con bravura desde los cerros y las quebradas cercanas a la ciudad arrasó "con todo lo que encontró a su paso", incluyendo árboles, coches y casas.

El río Tartagal se salió de su cauce, volteó un antiguo puente ferroviario e inundó varias cuadras a la redonda, lo que generó importantes daños y destrozos, además de cobrarse la vida de al menos dos personas. "Hay casas con más de un metro de barro adentro", comentaron vecinos de la ciudad, que permaneció aislada durante horas tras el furioso paso del alud, ya que se interrumpieron los servicios de energía eléctrica, teléfono e internet.

El fenómeno se produjo alrededor de las 9,15, luego de varias horas de fuertes lluvias en el sur de la vecina Bolivia y en los alrededores de Tartagal, que está ubicada a unos 370 kilómetros al norte de la capital salteña. Para el corto plazo, los pronósticos meteorológicos no son halagüeños, debido a que están previstas más tormentas por lo menos hasta el miércoles por la noche, lo que generó temores de que se produzcan nuevos aludes.

El comandante Dardo Ibarra, de Gendarmería Nacional, dijo que según datos extraoficiales, unas 12 personas fueron reportadas como desaparecidas en un principio, entre ellas dos menores de edad, que vivían en casas linderas al río. "El lodo y el agua llegó hasta el casco céntrico de la ciudad, a una cuadra de la plaza principal", señaló Ibarra, a cargo de los trabajos de apoyo en la zona sur de Tartagal.

"El río desbordó y se llevó autos y casas completas, algunas precarias y otras muy bien construidas. Es muy complicada la situación. Según datos extraoficiales, son 12 las personas que estarían desaparecidas", agregó.

La presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, comprometió la ayuda total del Estado y decidió enviar a un grupo de ministros de su gabinete hacia Tartagal, donde en horas de la tarde quedó habilitada la estratégica ruta 34.

Las imágenes del río desbordado y las casas arrasadas hicieron recordar lo ocurrido en 2006, cuando un fenómeno similar generó otro desastre de proporciones y autoridades prometieron obras e inversiones en Tartagal para evitar que se repita un siniestro de semejante magnitud.

Los principales daños se produjeron en el barrio Santa María, donde el alud arrastró barro, piedras y troncos por unos 300 metros a ambos lados del río. También se vieron afectadas las zonas de Mariano Moreno, Villa Güemes, Villa Saavedra, Barrio Militar, Barrio Ferroviario y las inmediaciones del río, que según testigos "creció de golpe".

En medio de la dramática situación se produjeron saqueos en algunas barriadas, por lo que Gendarmería estaba "patrullando la zona con vehículos de doble tracción para llevar seguridad a los vecinos", dijo el comandante Ibarra, quien advirtió sobre la falta de agua potable en la ciudad, lo que podría causar enfermedades a la población, y realizó un llamado a la solidaridad de los argentinos, para que ayuden con donaciones a Tartagal.

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