Estudiantes, sin transición, pasó de gustar a defeccionar
No pudo con Racing y el cero calificó un pobrísimo empate
| 23 de Marzo de 2009 | 00:00
¿Cuál es la verdadera cara de este Estudiantes, versión Alejandro Sabella? La que brindó el jueves pasado ante el Deportivo Quito, a quien literalmente le caminó por arriba. O este de anoche que transitó el campo de juego con más dudas que certezas, muy poco fútbol y escasísima profundidad y terminó empatando en cero con un discretísimo Racing.
Resultaría de un lindo trabajo práctico a desarrollar con la finalidad de tratar de desentrañar porqué, de rozar casi un diez en la calificación general, en pocas horas pasó a sacarse un aprobado pero con un cuatro.
Más allá del cansancio, que seguramente iba a aflorar ayer en algún momento del partido, y aconteció realmente en la segunda parte, se esperaba otra cosa del equipo albirrojo que no presionó, que no buscó con tanta determinación, que estuvo impreciso, con poco volumen de juego y que, al final, hasta fue dominado estratégicamente por un rival de muy poca monta.
El empate le cayó mucho mejor a la Academia que al Pincha. Se sabe, el equipo de Avellaneda está muy comprometido por el promedio y, sumar, siempre es importante. Y para los platenses tuvo sabor a muy poco ya que lo sigue relegando de la pelea grande, con el agregado que de los 21 puntos que estuvieron hasta aquí en disputa solamente rescató cinco.
También hay que dejar asentado que resultó un muy mal partido de fútbol el que construyeron Estudiantes y Racing. Sin emociones, con fútbol de vuelo chato, con imprecisiones a granel y con escasísima inventiva.
El equipo visitante se limitó a aguantar el partido en el primer tiempo. Trató de no dejarle espacios a Estudiantes y se agrupó bien de mitad de cancha hacia atrás, siempre procurando hacerle complicado el tránsito del local hacia el arco defendido por Migliore.
Parado después de contragolpe, nunca inquietó a Andújar. En contrapartida, Estudiantes se arrimó un poco más. Al comienzo con dos disparos largos de Gastón Fernández, uno que se fue por arriba del travesaño y el otro lo atrapó Migliore en dos tiempos. Y después, pasada la media hora de juego, una peina de Boselli, tras tiro libre de Verón, se perdió contra el palo derecho, y en la situación de más riesgo, a los 41', Boselli cabeceó con limpieza un centro que mandó el capitán local desde la derecha, pero la pelota fue a las manos del golero visitante.
Racing, que había llegado con la firme intención de llevarse el punto que ya tenía desde el arranque, en el complemento, porque en parte se lo permitió el local, se adelantó unos metros en el campo, siguió peleando cada pelota en el medio y después, buscando con la velocidad de Lugüercio y Caballero arriba, intentó algo más que en el primer tiempo.
Un remate largo de Verón que vino de izquierda a derecha, cruzó todo el arco, avisando a los 7', y hubo que esperar después media hora para anotar otra llegada del local, y fue cuando Angeleri lanzó un centro desde la derecha que cabeceó Salgueiro entrando por el otro lado, pero controló bien Migliore.
Estudiantes fue cediendo en el medio, producto del cansancio, y sin duda que también abrumado por las imperfecciones y la falta de juego colectivo. Los gritos de Verón no lograron poner al equipo en caja, ni los cambios que intentó el técnico Sabella, salvo el de Desábato, por lesión, fueron para que no decaiga el ritmo futbolístico del equipo.
La Academia tuvo la gran chance de quedarse con todo cuando Cabellero rompió por la derecha y superando el control de Desábato remató ante un Andújar que se demoró en salir de su valla, pero el balón rozó en el cuerpo del arquero y se fue al córner.
Eclipsados ayer los generadores de juego (Verón, Benítez, Fernández y Pérez), otra vez Boselli, como no hace mucho tiempo atrás, terminó siendo presa de los marcadores rivales, y en la medida en que el cansancio hizo de las suyas, Estudiantes cayó en un tobogán y terminó sumido en una gran impotencia, lo que contrastó con lo que había sido unas pocas horas atrás.
Por eso, ¿cuál es el verdadero Estudiantes? Aquel que goleó a los ecuatorianos por la Copa, o este que apenas empató de local con un discretísimo rival. Para colmo de males, se volvió a sentir Verón y Desábato se fue con un fuerte golpe en su rodilla izquierda.
Resultaría de un lindo trabajo práctico a desarrollar con la finalidad de tratar de desentrañar porqué, de rozar casi un diez en la calificación general, en pocas horas pasó a sacarse un aprobado pero con un cuatro.
Más allá del cansancio, que seguramente iba a aflorar ayer en algún momento del partido, y aconteció realmente en la segunda parte, se esperaba otra cosa del equipo albirrojo que no presionó, que no buscó con tanta determinación, que estuvo impreciso, con poco volumen de juego y que, al final, hasta fue dominado estratégicamente por un rival de muy poca monta.
El empate le cayó mucho mejor a la Academia que al Pincha. Se sabe, el equipo de Avellaneda está muy comprometido por el promedio y, sumar, siempre es importante. Y para los platenses tuvo sabor a muy poco ya que lo sigue relegando de la pelea grande, con el agregado que de los 21 puntos que estuvieron hasta aquí en disputa solamente rescató cinco.
También hay que dejar asentado que resultó un muy mal partido de fútbol el que construyeron Estudiantes y Racing. Sin emociones, con fútbol de vuelo chato, con imprecisiones a granel y con escasísima inventiva.
El equipo visitante se limitó a aguantar el partido en el primer tiempo. Trató de no dejarle espacios a Estudiantes y se agrupó bien de mitad de cancha hacia atrás, siempre procurando hacerle complicado el tránsito del local hacia el arco defendido por Migliore.
Parado después de contragolpe, nunca inquietó a Andújar. En contrapartida, Estudiantes se arrimó un poco más. Al comienzo con dos disparos largos de Gastón Fernández, uno que se fue por arriba del travesaño y el otro lo atrapó Migliore en dos tiempos. Y después, pasada la media hora de juego, una peina de Boselli, tras tiro libre de Verón, se perdió contra el palo derecho, y en la situación de más riesgo, a los 41', Boselli cabeceó con limpieza un centro que mandó el capitán local desde la derecha, pero la pelota fue a las manos del golero visitante.
Racing, que había llegado con la firme intención de llevarse el punto que ya tenía desde el arranque, en el complemento, porque en parte se lo permitió el local, se adelantó unos metros en el campo, siguió peleando cada pelota en el medio y después, buscando con la velocidad de Lugüercio y Caballero arriba, intentó algo más que en el primer tiempo.
Un remate largo de Verón que vino de izquierda a derecha, cruzó todo el arco, avisando a los 7', y hubo que esperar después media hora para anotar otra llegada del local, y fue cuando Angeleri lanzó un centro desde la derecha que cabeceó Salgueiro entrando por el otro lado, pero controló bien Migliore.
Estudiantes fue cediendo en el medio, producto del cansancio, y sin duda que también abrumado por las imperfecciones y la falta de juego colectivo. Los gritos de Verón no lograron poner al equipo en caja, ni los cambios que intentó el técnico Sabella, salvo el de Desábato, por lesión, fueron para que no decaiga el ritmo futbolístico del equipo.
La Academia tuvo la gran chance de quedarse con todo cuando Cabellero rompió por la derecha y superando el control de Desábato remató ante un Andújar que se demoró en salir de su valla, pero el balón rozó en el cuerpo del arquero y se fue al córner.
Eclipsados ayer los generadores de juego (Verón, Benítez, Fernández y Pérez), otra vez Boselli, como no hace mucho tiempo atrás, terminó siendo presa de los marcadores rivales, y en la medida en que el cansancio hizo de las suyas, Estudiantes cayó en un tobogán y terminó sumido en una gran impotencia, lo que contrastó con lo que había sido unas pocas horas atrás.
Por eso, ¿cuál es el verdadero Estudiantes? Aquel que goleó a los ecuatorianos por la Copa, o este que apenas empató de local con un discretísimo rival. Para colmo de males, se volvió a sentir Verón y Desábato se fue con un fuerte golpe en su rodilla izquierda.
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